Basfor conserva semillas y herbario documenta la flora y la vegetación
En recipientes de plástico y a temperaturas que oscilan entre 4 y 9 grados centígrados, así se conservan 186 semillas de igual número de especies forestales en el Centro de Semillas Forestales (Basfor), al norte de la ciudad.
Los recipientes donde se guardan las semillas de mara, nogal, cedro, almendrillo, chilijchi, kewiña y algarrobo, entre algunas especies, son celosamente cuidados, clasificados en estantes, con sus características científicas.
Sesenta de las 186 especies forestales (entre nativas, exóticas e introducidas) que se guardan en las cámaras de conservación de Basfor corresponden a Cochabamba, informa el director de la institución, Manuel Morales, que depende de la Escuela de Ciencias Forestales de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS).
El objetivo principal de este centro es, a decir de Morales, conservar especies forestales de todo el país, a corto y mediano plazo, especialmente aquellas que se encuentran en peligro de extinción.
El lloque en Cochabamba, que crece en el Parque Tunari, es una de las especies amenazadas por el avance de la agricultura. Los bosques que existían en las quebradas están mermando y ahora solo se encuentran ejemplares en forma aislada.
Se están perdiendo también el nogal y el cedro colorado, debido a que tienen un alto valor económico.
Para asegurar la existencia de algunas especies, Basfor entregó un copia de todo su inventario al Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF).
OBJETIVOS
Basfor tiene dos tareas. La primera se refiere a la conservación de semillas y, la segunda, a la producción de plantas para ofertarlas a instituciones y personas particulares que desean emprender programas de forestación y reforestación en todo el territorio nacional, “porque se almacenan muestras de todo el país, desde Tarija hasta Pando”.
Las especies que más se comercializan son el pino radiata, la mara para el trópico, el cedro, la retama, la kewiña, la kiswara y la tipa, entre algunas.
Este centro, dependiente de la UMSS, realiza colectas de semillas en todo el país para estudiar las características de los diferentes árboles y conservarlas en cámaras de frío.
Basfor tiene un vivero en el que mantiene almácigos de las diferentes especies de plantas, de acuerdo a la demanda que hay en el medio.
El responsable del vivero, Jorge Valencia, señala que en este espacio tienen especies certificadas como el pino radiata, la kewiña, el molle, la tipa.
Puntualiza que se realizan campañas para reforestar los diferentes espacios con plantas nativas.
HERBARIO MARTÍN CÁRDENAS
Bolivia es uno de los países con mayor diversidad de plantas en el mundo, entre 15.000 y 18.000 especies de plantas vasculares (con semillas), afirma la investigadora Magaly Mercado, del Herbario Nacional Forestal Martín Cárdenas.
A la fecha se estima para Cochabamba un registro de 5.000 especies de plantas como consecuencia de un muestreo parcial de las aproximadamente 15.000 especies inventariadas en el Catálogo de las plantas Vasculares de Bolivia.
Sin embargo, asegura Mercado, que la alarmante modificación de los ecosistemas naturales hace necesario sistematizar nuestra flora de la manera más completa posible y la taxonomía vegetal es fundamental en la catalogación de esta biodiversidad.
Agrega que en la actualidad, los herbarios bolivianos juegan un papel primordial en el conocimiento de la flora y vegetación de todo el país.
Y precisamente este herbario, dependiente del Centro de Biodiversidad y Genética de la UMSS, es un centro de documentación de la flora boliviana que custodia una importante colección de aproximadamente 60.000 especímenes o ejemplares de plantas prensadas y secas que cuentan con información sistematizada y catalogada, conservada en condiciones adecuadas para perdurar en el tiempo y que están disponibles para la consulta del público.
“Los ejemplares de los herbarios son imprescindibles para la realización de estudios florísticos, ecológicos, fitogeográficos y sistemáticos, y por sí mismos constituyen registros permanentes de la biodiversidad de plantas del mundo, país o de alguna región particular”.
EL PROCESO
Para iniciar una colecta de muestras dirigidas a los herbarios, se debe seleccionar en campo ramas de los mejores especímenes, es decir, aquellos individuos de plantas que sean sanos y que estén completos con hojas, flores, frutos y raíces (este último especialmente en el caso de las herbáceas).
Para la preservación de ejemplares en los herbarios, el prensado y el secado son dos pasos importantes y determinantes. El secado rápido hará que la planta retenga mejor sus colores originales.
En vista de que una de las finalidades de producir colecciones es que estas perduren en el tiempo y para muchos objetivos, se toman precauciones necesarias para proteger a los especímenes.
Mercado subraya que, obligatoriamente, las muestras vegetales secas antes de ingresar al herbario deben ser congeladas, puestas a alta temperatura o fumigadas. El objetivo es evitar la contaminación de toda la colección general, especialmente de hongos e insectos que posteriormente pueden convertirse en plagas y dañar a los ejemplares.
Asimismo, se cuida que ninguna persona ingrese a los recintos donde se guardan las colecciones con ropa e implementos mojados ni tampoco ingerir alimentos. “Se recomienda que las colecciones se encuentren en condiciones de humedad y temperatura controladas”.
Mercado puntualiza que la colección de plantas es el fruto de las colectas de varias generaciones de botánicos nacionales, investigadores asociados, estudiantes, tesistas, voluntarios, aficionados y también botánicos extranjeros que depositaron y depositan sus colecciones en el herbario.
Esta colección es también producto de canje o intercambio entre los diferentes herbarios del país y del exterior. “Como consecuencia de esta actividad, en el herbario contamos con plantas de algunos países latinoamericanos, europeos y también de Estados Unidos”.