Científicos de Harvard y del MIT (Instituto Tecnológico de Massachussets) desarrollaron lo que se denominaron “tatuajes inteligentes”. ¿Y por qué son inteligentes? Porque además de añadir un dibujo en tu piel, cuentan con sensores para controlar tu estado de salud. Para que funcionen no es necesaria ningún tipo de conexión inalámbrica. La tinta está desarrollada para que reaccione a la composición de tu líquido intersticial. Y este refleja el estado de la sangre.

En el caso de los deportistas, por ejemplo, cuando el verde del tatuaje se torne más intenso, estos podrán saber si corren riesgo de deshidratarse. Si la tinta verde se vuelve marrón, los diabéticos tendrán una evidencia de que sus niveles de glucosa están subiendo.