Investigación no avanza y heridas sin cerrar a un año del siniestro de LaMia
“Puedo afirmar con absoluta certeza, que de mi parte hice lo humanamente posible y lo técnicamente obligatorio para conservarles la vida (de la tripulación y los pasajeros)”.
Estas palabras de Yaneth Molina, la controladora aérea de Colombia con la que habló el piloto del vuelo CP-2933 minutos antes de estrellarse con 77 personas a bordo, resumen el drama que se vivió el 28 de noviembre de 2016.
Ese día fatídico, una aeronave de la empresa LaMia, con base en Bolivia, se precipitó a tierra en una zona montañosa de difícil acceso en el Cerro Gordo, cuando estaba próxima a aterrizar en el aeropuerto José María Córdova de Medellín, dejando a 71 personas muertas y seis sobrevivientes, según un reportaje publicado por BBCMundo el 2 de diciembre de 2016.
A dos días de cumplirse un año de la tragedia que enlutó a 71 familias, la mayor parte de ellas parientes de los jugadores del club profesional de fútbol Chapecoense de Brasil, la situación continúa siendo incierta. Los seis sobrevivientes que resultaron heridos en el accidente y los allegados de los fallecidos siguen en la pelea para que se les pague la indemnización correspondiente.
Varios de ellos han quedado con secuelas de por vida, tal es el caso del portero brasileño Jackson Follman, a quien tuvieron que amputarle la pierna derecha tras el accidente.
Ximena Suárez Otterburg, quien sobrevivió al siniestro, asegura que se recupera, poco a poco, de sus heridas físicas y psicológicas y disfruta de su familia, de sus hijos y de la segunda oportunidad que le ha dado la vida.
Señala que se sometió a varias cirugías.
HERIDAS ABIERTAS
A pocas horas de cumplirse un año de la tragedia, los familiares de las personas que murieron o resultaron heridas el 28 de noviembre de 2016 siguen en pie con su reclamo para que les paguen las indemnizaciones respectivas.
“Casi un año después de la tragedia, las familias de las víctimas no han recibido aún ninguna indemnización”, destaca un artículo publicado por la agencia de noticias EFE.
El Chapecoense pagó un seguro obligatorio y el seguro contratado para los jugadores y trabajadores, pero los familiares de las víctimas pueden demandar al club y, según el abogado que los representa, podrían llegar a pedir hasta 400 millones de dólares, importe muy superior a los 3 millones de dólares de patrimonio que el club alega tener.
La empresa aseguradora de LaMia, Bisa, se niega a pagar, según EFE, un seguro de 25 millones de dólares al entender que el piloto y dueño de la empresa voló deliberadamente sin el combustible necesario, colocando en peligro la seguridad del avión, de los pasajeros y tripulantes.
Bisa ofreció 200.000 dólares a cada familia de las víctimas por "razones humanitarias" siempre que acepten desistir de procesar personas vinculadas a la aerolínea, algo que fue rechazado.
El reclamo de indemnización no es nuevo. El 7 de febrero de este año, familiares de ocho de la veintena de periodistas que murieron en el accidente aéreo anunciaron que demandarían al club Chapecoense por su presunta responsabilidad en el trágico episodio que acabó con la vida de 71 personas, reflejó EFE.
En esa oportunidad, el abogado João Tancredo había solicitado a los directivos del equipo toda la documentación referida a la contratación del vuelo de la aerolínea LaMia.
El objetivo del abogado y las familias era conocer si la empresa había firmado un contrato de seguro y su valor.
Desde su punto de vista, los documentos solicitados servirían para identificar “el número de responsables” además de LaMia, que “ejecutó el transporte contratado”, y a partir de ahí interponer las demandas pertinentes contra el resto de los actores implicados, sin descartar al Chapecoense.
Un factor que complica el pago del seguro a los afectados del accidente es que, según declaró el 30 de mayo pasado el vicepresidente de Bisa Seguros y Reaseguros, Alejandro Mac Lean, el piloto de la aeronave de LaMia no notificó que iba a Colombia.
Mac Lean afirmó, en esa oportunidad, que Colombia estaba excluido como destino en el acuerdo contractual, por lo que la empresa rechazaba pagar el seguro.
El ejecutivo informó en una conferencia de prensa que brindó esa fecha que la aseguradora había establecido “un fondo humanitario” para indemnizar a las familias de las víctimas y a los pasajeros que sobrevivieron, aunque no especificó el monto, “por confidencialidad” con su reaseguradora.
Según información que proporcionó Mac Lean en esa oportunidad, la empresa sí había pagado 150.000 dólares a casi todas las familias de los tripulantes fallecidos y abonó los gastos médicos de los supervivientes de Bolivia, 25.000 dólares a cada uno.
LOS BEMOLES
DE LA TRAGEDIA
La aeronave modelo BAE 146 Avro RJ85 no tenía gasolina cuando se precipitó a una montaña cerca de Medellín, según la investigación que realizó Aeronáutica Civil de Colombia, información que fue difundida el 1 de diciembre de 2016 por el secretario de seguridad de esta entidad, coronel Freddy Bonilla.
Las regulaciones aéreas contemplan que una aeronave cuente con 30 minutos de reserva de combustible para aterrizar en un aeropuerto alterno en caso de una emergencia.
“El piloto tenía la opción de reabastecer gasolina en Bogotá, pero continuó hacia Medellín”, afirmó en esa ocasión.
Agregó que el día del accidente, el piloto declaró a la torre de control una emergencia por combustible a las 22:57 (hora boliviana) y ocho minutos después reportó una “falla eléctrica total”.
Después del análisis de las dos cajas negras que llevaba el avión, la autoridad de la Aeronáutica Civil de Colombia concluyó, preliminarmente, que la aeronave no llevaba suficiente combustible, iba con sobrepeso de más de 500 kilos y volaba a una altura superior autorizada.
Un reportaje publicado por el diario El Espectador de Colombia, el 26 de diciembre de 2016, revela que cuando el avión de LaMia cruzaba el Amazonas, el audio de las cajas negras captó la conversación en la que queda en evidencia que los tripulantes sabían que les faltaba combustible.
“Incluso, se escucha al copiloto advertir sobre la situación y proponer una parada de emergencia en Leticia para reabastecerse de gasolina. Sin embargo, el piloto no se comunicó con los controladores colombianos y continuó”, destaca la parte central del reportaje.
Según la investigación, en el plan de vuelo presentado por el piloto en el aeropuerto de Santa Cruz, la autonomía de la aeronave era de cuatro horas y 22 minutos, exactamente igual al tiempo de vuelo.
Una grabación entre el piloto y la torre de control el día del accidente, divulgada el 30 de noviembre de 2016, reveló que la controladora aérea de Colombia daba prioridad a otra nave de la aerolínea Viva Colombia que tenía un problema de “una fuga”
La aeronave de LaMia trasladaba al Chapecoense a Medellín para disputar la final de la Copa Sudamericana frente al Atlético Nacional de Colombia.
Horas antes, los pasajeros habían volado de Sao Paulo (Brasil) a Santa Cruz (Bolivia) en un vuelo comercial y luego se cambiaron a LaMia.
El avión, que quedó destrozado, llevaba a 22 jugadores del Chapecoense, dirigentes y allegados del club, periodistas y nueve miembros de la tripulación, según BBCMundo.
Entre ellos estaba el piloto Miguel Quiroga Murakami, quien era también supuestamente el dueño de la empresa junto con su socio y colega Marco Rocha Venegas.
Tras el accidente, un total de siete heridos fueron trasladados a clínicas y hospitales de la zona, sin embargo, uno falleció.
Los miembros de la tripulación, la auxiliar Ximena Suárez y el técnico Erwin Tumiri también habían sido auxiliados a otro hospital.
Los sobrevivientes son los jugadores Alan Ruschel, Helio Zampier Neto, Jackson Follman, los miembros de la tripulación Ximena Suárez y Erwin Tumiri, y el periodista brasileño Rafael Henzel Valmorbida.
El miércoles 30 de noviembre de 2016, en el estadio Atanasio Girardot de Medellín, una multitud homenajeó al equipo brasileño víctima de la tragedia. A la hora exacta marcada para el juego, colombianos y brasileños fundieron sus voces para recordar a los 71 fallecidos, retrató BBCMundo.
Después del siniestro de LaMia, la recuperación de los cadáveres y el rescate de los seis sobrevivientes, las investigaciones en torno al accidente empezaron a arrojar luces.
El 8 de diciembre de 2016, el director de LaMia, Gustavo Vargas Gamboa, fue imputado por la Fiscalía de Bolivia por tres delitos: lesiones graves y gravísimas, y desastre en vía aérea.
¿DUEÑOS VENEZOLANOS?
La empresa aérea LaMia, con sede en Bolivia, aparentemente no pertenece a los dueños que aparecen en el contrato que se firmó con el club Chapecoense para el traslado de su equipo y que se estrelló cuando estaba cerca de aterrizar en Medellín, según la Fiscalía del estado brasileño de Santa Catarina.
El portal G1, según EFE, tuvo acceso a las investigaciones de la Fiscalía de Santa Catarina, en las que se revela la presencia de la venezolana Loredana Albacete, responsable de una empresa que recibiría, a través de una cuenta en Hong Kong, los 140.000 dólares que corresponden al vuelo entre Santa Cruz (Bolivia) y Medellín (Colombia).
Si se confirmara que los dueños de LaMia no son los bolivianos Miguel Quiroga (piloto que falleció en el accidente) y Marco Antonio Rocha (prófugo), la batalla judicial que tienen las familias de las víctimas por el pago de las indemnizaciones podría sufrir un giro de 180 grados.
La Fiscalía de Santa Catarina, siempre según EFE, encontró documentos que muestran que la negociación para el alquiler del avión, por parte del Chapecoense, tuvo la participación de Loredana Albacete, hija del exsenador venezolano Ricardo Albacete.
Si se comprobara la relación de los Albacete con la negociación del vuelo, podría colocarla como responsable solidaria en un pedido de indemnización en la Justicia.
En cualquier caso, sería el Chapecoense que debería entrar en una acción en la Justicia contra los venezolanos, en la llamada "acción de regreso", cuando alguien condenado a pagar una indemnización acciona una tercera parte para resarcir perjuicios.
Según los antecedentes publicados por BBCMundo, la aeronave Avro RJ85, que se accidentó el 28 de noviembre, fue comprada en 2013 por LaMia para operar en Venezuela. Un año después, Quiroga y Rocha legalizaron la empresa en Bolivia y se habrían desvinculado de Venezuela.
La Dirección General de Aeronáutica Civil de Bolivia les autorizó a partir del 31 de julio de 2015 a realizar servicios aéreos no regulares, domésticos o internacionales y de transporte de pasajeros, carga y correo.
El nombre de la aerolínea permaneció intacto, pero su modelo de negocio pasó a estar centrado en proveer servicios de vuelos chárter, especialmente a equipos de fútbol en Bolivia y en la región, según BBCMundo.
El avión tenía capacidad para acomodar a 94 pasajeros y era usado con frecuencia por equipos y selecciones de fútbol sudamericanas.
Sobrevivientes
Solo seis personas sobrevivieron al accidente de LaMia: tres futbolistas del Chapecoense, dos auxiliares de vuelo y un periodista que acompañó al equipo.
Informe de Colombia
En los próximos días, según la agencia EFE, las autoridades de la aviación civil colombiana deben divulgar el informe final del accidente, cuya versión preliminar apuntaba que la aeronave carecía del combustible necesario para volar entre Santa Cruz de la Sierra y Medellín.
La cronología del accidente
- 28 de noviembre de 2016. El vuelo de la aerolínea LaMia con 77 personas a bordo, entre integrantes del plantel de fútbol Chapecoense, periodistas e hinchas del club, así como nueve tripulantes, parte del aeropuerto internacional de Viru Viru en Santa Cruz (Bolivia) con rumbo a Medellín (Colombia), a las 18:18 horas.
La empresa fue fundada en Venezuela, pero tenía un año operando como empresa boliviana. El nombre significa Línea Aérea Mérida Internacional.
- 28 de noviembre. A casi cinco horas de haber despegado de Santa Cruz (22:57 horas), la aeronave de LaMia se estrella en el Cerro Gordo, a 17 kilómetros de su destino. Las investigaciones preliminares concluyen que el avión se quedó sin combustible.
- 29 de noviembre. Investigadores de la Aeronáutica Civil (Aerocivil) encuentran las dos cajas negras del avión que trasladaba al club Chapecoense.
- 30 de noviembre. La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) suspende el certificado y permiso de operación a LaMia.
- 5 de diciembre. Celia Castedo, la funcionaria aeroportuaria que revisó el plan de vuelo de la nave de LaMia en Bolivia antes de que despegara hacia Medellín introduce una solicitud de asilo en Brasil.
La mujer era buscada por la Fiscalía de Bolivia, por un supuesto “incumplimiento de deberes y atentado contra la seguridad del vuelo”, señala BBCMundo.
- 5 de diciembre. La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) declara al Chapecoense campeón de la Copa Sudamericana 2016, cuya final iba a jugar ante el Atlético Nacional.
La Conmebol le otorgó al Chapecoense el premio como campeón de este torneo que consiste en 2 millones de dólares.
- 6 de diciembre. Funcionarios de la Fiscalía allanan las oficinas de LaMia en busca de documentos para la investigación en torno al accidente y detienen al director de la empresa Gustavo Vargas y a dos empleados más.
- 8 de diciembre. La Fiscalía de Bolivia imputa por tres delitos al director de LaMia, Gustavo Vargas Gamboa: Lesiones graves y gravísimas, y desastre en vía aérea.
- 26 de diciembre. Aeronáutica Civil de Colombia revela, después de un análisis exhaustivo, el contenido de las dos cajas negras halladas el 29 de noviembre.
La conclusión de los investigadores señala que la aeronave no tenía suficiente combustible, iba con sobrepeso de más de 500 kilos y volaba a una altura superior a la autorizada.
- 11 de noviembre de 2017. El Ministerio de Deportes de Brasil entrega medallas a familiares de algunas de las 77 víctimas del accidente aéreo, a pocos días de conmemorarse el primer aniversario de la tragedia.
- 16 de noviembre de 2017. El portero Jackson Follman, sobreviviente del accidente, en el que perdió una pierna, vuelve a entrenar con balón. Practicó varios ejercicios.