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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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3 DE CADA 10 ESTÁN EXCEDIDOS DE PESO

La obesidad aumenta en los niños

Consecuencia. El cambio en los patrones alimentarios (aumento del consumo de alimentos hipercalóricos con abundante grasa y azúcares) y la tendencia a la disminución de la actividad física en los menores son los principales
La obesidad aumenta en los niños



Lucas tiene “pasta” de líder, pocas veces se lo ve solo en el patio, uno o varios amigos charlan o juegan con él cada mañana escolar. Su carácter afable y su sonrisa contagiosa funcionan como imán para los otros.

Todo va bien para Lucas, hasta que llega el día viernes, cuando tiene que jugar básquet, como parte de la materia de educación física. Él, no ha comentado con nadie su preocupación, pero siente que allí, dentro la cancha, es diferente a los demás.

No sabe qué pasa, pero cuando comienza el juego, la mayoría de su equipo evita pasarle la pelota, porque sabe que sus pasos son más lentos y cortos. Tampoco entiende por qué se cansa más rápido que los otros ni por qué su camiseta termina más húmeda que del resto ºal final del partido.

Pronto cumplirá nueve años, tiene una estatura acorde a su edad pero el peso de un niño de 13, lo que equivale a un grado intermedio de sobrepeso infantil. Así como él, hay decenas de menores que padecen del mal del siglo XXI: la obesidad, y son buenos candidatos para tener diabetes en un futuro u otra enfermedad crónica vinculada con el sobrepeso como la hipertensión, el colesterol elevado, entre otras.

La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del mundo. De acuerdo a un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), este mal aumentó a un ritmo alarmante en los últimos años. En 2016 había más de 41 millones de niños menores de cinco años que tenían sobrepeso o eran obesos.

Mientras que, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) explicó - con motivo del Día Mundial de la Diabetes, este 14 de noviembre- que “la obesidad es el principal factor desencadenante” de esa enfermedad en América.

En Bolivia, durante los últimos años también se ha incrementado el porcentaje de sobrepeso en niños y adolescentes.

Cochabamba no está ajena a esta realidad, y conocedores de este problema el centro “Vivir con Diabetes”, a la cabeza de la endocrinóloga y directora ejecutiva Elizabeth Duarte, inició a principios de año el “Programa de Prevención del Sobrepeso y Obesidad en Escolares”, en seis establecimientos educativos.

Este proyecto nació luego de que profesionales de esta institución efectuaran un diagnóstico entre los estudiantes de estas escuelas y, en base a los datos del peso y talla de cada uno, determinaron que existe un promedio de 35 por ciento de sobrepeso y obesidad en los niños cuyas edades fluctúan entre los 6 y 12 años.

“Muchos de los problemas actuales y de las enfermedades, se deben en gran medida al tipo de nutrición que tienen las personas desde la infancia”, señala la endocrinóloga.

“La alimentación es vital para cualquier niño o adulto. Eso es algo que debemos hacerles entender ahora, desde chiquitos y educarlos para el futuro”, dijo la Directora del Centro.

De acuerdo a la explicación de Duarte, la comida chatarra, la inactividad física y el ritmo acelerado está ocasionando el incremento de casos de diabetes a temprana edad”.

En los últimos años, en Cochabamba se ha incrementado entre un 10 y 12 por ciento los pacientes con diabetes tipo II en personas menores de 20 años.

Este porcentaje se corrobora con los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que constató el incremento de casos en el mundo de esta enfermedad entre niños y adolescentes.

PLAN DE PREVENCIÓN

Una vez que se detectaron los niveles de sobrepeso en las seis escuelas, el centro “Vivir con Diabetes” conversó con las personas responsables de cada lugar para plantearles la necesidad de llevar a cabo un proyecto de prevención y atención del sobrepeso que involucre a los niños, a los padres y al personal educativo.

Luego de la aceptación unánime, el personal capacitado elaboró un programa que abarca esta problemática desde diferentes puntos de vista, siendo la información, uno de los más importantes para lograr la modificación de las conductas alimenticias en las familias.

Como primera medida se efectúan talleres nutricionales, donde se explica la importancia de la buena alimentación y las consecuencias negativas de tener una inadecuada ingesta de comida poco nutritiva, grasosa y llena de azúcares.

De una manera didáctica, donde los instrumentos visuales son claves, tanto los niños como sus padres van tomando conciencia de que uno es lo que consume y que puede contraer varias enfermedades solo por el hecho de tener una alimentación deficiente o incorrecta.

La segunda etapa del programa consiste en la implementación de los kioskos saludables en cada una de las seis escuelas involucradas en esta proyecto piloto.

El objetivo de estos es presentar a los niños y adolescentes una nueva opción de alimentos para que consuman en los recreos escolares, principalmente frutas y verduras, que son la base de una nutrición saludable, de acuerdo a la nutricionista Jackeline Arando.

La idea es que los escolares se familiaricen con este tipo de comida y opten por ella en lugar de las golosinas y snack llenos de grasa que suelen venderse en los kioskos de las escuelas y colegios.

“Al principio no me gustaba la idea, pero luego cuando fui probando las frutas me gustaron su sabor; ahora he dejado un poco los dulces”, cuenta Graciela P., una niña de 11 años.

Por su parte, Ángel M, de 13 años, todavía está reacio al cambio, pero no descarta hacer el intento de comer más sano y natural.

Sin duda, este tipo de programas de prevención se enmarca dentro de las propuestas de la OPS para promover sistemas alimentarios saludables y sostenibles que vinculen agricultura, alimentación, nutrición y salud.