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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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La serenidad puede depender de una variación genética

La serenidad puede depender de una variación genética





Siempre se ha pensado que la ansiedad, ese molesto malestar que aparece sin causas aparentes, se dispara por un desajuste psicológico. Sin embargo, los médicos del área saben desde hace algún tiempo que muchísimas personas sufren de ansiedad sin haberse visto nunca expuestas a alguna situación de estrés o peligro o susto grave. Y que años de psicoterapia no tienen mayor efecto.

La neurociencia explica una posible razón, se ha demostrado por primera vez que una variación genética en el cerebro vuelve a ciertas personas menos ansiosas y con una capacidad mayor de olvidar experiencias desagradables. Esta mutación genética produce en nuestros cerebros niveles elevados de una sustancia, la anandamida, ahora llamada molécula de la tranquilidad.

La anandamida se sintetiza en partes del cerebro que se encargan de la memoria, la motivación, procesos de pensamiento complejos y control motor. También juega un papel importante en muchas funciones fisiológicas, como el control del dolor, el apetito y la fertilidad

NEUROLOGÍA

Todos los humanos producen de forma natural la anandamida, pero quienes tienen una mutación de este gen la producen en mayores cantidades. Algo que les confiere al menos dos ventajas: baja ansiedad y cero tendencia a las adicciones.

Un aspecto muy llamativo en la frecuencia de la mutación es que varía entre los diversos grupos étnicos que la portan de la siguiente manera: 21 por ciento de blancos descendientes de europeos, 14 por ciento de los Han chinos y 45 por ciento de los nigerianos yorubas.