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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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“Canguros “ uruguayos alzan y miman a bebés

Los voluntarios atienden a neonatos en situación vulnerable y cuyas madres no los pueden ver todo el tiempo por razones de salud, de pobreza o judiciales.
“Canguros “ uruguayos alzan y miman a bebés



En tres pequeñas salas del centro hospitalario que alberga la mayor maternidad de Uruguay, en un clima de tranquilidad, un grupo de voluntarios de la Fundación Canguro se dedica a cuidar a bebés recién nacidos en situación vulnerable y cuyas familias no los pueden atender.

Con el compromiso de brindar amor y afecto a bebés que permanecen en el hospital a la espera de una resolución judicial o cuyas madres no los pueden cuidar, la fundación uruguaya, que surgió en 2016 y cuenta hoy con 320 voluntarios y una lista de espera de 2.000 que desean sumarse, se presenta como un espacio de solidaridad y cuidados especial.

Si bien el espacio es reducido y hay dificultades para costear gastos mensuales de unos 10.000 dólares, un recorrido por las salas de los "canguros", apodados así por el carácter maternal que este animal evoca, alcanza para entender que lo que allí sucede es en realidad grande para esos bebés -un promedio de 130 al año- que, de otra forma, pasarían solos o entre médicos y enfermeros sus primeros meses de vida.

En salas decoradas del Hospital Pereira Rossell y con música de cuna de fondo, los voluntarios se encargan de que el cuidado sea permanente, según explicó a EFE la fundadora y presidenta de la organización no gubernamental , Pamela Moreira, quien detalló que la fundación trabaja 24 horas del día los 365 días del año.

Sin embargo, la tarea para que los canguros reciben capacitación teórica y práctica, según Moreira, va más allá de solo estar presente, ya que cumplen una función de "maternaje" haciendo lo mismo que una madre con su bebé en su casa: repartir el cuidado entre lo afectivo, mimar, aupar, arrullar al ritmo de la música, alimentar, bañar, cambiar pañales, sacar a pasear al aire libre.

"Algunos no reciben visitas de sus familiares y, de los que sí reciben, los familiares no están presentes todo el tiempo con ellos sino que vienen en tiempos breves normalmente; el resto del tiempo nosotros somos quienes nos ocupamos de su cuidado", detalló Moreira.

Desde su inicio, la organización tuvo como base un trato hacia estos bebés -con madres y padres que atraviesan situaciones de adicciones, enfermedad o pobreza- que no dista del de cualquier otro niño sano y, por ende, tiene un enfoque de Derechos Humanos.

"Cuando la fundación nació no teníamos claro qué era exactamente (...) pero sí teníamos algo que estaba en la base y que sigue siendo la base de nuestro trabajo que es reconocer al niño como sujeto de derecho. En realidad parece una cuestión muy obvia que los bebés son sujetos de derecho, pero en la práctica muchas veces el bebé se cosifica", subrayó.

La fundación creó un diario en el que registra el paso del bebé por allí con fotos y memorias escritas.

Nutrición afectiva

Los beneficios de la nutrición afectiva que brindan los voluntarios de la Fundación Canguro se encuentran mejoras de la salud física y mental como la disminución del nivel de estrés del bebé, aumento de peso y crecimiento, tono muscular, mayores señales de aceptación al entorno y disminución del llanto emocional por sensación de soledad. La presidenta de la Fundación Canguro, Pemela Moreira, dice que también se nota una mejora del estado de ánimo y ciclo sueño.

CUIDADO ESENCIAL

Eliana Piriz, una madre de 22 años que acompaña a su bebé en las salas de la fundación a la espera de un fallo judicial que otorgue la tenencia a ella o a la abuela del niño -su quinto hijo-, dijo que si bien está allí a diario, el cuidado de los canguros es esencial.

"Cuando nosotras salimos a almorzar o a merendar ellos los atienden, los agarran si lloran, si no lloran. El tiempo que la madre está afuera los súper cuidan, los súper miman y está bueno porque es diferente", añadió.

Sandino Inmediato, un educador perinatal que se unió como canguro en 2016, estimó que "sentirse querido y sostenido" también es un derecho humano. "Toda persona que nace tiene derecho a sentirse bienvenido en el mundo", expresó.