“Los españoles nos han quitado nuestro trabajo”
La percepción de Wanda Solís sobre la situación de los bolivianos en España es clara. Los migrantes han disminuido en cantidad y sus sueldos también.
La crisis en el país europeo ha llevado a que los españoles entren en paro, es decir no trabajen. Esa situación les ha obligado a buscar alternativas de sobrevivencia. Fue así que pusieron su mirada en las labores que solo los bolivianos realizaban por la exigencia física y la dedicación en tiempo: por ejemplo, las de construcción.
“A mi modo de ver, la situación de los migrantes ha empeorado en el último tiempo. De hecho, mucha gente retornó a Bolivia. Eso debido a que los mismos españoles están en paro y ahora hacen trabajos que antes no hacían o estaban destinados para los extranjeros. Han desplazado a los bolivianos”.
Para el economista José Antonio Alberti Uzqueda, la reacción de los españoles es casi normal. “Hay cierto recelo. Cuidan el trabajo para sus ciudadanos. Los extranjeros velan por los intereses de las empresas y ciudadanos de España. Hay que mirar desde la otra vereda”.
Wanda Solís dice que la recesión, que vive el país donde reside desde hace 13 años, ha conducido a que hayan menos puestos de trabajo. “Como los españoles ahora realizan trabajos que antes no hacían, las empresas prefieren dar trabajo a su gente, claro, es lógico. Y si dan a los inmigrantes es con menos sueldo”.
Aclara que también depende mucho del tipo de persona que contrata los servicios.
Por lo pronto, han disminuido los puestos de trabajo y también el sueldo y eso, a veces, los empresarios aprovechan.
Actualmente, la media de sueldo es muy variable.
La mayoría de las mujeres trabaja como empleada del hogar o cuidando personas mayores. Ganan sobre los 600 a 800 euros mensuales.
Para los hombres es más difícil conseguir trabajo.
“Pero bueno, como todos, se buscan la vida”.
Wanda es patronista (maneja los patrones de diseños) en una empresa de confección. Trabaja media jornada y su sueldo es de 600 euros (703 dólares o 4.800 bolivianos).
Wanda y su familia viven en Galicia, una ciudad muy pequeña de La Coruña. “Aquí ya no se ve tanto inmigrante como antes”.
Cuenta que primero partió su esposo, de Cochabamba, luego llevó a su hijo y ella les alcanzó después.
A su llegada a España trabajó por horas haciendo limpieza en las casas, allá se llama trabajo externo.
Nunca trabajó de interna. En aquel entonces, para una interna (o cama adentro, como se conoce en Bolivia) el sueldo era de entre 900 y 1.000 euros. Pero ahora ese monto bajó a 400, lo más bajo.
“Pero aún hay gente consciente que reconoce el trabajo y aún paga bien”.
¿Por qué se quedan ella y su familia en un país donde hay menos trabajo con una remuneración disminuida?
“Porque los que quedamos de alguna manera estábamos trabajando. Personalmente, también es por mi hijo, por sus estudios, aquí tiene buena formación. Si te esfuerzas, puedes estudiar y dan alguna ayuda”, responde.
Otro factor que Wanda dice que pesa es la seguridad. “Aquí no hay la delincuencia de otros sitios, es muy tranquilo. Es raro que alguien robe el móvil, por ejemplo. Pero lo que importa más es que estamos trabajando”.
Otra ciudadana boliviana, que prefiere que se guarde su nombre en reserva, afirma que la crisis pasó hace unos cuántos años. “La verdad que se notó bastante. Ha habido mucha gente que regresó a sus países. El Gobierno propuso un retorno voluntario que consistía en el pago del paro, quiere decir que la cotización a la seguridad social era devuelta en dinero”.
La condición era que no podían volver a España en 3 o 5 años. “Mucha gente se acogió a eso porque no había trabajo”.
LA ECONOMÍA
Para el analista económico José Antonio Alberti Uzqueda, la Unión Europea permanece en recesión desde años y recién en el último periodo comenzó a crecer a niveles de estabilidad con tasas negativas menores.
“Eso permitirá, de alguna manera, disminuir los niveles de paro que llegó del 25 al 28 por ciento en España y países de Europa”.
En las comunidades migrantes, en el sector construcción las tasas de desempleo más altas alcanzaban el 30 por ciento ”.
España y Europa en general tienen ahora un crecimiento modesto, aún insuficiente para crear empleos, “pero se puede al menos inferir bajo esta tendencia que el crecimiento económico estará en torno al 1.5 y 2 por ciento , y eso se tiene que transmitir al mercado laboral para disminuir los niveles de paro que actualmente alcanza a tasas del 10 por ciento ”.
Ratifica que el crecimiento que tienen no es suficiente para crear más empleos.
España es uno de los destinos de Europa donde se calcula que están más de dos millones de bolivianos especialmente absorbidos en los sectores de construcción, de servicios sociales y personales.
Alberti cree que en este momento la crisis está quedando atrás y, en el corto plazo, la economía española se volverá a “pintar de colores” repercutiendo en el mercado laboral.
Según una publicación de Prensa Latina, la balanza comercial española registró hasta marzo un déficit de 6.933 millones de euros, un descenso de 3.7 por ciento respecto a similar período de 2017, informó el 22 de mayo el Ministerio de Economía.
Ese resultado en el primer trimestre fue consecuencia de unas exportaciones por 71 mil 25 millones de euros -una subida de 1.8 por ciento interanual-, y de unas importaciones valoradas en 77. 958 millones de euros, para un incremento de 1.3 por ciento.
El 23 de mayo pasado sucedió algo que demuestra cuál será el comportamiento de la economía de España.
Bruselas avaló los presupuestos generales españoles que aprueba el Congreso de los Diputados, pero avisó una vez más que España no logrará la meta de déficit ni el esfuerzo fiscal pactado.
"Adoptamos hoy una opinión de cumplimiento en general, lo que viene a confirmar que España pasará claramente por debajo del 3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de déficit este año", afirmó el comisario europeo de asuntos económicos, Pierre Moscovici. No obstante, Bruselas advirtió de que no está previsto que España cumpla "ni el objetivo de déficit ni el esfuerzo fiscal pedido en 2016" este año, para cuando debía reducir su déficit público hasta el 2.2 por ciento del PIB.
El ejecutivo europeo cree que el déficit público español será este año del 2.7 por ciento , cinco décimas por encima de la meta pactada con Bruselas.
Esto es así debido al aumento del salario de los funcionarios y de las pensiones decidido por el Ejecutivo español, en minoría en el Parlamento, para contar con el apoyo del Partido Nacionalista Vasco (PNV) a los presupuestos. Por tanto, la Comisión Europea (CE) pide al gobierno de Mariano Rajoy que esté "preparado" para adoptar "medidas adicionales" si fuera necesario para asegurar que los presupuestos estén en línea con las normas de disciplina fiscal.
El desempleo en España, apuntó, aún es "alto" (16 por ciento ), lo que "indica que aún hay problemas estructurales".
Me quedo porque de alguna manera estamos trabajando. Mi hijo tiene una mejor educación y la seguridad que ofrece España pesa”.
Wanda Solís
Migrante boliviana
Sueldos
Como promedio, un emigrante puede ganar entre 600 y 800 euros mensuales, pero antes su sueldo era de 900 a 1.000 euros.