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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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Un robot opera por primera vez en España

Neurocirujanos del centro Teknon han practicado la intervención de cerebro a una enferma de Parkinson.
Un robot opera por primera vez en España


La paciente, una mujer de Barcelona, de 67 años con mal de Parkinson, se sometió el 14 de marzo a la intervención quirúrgica, a la que pudo asistir EFE, y se ha recuperado favorablemente de la operación, aunque durante un mes los médicos le tendrán que ir adaptando la intensidad de las descargas de los electrodos, que van conectados a una batería instalada bajo la clavícula.

El neurocirujano Bartolomé Oliver, que ha coordinado la intervención, ha explicado que la utilización del robot “duplica la precisión de la cirugía”, y no es necesario despertar al paciente, que puede mantenerse bajo anestesia general durante toda la operación.

Este tipo de intervenciones en el cerebro ya se hacen en otros hospitales, pero de forma manual, sin robots, lo que obliga a que durante su ejecución se tenga que despertar al paciente para comprobar la correcta implantación manual de electrodos.

En este caso, sin embargo, tras someter el cerebro de la paciente a una Tomografía Axial Computerizada (TAC), el robot localiza las coordenadas exactas donde colocar los electrodos, uno a cada lado del cerebro, con un margen de error inferior a 0.3 milímetros, una mejora respecto al milímetro de error que se produce en una operación manual.

“La precisión reduce el trauma creado con la intervención porque nos permite acertar a la primera, mientras que cuando lo hacemos de forma manual a veces hay que recolocar los electrodos”, ha destacado la neuróloga Anna Pujol, del equipo de Oliver.

“Esta tecnología impulsa la innovación técnica y ofrece a la neurocirugía una herramienta más”, ha celebrado Pujol, que espera que “de cara al futuro, toda la cirugía de cráneo se haga con este robot”, una brazo mecánico dirigido por computador que solo dos marcas en el mundo fabrican.

La neuróloga ha explicado que los electrodos implantados permitirán a la paciente recuperar los movimientos automáticos, como caminar o batir un huevo, y controlar los involuntarios, como los temblores, un síntoma característico de la enfermedad.