Diputada elabora un proyecto de ley para uso médico del cannabis
Despenalizar el uso medicinal de la marihuana hasta fines de 2018 es el objetivo que se ha propuesto la diputada por La Paz Brígida Quiroga Ramos (MAS) y para ese cometido elabora un proyecto de ley.
En contacto telefónico con OPINIÓN, la legisladora señaló que ella, junto con un comité y su asesor, trabaja en la elaboración de un proyecto de ley para el uso medicinal del cannabis sativa (marihuana).
La diputada dejó claro que la finalidad de este proyecto no es despenalizar el cannabis en su totalidad, sino solamente para el uso medicinal, terapéutico.
Este proyecto de ley prevé que se firmen convenios interinstitucionales con universidades y organizaciones consolidadas.
Quiroga recordó que el artículo 19 de la Ley 913 de Lucha contra el Tráfico Ilícito de Sustancias Controladas faculta al Ministerio de Salud emitir autorizaciones para la importación, manejo o adquisición limitada y excepcional de sustancias controladas, con fines de investigación.
Tomando en cuenta este artículo de la Ley 913, Quiroga manifestó que es posible trabajar con el cannabis para fines científicos y medicinales.
La intención de la diputada y su equipo es presentar el proyecto de ley la gestión 2018, en febrero.
Uno de los argumentos que esgrime la legisladora es que hay personas en Cochabamba, La Paz y Santa Cruz que reciben algún tipo de tratamiento con el aceite de cannabis, y en algunos casos lo importan desde Chile, lo que resulta una carga onerosa para sus economías, “y eso no es factible, toda vez que la mayor parte de estas familias son de escasos recursos económicos”.
Quiroga afirmó que en el país no se ha realizado todavía estudios científicos suficientes en torno a las bondades de la marihuana, para su uso medicinal, pero aclaró que existe una vasta literatura en otros países sobre el tema.
El espíritu de la ley, señaló Quiroga, apunta a que en Bolivia se pueda producir el aceite que es utilizado para tratar varias enfermedades, pero para eso se requerirá orientación de los países que tienen más experiencia en la fabricación de productos medicinales de marihuana.
ENCUENTROS
Antes de presentar este proyecto de ley a la Asamblea Legislativa Plurinacional, Quiroga y su equipo se reunirán en diciembre con asociaciones de padres que ya trabajan con la marihuana medicinal, de tal forma que recojan sus planteamientos y necesidades.
La legisladora señaló que el proyecto de ley se encuentra actualmente en borrador y se espera las contribuciones de las asociaciones de padres para ir afinando la norma.
Recordó que en días pasados participó en un foro debate en la ciudad de Cochabamba con investigadores de la Universidad Mayor de San Simón, uno de ellos Fernando Salazar.
Asimismo, la legisladora fue parte de un encuentro internacional en agosto, que se realizó en Chile, con la Fundación Daya, donde conoció a expertos de otros países que dieron sus testimonios de sus pacientes. Ese es el caso, por ejemplo, de una experta de Colombia que proporcionó datos estadísticos sobre por lo menos 900 personas que se tratan con la marihuana medicinal, en diferentes patologías, especialmente epilepsia refractaria.
CULTIVOS
La diputada puntualizó que el proyecto de ley que impulsa prevé que estará permitido el cultivo de la planta de marihuana para fines terapéuticos y la consiguiente elaboración del aceite para el tratamiento de varias enfermedades.
Se plantea que el Estado, mediante el Ministerio de Salud, regule la autorización, la legalización, el uso y el consumo de los productos hechos con marihuana para los pacientes.
Aclaró que no se plantea el autocultivo, como sucede en Chile.
Una opción, según la diputada, es que las facultades de Medicina y Bioquímica de las universidades firmen convenios con el Ministerio de Salud para que les autorice plantar cannabis, cultivar y extraer el aceite para analizar la calidad del producto.
LOBBY
Quiroga manifestó que mantuvo conversaciones con otros diputados, al menos seis, para lograr el apoyo correspondiente. Citó algunos nombres como Javier Zavaleta, Manuel Canelas y Valeria Silva, a quienes les hizo conocer los alcances de este proyecto.
APOYO Y DEMANDA
Quiroga recordó que en otros países, como Perú, Uruguay y Colombia, se aprobó ya el uso medicinal del cannabis, pero para eso pesó mucho la demanda de las familias, es decir, padres que necesitaban los productos para el tratamiento de sus hijos.
Puntualizó que los niños que tienen epilepsia y convulsionan, empiezan a perder sus capacidades, es decir, retroceden en su aprendizaje.
“Con cada crisis que tiene el niño va retrocediendo. Si sabía caminar, deja de hacerlo, y si habla, también empieza a perder esa facultad. Esa es una situación desesperante para los padres”.
Dijo que por estos motivos los padres de Perú se organizaron para pedir la aprobación del uso medicinal de la marihuana “y ojalá en Bolivia sucediera lo mismo, con la finalidad de trabajar con las personas que sufren determinadas enfermedades para que puedan vivir bien, como dice nuestra Constitución Política del Estado”.
Agregó que muchos padres deben comprar varias medicinas para tratar a sus hijos que tienen epilepsia refractaria y erogan elevados recursos económicos.
Para impulsar con más fuerza el proyecto de ley, la legisladora busca reunir a la mayor cantidad de padres que tienen hijos con determinadas enfermedades, incluido el autismo, para hacer eco de esta necesidad sentida.
“Quiero que nos organicemos y que pidamos que se legalice el uso medicinal de esta planta que es tan prodigiosa, trabajar juntos”, manifestó.
Apuntó que si bien ella como diputada puede plantear la ley, si la sociedad civil no apoya este proyecto nada funcionará. “Por eso hacemos este llamado a las familias”, dijo.
“Mamá Cultiva”
En el país se prevé la conformación de una organización de padres de familia similar a la de Chile “Mamá Cultiva Bolivia”.
913
Ley
El artículo 19 de la Ley de Lucha contra el Tráfico Ilícito de Sustancias Controladas señala que el Ministerio de Salud autorizará el uso de sustancias controladas con fines de investigación científica y medicinal.