Norma establece 10 medidas de protección para bancos
Un sensor infrarrojo emite un rayo de luz muy cerca de las áreas estratégicas del banco, como la bóveda, y cuando “un elemento extraño” atraviesa esa área, se activa una alarma.
Esa es solo una entre 10 medidas de protección que todas las entidades financieras de Bolivia tienen, por instrucción de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), en base a un Reglamento para la Gestión de Seguridad Física.
El sensor infrarrojo no solo está instalado en los bancos, sino también en cooperativas, fondos financieros y otras entidades reguladas.
La ASFI dio un plazo de 18 meses a las instituciones para que adecuen a sus instalaciones estos 10 elementos de seguridad. Esa determinación salió en 2012.
No obstante, esa y otras medidas fueron manipuladas por Juan Pari, el exjefe de Operaciones de una sucursal que el Banco Unión tiene en Batallas (La Paz). El exfuncionario desfalcó más de 37.6 millones de bolivianos.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, indicó que se diseñará un nuevo “dispositivo de seguridad interna” para las entidades financieras, considerando que, últimamente, la figura delictiva cambió, pues los ladrones operan desde adentro (refiriéndose al caso Pari y al robo en Prodem).
Al margen de ese “dispositivo” que planteará el Ministerio de Gobierno, en coordinación con ASFI y el Viceministerio de Seguridad Ciudadana, los bancos ya están protegidos por equipos de contacto magnético, por ejemplo.
Esos aparatos se adhieren a puertas y ventanas estratégicas de la institución financiera, con el objetivo de que solo sean abiertas por personas autorizadas. Son dispositivos electrónicos que se activan al separar un contacto eléctrico de un imán.
Además, en teoría, los bancos están revestidos de detectores inerciales, que son unos equipos que activan una alarma cuando perciben vibraciones en el suelo o las paredes de la institución. Especialmente cuando alguien sin autorización circula cerca de la bóveda donde se guarda el dinero.
Otros elementos que no están a la vista de los clientes son los botones de pánico, unos dispositivos que generan una señal de auxilio no audible cuando hay algún incidente de seguridad física.
Para garantizar el continuo funcionamiento de todos esos aparatos, los bancos de Bolivia cuentan con un “grupo electrógeno” que, por medio de un motor de combustión interna, garantiza el suministro ininterrumpido de energía para los sistemas eléctricos de seguridad física.
MÁS EQUIPOS
Sistemas de control de accesos biométricos, de ruptura de cristales, sensores sísmicos, sirenas de alarma y extintores de incendio, son los restantes equipos que precautelan la seguridad de las entidades financieras, principalmente, de amenazas externas.
Internamente, el control también es riguroso, pero Pari pudo mellar al menos tres filtros físicos e informáticos, de acuerdo con la ASFI, como los arqueos sorpresa.
La directora de ASFI, Lenny Valdivia, explicó que el gerente regional del Banco Unión debió ejecutar “arqueos sorpresivos” cada tres meses.
No obstante, ese trabajo lo realizaba la gerente general de esa agencia del Banco Unión de forma rutinaria, además ejecutaba arqueos a fin de mes y arqueos en bóveda. Según sus cálculos, todo cuadraba. Ninguno de los funcionarios encargados de controlar detectó el desfalco que Pari ejecutó, según presumen, desde 2016.
Además de analizar el equipamiento de seguridad de los bancos, las autoridades actualmente están evaluando el rendimiento de ciertos funcionarios dentro el Banco Unión.