Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 15:13

Antonio Fagundes El hombre de las mil caras

37 novelas, cuatro obras teatrales, 38 trabajos para cine y 18 premios internacionales destacan el trabajo del actor brasileño.<BR>
Antonio Fagundes El hombre de las mil caras



Todavía hay quienes recuerdan a Cacá, el enamorado de Julia en la telenovela “Dancin’ Days” o al mujeriego de Alaor, en su rol protagónico en “Mujeres de Arena”. Tampoco podemos dejar pasar la oportunidad para mencionar a Gumercindo, el empresario italiano que llegó a Brasil para formar una nueva fortuna en “Tierra Nuestra”, seguido por su participación en “Renacer” dando vida a José Inocencio.

Pero, sin lugar a dudas, su personificación más recordada es la de Antonio Mezenga, aquel enérgico y frío terrateniente que logró paralizar la ciudad de Cochabamba, durante la emisión del último capítulo de la teleno-vela “El rey del ganado”, en 1997.

Así podría seguir creciendo la lista de sus participaciones en producciones brasileñas, donde su nombre se escuchó solvente por más de cinco décadas, como augurio de éxito y calidad actoral.

No obstante, después de casi medio siglo de tener una actividad artística muy activa, en 2016, la red O´Globo tomó la decisión de alejar tres años a Fagundes de las mega-producciones televisivas, para evitar que su imagen se desgastará después de su participación en “Chico Velho”, una telenovela donde su personaje fue criticado por el público brasileño.

Hasta la fecha, no ha retornado a la pantalla chica, y todavía acepta roles teatrales, para subirse a los escenarios y disfrutar de la interacción con sus seguidores.

Antonio José da Silva Fagundes nació en Río de Janeiro, el 18 de abril de 1949, este año cumplió 69.

Su carrera en el campo de artístico se inició a los ocho años, cuando se mudó a Sao Paulo con sus padres. De acuerdo al portal de información tvbrasil.wordpress.com, desde pequeño Antonio ya daba indicios de seguir la carrera de actuación, pero no fue hasta 1963 que la joven promesa tendría su primera experiencia en los escenarios teatrales con la obra “A Cena de los Cardenales”, montada por el grupo de actores del colegio Río Branco, donde estaba estudiando para obtener el bachillerato. Ese año, Fagundes recién había cumplido 14 años.

En 1966 formó parte del Teatro de Arena y se subió a los tablados con el montaje “Farsa de Cangaceiro, con truque y padre”, fue el inicio de una carrera victoriosa.

Según la información proporcionada por el portal www.ecured.cu después de salir del grupo teatral, Fagundes fue parte del elenco de “Marta Saré”, “Perro Siamés” y “Hair”, en esta última producción, Antonio osadamente decidió desnudarse para la interpretación del personaje.

Carrera en la pantalla grande

Pero el multifacético actor, no solo se movió en la pantalla chica, sino que pronto su creci-miento profesional lo llevó a ingresar a la pantalla grande. Su debut fue en 1967, con la película “Sandra, Sandra”.

En 1969 “La Compadecida”, que era una adaptación de la obra de Ario Suassuna, que hasta ese entonces fue una de las producciones más caras del cine brasileño.

A partir del inicio de los años 70 desarrolla un ritmo intenso de actividad en la televisión, teatro y cine, lo que se hizo una característica de su carrera. Comienza a hacer telenovelas en 1973, en TV Tupi, donde hace su primer éxito con “El Machão”.

Años más tarde, Fagundes apuesta en la ca-rrera de autor, escribiendo la obra “Por Teléfono”, además de algunos episodios para las series “Carga Pesada” y “Amistad Colorida”, que él mismo protagoniza en la televisión. Se hace un productor teatral al crear, con dos socios más, la Compañía Estable de Repertorio, que atrae grandes plateas en sus turnês.

Existen varios Antonio Fagundes. Un Antonio Fagundes es uno de los hombres más codiciados por el público femenino brasileño.

En contrapartida, existe un otro sensato, padre de familia de cuatro hijos y buen amigo de sus exparejas.

Un tercer Fagundes, astro de televisión, con muchos años de carrera. Este es un artista completo, perfectamente natural en todos sus registros, un hombre que es capaz de quedarse horas y horas grabando escenas trabajosas de una telenovela durante el día, y en la noche.