Ximena Suárez pide justicia y presenta su libro autobiográfico
Con la firme determinación de salir adelante, Ximena Suárez, sobreviviente del accidente del avión de LaMia, asegura que trabaja duro para recuperarse, con el apoyo de su familia, especialmente de sus dos hijos.
Suárez cumplía la labor de azafata el fatídico 28 de noviembre de 2016, cuando la aeronave se estrelló a 17 kilómetros del aeropuerto de Medellín.
En este accidente murieron 71 de las 77 personas que ocupaban la aeronave. Ximena Suárez es una de las seis personas sobrevivientes, formaba parte de la tripulación y fue la segunda en ser rescatada.
Para recuperarse de sus lesiones físicas, la azafata se sometió a varias cirugías. Asiste también a terapia psicológica con el fin de terminar de cerrar sus heridas emocionales.
P: ¿Cómo cambió su vida después del accidente?
R: La vida me dio otra oportunidad al sobrevivir al accidente de LaMia. Y a partir de ese incidente me propuse a hacer las cosas mejor que antes, aprovechar el tiempo, cada minuto, con mi familia, tener una buena relación con Dios. Eso es lo principal.
El cariño de mis dos hijos fue lo que me ayudó a salir adelante.
Después del accidente me he planteado metas en mi vida, a las que antes no les daba mucha importancia. Pero una descubre que son importantes. Y con el apoyo de mi familia las voy a cumplir.
Una de mis metas, por ejemplo, la estoy cumpliendo este martes 28 de noviembre, cuando presente mi libro, una autobiografía de los pasajes más importantes, de cómo empecé en AeroSur, luego en LaMia, sobre el accidente y también de mis compañeros. Tengo algunas palabras para ellos.
Pero tampoco quiero celebrar, no quiero hacer nada grande. Voy a presentar el libro y venderlo el mismo martes, a un año del accidente.
Otro de mis objetivos es capacitarme para seguir dando charlas motivacionales. Ya di un simposio de aviación hace un par de semanas en Brasil, donde hablé sobre liderazgo, que es muy importante, no solo en el trabajo sino también en la vida cotidiana.
Estas charlas se repetirán en Colombia, adonde me han invitado. Tengo pensado volver también a Brasil en abril, a una feria de aviación, en Curitiba.
También quiero dar estas charlas motivacionales en Bolivia.
Además, el 4 de diciembre iré a Colombia, porque fui nominada a Valientes RCN 2017, un concurso que tiene a varios participantes, personas que han demostrado valor.
Me siento muy honrada de que me hayan nominado. La votación se cerrará el 2 de diciembre próximo.
P: Después del accidente tuvo varias cirugías para recuperarse y asiste a terapias. ¿Ya pudo restablecerse totalmente?
R: Todavía no he logrado recuperarme completamente. Sigo con medicamentos, tengo dolencias y asisto a sesiones con psicólogos. Hago fisioterapia.
P: ¿Y le pagaron alguna indemnización?
R: Hasta el momento no hay nada, no nos han pagado. Mucha gente cree que nos han cancelado una indemnización y que yo estoy bien, pero la verdad es que no ha ocurrido nada de eso hasta la fecha.
Cubrieron una parte del tratamiento médico, pero para el resto tiene que salir de mi bolsillo.
Sigo haciendo el trámite, me asesora un abogado norteamericano, que está viendo este tema.
P: ¿Y la empresa LaMia le pagó los sueldos que le adeudaba?
R: Todavía no pude cobrar nada de los cinco sueldos que me deben, además de los beneficios sociales, porque no hay quien dé la cara.
P: Después del accidente, ¿cuándo fue la primera vez que volvió a volar, qué impresión tuvo?
R: Fue en marzo o abril, más o menos, cuando fui a Estados Unidos, pero no sentí nada, porque estaba totalmente medicada.
En los últimos vuelos, a Brasil por ejemplo, ya estuve más tranquila, pero siempre me trae el recuerdo del momento del accidente. Me altera un poco, pero no tanto como al principio.
P: ¿Piensa volver a trabajar como tripulante de vuelo?
R: Sí, pienso volver, al año, como tripulante de vuelo y también como instructora, por la experiencia que tengo.
P: ¿El día del accidente tuvo algún presentimiento de que podía suceder algún contratiempo?
R: No, nada.
P: De las 77 personas que viajaban en el vuelo, seis sobrevivieron. ¿A qué atribuye que haya sido una de las afortunadas que salvó la vida?
R: Yo no diría afortunada. Pienso que ha sido más bien una bendición de Dios y gracias a Él estoy acá (viva).
Tengo una oportunidad para rehacer mi vida. No soy la misma persona de antes. Cuando veo a alguien le invito a que busque un propósito, una meta en su vida y que trabaje hasta cumplirla.
P: ¿Tiene contacto con sus compañeros que lograron sobrevivir?
R: Sí. Nos comunicamos. Hablo con (Helio) Neto, (Rafael) Henzel (periodista), para saber si necesitamos ayuda. A ellos los considero hermanos.
P: ¿Tiene algún pedido para las autoridades de Bolivia, Colombia y Brasil que investigan el siniestro?
R: Me gustaría que se haga justicia, que la verdad salga a luz, que los responsables den la cara. Son muchas personas que tienen alguna responsabilidad.
Finalmente, debo agradecer a la gente que me ha apoyado y lo sigue haciendo. Gracias a sus palabras cariñosas puedo salir adelante y opacan a la gente que empieza a criticar por cosas que ellos no entienden. Porque a mí me han tachado hasta de asesina, sin saber. Claro que a un comienzo me dolía demasiado, pero ahora trato de no darle importancia.
A mis compañeros que han fallecido siempre los tengo presentes, ellos eran mis hermanos. Los extraño muchísimo, todos los días, (solloza) y sé que en sus familias están sufriendo por sus ausencias.
Sus fortalezas
Los dos hijos de Ximena Suárez se han convertido en sus dos mayores fortalezas para salir adelante después del accidente de LaMia.
6 Sobrevivientes
De las seis personas que lograron salir con vida del accidente de LaMia, el 28 de noviembre de 2016, Ximena Suárez (tripulante de vuelo) es una de ellas. Asegura que es una bendición que esté viva y que eso le cambió la vida.