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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 17:40

Crean esponja que absorbe fármaco de quimioterapia

El dispositivo intravenoso evita que el medicamento llegue a los otros órganos que no tienen cáncer. Además, ayudará al tratamiento de cualquier tipo de tumor.<BR>
Crean esponja que absorbe fármaco de quimioterapia





Una esponja que se coloca en el torrente sanguíneo podría absorber el exceso de medicamento, reduciendo así los efectos secundarios de algunos tratamientos. En concreto, así se ha demostrado utilizando este dispositivo con quimioterapia en un modelo experimental, según se publica en ACS Central Science.

La “esponja farmacológica” es un polímero absorbente que recubre un cilindro impreso en 3D para encajar con precisión en la vena que transporta la sangre que fluye fuera del órgano objetivo.

En esta investigación concreta se empleó en el hígado. Cualquier fármaco que no haya asimilado el tumor es absorbido por esta esponja, lo que evitaría que el resto del medicamento llegara y potencialmente dañara a otros órganos.

Los medicamentos de quimioterapia son una forma muy efectiva de tratar los tumores cancerosos, pero pueden provocar efectos secundarios graves, como náuseas, vómitos, diarrea y supresión del sistema inmunitario, por no mencionar la pérdida del cabello y las úlceras.

Con la esponja se busca evitar los efectos secundarios dañinos de los agentes quimioterapéuticos tóxicos o incluso administrar dosis más elevadas de estos medicamentos en enfermedades, como el cáncer de hígado, que no responden a tratamientos más suaves.

La investigación se ha realizado con cerdos; en las primeras pruebas, el absorbente asimiló, en un promedio del 64 por ciento de la doxorrubicina. Este quimioterápico destruye más células tumorales cuando se administra en dosis más altas. Sin embargo, la mayoría de los pacientes no pueden tolerarlas, porque se asocia con insuficiencia cardíaca, entre otros efectos secundarios.

Nitash Balsara, Steven Hetts, Joseph DeSimone, Hee Jeung Oh, entre otros investigadores de la Universidad de California en San Francisco y en Berkeley que han desarrollado el dispositivo, midieron la concentración de doxorrubicina en una vena ubicada a continuación del absorbente, y comprobaron que asimilaba los restos del fármaco.

Según los investigadores, el implante de este dispositivo termporal podría contribuir a reducir los efectos secundarios o permitir elevar la dosis de quimioterapia.

“Los cirujanos alojan la esponja en la vena, como un stent, y lo dejan durante el tiempo que se administra la quimioterapia, durante unas horas”, explica Nitash Balsara, profesor de ingeniería química y biomolecular de la Universidad Berkeley. Debido a que es un dispositivo temporal, hay menos requisitos en términos de aprobación por parte de la oficina federal de alimentos y drogas de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).

“Empezamos a desarrollarlo con el cáncer de hígado porque es una gran amenaza para la salud, con decenas de miles de casos nuevos cada año, y puesto que ya tratamos este cáncer con quimioterapia intrarterial”, expone Steven Hetts, radiólogo intervencionista de la UC en San Francisco.

“Pero, si se piensa bien, este tipo de enfoque podría usarse para cualquier tumor o cualquier enfermedad que esté limitada a un órgano, y en la que se pretenda absorber el medicamento en el lado venoso antes de que llegue a distribuirse y causar efectos secundarios en otros lugares. En última instancia, nos gustaría utilizar esta tecnología en tumores renales y cerebrales”.

Las esponjas para medicamentos podrían aplicarse a muchos tipos de tumores y medicamentos como los antibióticos de alta potencia que son tóxicos para los riñones pero necesarios para matar un patógeno. Los resultados se han publicado en ACS Central Science, informa el portal Quo.

Proteína clave

Hígado

La proteína quinasa LKB1 es uno de los principales reguladores metabólicos celulares.

Un equipo del Centro de Investigación bioGUNE ha conseguido dar un paso más en el conocimiento del cáncer hepático. Y lo ha hecho describiendo el mecanismo que “gobierna” el comportamiento de la proteína quinasa LKB1 en este tipo de tumores.

María Luz Martínez Chantar, la doctora que ha dirigido el estudio junto a Teresa Cardoso explica que esta proteína “funciona de forma absolutamente diferente en un cáncer de hígado que en otro tipo de tumores”, apunta en declaraciones a Innovaspain.

Sumoilación

La proteína SUMO (de sus siglas en inglés small ubiquitin-like modifier) modifica covalentemente a otras proteínas en las células de diversos organismos, mediante un proceso denominado sumoilación.

Es el principal mecanismo regulador de la actividad de la proteina LKB1 en el núcleo de las células tumorales, ya que induce su división y proliferación, así como su capacidad invasiva y metastásica.

El análisis computacional, mediante métodos de modelado molecular, de la estructura tridimensional de la proteína LKB1 modificada por SUMO ha permitido diseñar fármacos ad hoc que pueden evitar la interacción