Devotos se deleitan en El Paso con una variedad de sopas tradicionales
Antonio Morales y su familia acuden religiosamente a la localidad de El Paso el segundo domingo de cada mes para degustar las sopas “que todavía se preparan en este lugar”.
Como es su costumbre, desde hace 10 años, el transportista de 52 años se pide un llusp’ichi, mientras que sus dos hijos prefieren sendos platos de sopa de maní.
Para cocinar “bien” esta y otras sopas, “el secreto” es hacer hervir los ingredientes desde las dos de la mañana, primero con hueso blanco, y después se colocan las mollejas de pato”, afirma Nilda Gandarillas Vargas, quien ha heredado este arte culinario de su suegra.
Después se colocan a la sopa las carnes y otros ingredientes como verduras.
La esposa de Antonio Morales, Bertha Mendoza, prefiere comer una lawa (sopa espesa) de choclo.
Para acompañar su almuerzo, la familia Morales Mendoza se pide refresco de moqochinchi.
Al local de Nilda Gandarillas Vargas acuden, en su mayor parte, los feligreses que asisten a la misa que se celebra en el templo de Santiago Apóstol, en El Paso, a 17 kilómetros de Cochabamba.
La casa en la que se preparan estas comidas es una de las más antiguas de la localidad de El Paso, según Claudia Geovanna Condori Gandarillas, hija de Nilda, quien señala que hasta hace un par de años un letrero en la puerta principal daba fe de ello.
La suegra de Nilda empezó con la tradición culinaria en El Paso, en la casa que actualmente ella ocupa en la acera oeste de la plaza 27 de Mayo.
Entre las especialidades de la suegra de Nilda estaban el chicharrón, el enrollado, el lechón, el escabeche y el chorizo.
En 1985, para continuar con el legado de su familiar, Nilda Gandarillas empezó a preparar el ch’aqe de trigo. Ese año, recuerda, la fiesta del Señor del Buen Viaje empezaba a cobrar importancia y había mucha gente que “no sabía adónde ir a comer después de la misa”.
Ese fue uno de los motivos que impulsó a Nilda Gandarillas a cocinar sopas para ofrecer a los devotos de esta fiesta.
Y como empezó a ganar rápidamente comensales, decidió ampliar su oferta gastronómica con ch’aqe de trigo, trucha que traía de la zona de Misicuni, chairo, llusp’ichi, papa pica lawa de chuño y sopa de zapallo.
CRIOLLO
El secreto, para que las sopas sean deliciosas, es prepararlas con ingredientes criollos, afirma la hija de Nilda, quien agrega que se consigue desde la carne del ganado de la zona, los huevos y las verduras.
La papa pica, por ejemplo, se prepara con papa runa. Otro plato apetecido por los comensales, según Nilda, es la lawa de tres marías, que lleva cuatro ingredientes claves: el maíz willkaparu, el trigo, la haba y la arveja.
Nilda señala que sus hijos aprenden a preparar las sopas para continuar con la tradición familiar.
“Porque cuando no preparamos, la gente reclama y prefiere irse a sus casas sin almorzar”.
PAN ESPECIAL
Nilda elabora, especialmente en el segundo domingo de cada mes, el pan especial. ¿En qué se diferencia de los otros que se hacen en esta localidad?
“Porque se coloca leche, huevo criollo, salvado de trigo y mantequilla, entre otros ingredientes”, responde Nilda.