Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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¿QUÉ FUE DE LA VIDA DE...?

Fernando Kushner: de rey de las fiestas a protector de perros

Protector de animales. Nunca pensó que el encuentro con un can vagabundo cambiaría el rumbo de su vida. Ahora, trabaja para alimentar a más de medio millar y tiene la meta de esterilizar a 100 mil hembras en cada departamento.<BR>
Fernando Kushner: de rey de las fiestas a protector de perros



Hasta el 2015, su presencia en los eventos sociales más importantes de la ciudad de La Paz era casi

un hecho; su prestigio profesional como relacionador público de empresas importantes le abrió muchas puertas y en la socialitié paceña era conocido como “Ferchie”.

Hoy, tres años después, es difícil ima-ginarse a Fernando Kushner en ese mundo de la farándula. Ahora, lo común es verlo en las calles de la sede de Gobierno, a diferentes horas, distribuyendo comida a cientos de perros callejeros y dándose un tiempo para interactuar con sus nuevos amigos de cuatro patas. No cabe dudas, la vida tiene sus vueltas.

CUNA DE VALORES

Fernando y su hermano menor Luis crecieron en Cochabamba, en el hogar de sus abuelos maternos, Grisa Kushner y Emma López, de religión judía y cristiana, respectivamente, quienes marcaron su vida con su ejemplo.

“Crecí bajo la formación de mis abuelos, que se dedicaban a hacer obras sociales de manera silenciosa”, cuenta.

En cierto momento de su vida, “Ferchi” le pidió a su abuelo que le dé su apellido, porque para él, padre es quien cría a los hijos y él se sentía

más hijo de Grisa que de su progenitor. Y así lo hizo. Él empezó a usar el apellido de su madre, con el cual fue conocido en las altas esferas sociales y empresariales, posteriormente.

Junto a su madre dejó Bolivia y vivió en otros países, como Argentina, Uruguay, Estados Unidos, entre otros. Después de algunos años de alejamiento retornó a Bolivia para trabajar.

De profesión ingeniero comercial, Fernando Kushner ocupó la gerencia nacional de Trade Marketing y fue relacionista público y de prensa

de Saint-Honoré. Además, manejó

la imagen corporativa de marcas

internacionales de lujo, como el restaurante Goss en Santa Cruz.

“Mi trabajo me llevó a viajar por el mundo y rodearme de gente con

mucho poder; pero eso no cambió

mi esencia como persona, porque

mi familia me formó con muchos valores”, asegura.

Tras un largo periodo de residencia en Santa Cruz, donde “se movía como pez en el agua”, se vio en la necesidad de viajar a La Paz en 2015, donde vivía su madre Lita, debido a que se encontraba delicada de salud.

Allí, un día -en el que el frío paceño estaba en su máxima expresión- fue testigo del sufrimiento de un perro vagabundo, al que luego llamaría Choco, que estaba casi en los huesos.

Esta experiencia le cambió su vida,

comenzó a alimentar a Choco; a los pocos días, su protegido estaba acompañado de otros cinco perros, número que iba en aumento a medida que el tiempo pasaba.

Ante esta situación tomó una decisión.

“No podía quedarme sin hacer nada, decidí que trabajaría por ellos, ya que los animales no tienen la culpa de su situación de calle, e impulsaría campañas de concienciación sobre esta problemática”.

TRES ALIMENTOS AL DÍA

La jornada diaria de Fernando Kushner comienza al promediar las cinco de la mañana, cuando deja su hogar para recorrer en su movilidad por cinco zonas de la ciudad paceña, ruta en la que reparte croquetas o comida seca a los perros vagabundos. El costo de este alimento balanceado es financiado por él mismo.

Realiza este recorrido tres veces por día, va cambiando de rutas y sectores. Su jornada finaliza cerca de las 22:00, cuando retorna a su casa.

“Ferchi” tiene esta rutina hace tres años. No ha bajado la guardia ni un día. Para él no hay feriados ni fines de semana porque sus “hijos con cola” necesitan comer diariamente.

“Invierto 10 mil bolivianos cada mes -mis ahorros, regalos y plata que genero trabajando- en la compra de 45 bolsas de comida. También recojo sobras de comida de algunos restaurantes para variar su alimentación”, explica el benefactor.

Su labor solidaria pasaba desapercibida hasta que Ignacio Romero, un periodista boliviano que reside en Las Vegas, presentó esta historia a la cadena de noticias CNN.

Su corresponsal en Bolivia, Gloria Carrasco, realizó el reportaje titulado “Los ojos del mejor amigo”, cuyo video todavía puede ser visto en YouTube. Esta cadena postuló a Kushner como uno de los héroes de su medio.

“No trabajo con ninguna institución del Estado. Estoy trabajando para

socializar la necesidad de la tenencia responsable de los animales. Además de las charlas y conferencias de sen-sibilización en los colegios sobre

el adecuado trato a las mascotas

y la importancia de la vacunación

y esterilización”, añade.



proyectos de fundación

Con el tiempo, la labor que nació como una motivación personal se transformó en una fundación,

que lleva el nombre de “Abril y Ariel”, que tiene por objetivo la alimentación de los perros callejeros y la esterilización de las hembras.

“Solo pido ayuda a mi país para que socialicemos sobre la tenencia responsable de los animales, a través de la educación”, refuerza.

Actualmente, Fernando también está alimentado a seis mendigos, los que pasarán ser parte de la Fundación Catalina, que arrancará sus actividades este año. “En una de las rutas fui testigo de la pobreza de personas que viven en la calle. Vi cómo un perro y un hombre peleaban por comida y eso me marcó; por eso, estamos trabajando en otro proyecto”, concluyó.

Cifras



Kushner calcula que existen cerca de 1.600.000 canes abandonados en Bolivia, de los cuales, estima que el 20 por ciento tiene dueño.

La realidad

empeora cuando se toma en cuenta la reproductibilidad de los animales.

Es por eso que, tiene la meta de crear una campaña masiva donde

puedan esterilizar.

Actualmente, tiene

un equipo de veterinarias, a la cabeza de Mariana Peña, que se hace cargo de las esterilizaciones caninas.

Educación



Actualmente,

Kushner está

realizando campañas de educación, para conseguir el apoyo de empresas que permita la sostenibilidad de este proyecto.

Además, brinda charlas y conferencias de sensibilización en algunos colegios sobre el adecuado trato a las mascotas.

Trabajo



En varias oportunidades sus publicaciones en Facebook, según él, llegaron a obtener más

de medio millón

de “likes”.

“Nunca pagué a Facebook por publicidad y eso me satisface. Por suerte, me pagan bien por mi trabajo profesional y eso me permite continuar con mi labor”, afirma

Kushner.