Felipe Calderón (México)
La investigación de la justicia brasileña en la trama de corrupción de la constructora Odebrecht, salpicó al expresidente de México Felipe Calderón.
Una de las evidencias que involucra a Felipe Calderón en el caso Lava Jato, está sustentada en un correo electrónico entre los ejecutivos de Odebrecht Roberto Prisco Ramos y Alexandro Alentar, quienes fueron los encargados de gestionar una reunión entre el expresidente mexicano y el entonces presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, como parte de su estrategia para hacer negocios en Pemex, de acuerdo con una investigación de los periodistas Raúl Olmos y Daniel Lizárraga en “Mexicanos contra la corrupción y la impunidad”.
La empresa extranjera necesitaba 66 mil barriles diarios de gas etano a un costo bajo para suministrar a una planta de polietileno que se construiría en Coatzacoalcos, Veracruz, y así obtener ventas por 2 mil millones de dólares anuales.
Por ese motivo, 75 días después del correo entre los altos ejecutivos, Calderón y Lula Da Silva se reunieron en la Cumbre de la Unidad Latina del Caribe celebrada en Quintana Roo y poco después anunciaron la inversión de 2.500 millones de dólares por parte del grupo mexicano IDESA y la brasileña Branskem en el complejo Etileno XXI.
Los sobornos que otorgó Odebrecht en México fueron por 10.5 millones de dólares, entregados en dos momentos: 4.5 millones de dólares durante el Gobierno de Felipe Calderón y 6 millones de dólares en el sexenio de Enrique Peña Nieto, según los testimonios de algunos ejecutivos de Odebrecht obtenidos por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Ante los señalamientos, Felipe Calderón envió una carta a “Mexicanos contra la corrupción e impunidad”, en la que se absolvió a sí mismo de haber cometido algún delito. “En ningún caso (las reuniones con el expresidente Lula Da Silva) implicaron acuerdos al margen de la ley o que les confiriesen ventajas indebidas”.