Todos tenemos más o menos claro el concepto de infidelidad, aunque a la hora de la verdad, cada persona tiene su opinión sobre dónde está el verdadero límite.

Ahora, al dilema de la infidelidad se ha sumado un nuevo término, el cual se ha ido gestado en las redes sociales: la microinfidelidad.

Según aclaró la psicóloga Melanie Schilling en una entrevista con el medio Daily Mail, eres microinfiel “si hablas en secreto con otra persona en tus redes sociales, si compartes bromas privadas, si minimizas la seriedad de la relación que tienes con tu pareja o si guardas su número en el teléfono con un nombre en clave”.

En resumen, llevar a cabo un filtreo encubierto en las redes sociales y escondérselo a tu pareja es la nueva forma de ser infiel y, según sus investigaciones, es ahora cuando hay más gente cometiendo estas microinfidelidades.

Sin embargo, muchos salieron al paso de este supuesto tipo de microinfidelidad asegurando que fomenta las actitudes tóxicas en la pareja y provoca un excesivo control entre ellos.

NO ES SOLO COSA DE INTERNET

La psicóloga también afirma que este tipo de salidas emocionales también se pueden cometer en persona. Por ejemplo, según Schilling, arreglarse especialmente cada vez que vas a ver a alguien en concreto, quedar con tu ex con la intención de retomar el filtreo o, simplemente, centrar tu atención en alguien que no es tu pareja, se considera un microengaño.

No obstante, el problema en cuestión siempre reside en el secretismo. Por lo que, si haces alguna de esas cosas, ya sea en persona o a través de las redes sociales, y tu pareja es consciente y está de acuerdo, en ese caso no se consideraría una infidelidad.

Por lo tanto, la psicóloga concluye que “si sientes que tienes algo que ocultar, incluso si es una relación estrictamente de amistad, pregúntate el porqué”.

Por su parte, la psicóloga Ingrid Marín asegura que la infidelidad cibernética trae el mismo dolor y sentimiento de traición que aquella que se consume.

Ana María Restrepo en su libro titulado “En Pedazos” menciona que la infidelidad empieza en el instante en que se tiene la intención y se empiezan a tener pequeños o grandes gestos de coqueteo con un tercero.

Si estás entrando en este tipo de conducta evalúa tu relación, pregúntate a ti mismo si el amor se acabó y por eso buscas otros estímulos. Si la respuesta es afirmativa considera el diálogo con tu pareja y dale la oportunidad de seguir adelante su vida.

Mantener relaciones por costumbre o por miedo a la soledad es una conducta egoísta. Si tu relación está en crisis pero aún hay amor, busca ayuda de terapia de pareja.

La fidelidad es más que sentir amor, es respetar. El amor en ocasiones tiene fin, y no por esto se ha fracasado. Piensa cuál es tu situación.