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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Enojarse puede ser bueno para encaminar la energía

La ira es una reacción compleja que se expresa física y mentalmente. Permite concentrarse en un tema y, si se canaliza adecuadamente, puede ser saludable. 
Enojarse puede ser bueno para encaminar la energía





Generalmente, el sentimiento de ira y enojo nos deja con una sensación negativa pero ¿y si le encontráramos la parte positiva? Aron Sell, profesor de Psicología y Criminología en la Universidad de Heidelberg de Estados Unidos ha explicado a la BBC que el enojo y la ira pueden tener algunos beneficios para nuestra salud. Incluso en materia de supervivencia.

"La ira es un sistema muy sofisticado. Para ponerlo de forma un poco dramática es como un dispositivo de control mental. Es una forma de meterse en la cabeza de otra persona y hacer que te valoren más. Es una forma de ganar conflictos haciendo que otros cambien de opinión".

Sell describe cómo una parte importante de este "control mental" proviene de un elemento puramente fisiológico: la "cara de ira". Según el experto, cuando uno está enfadado, la ceja se vuelve más marcada, el grosor de la mandíbula aumenta y las fosas nasales se ensanchan.

"Cada uno de estos cambios provocados por la ira te hacen parecer físicamente más fuerte ante los demás", asegura.

El profesor Ryan Martin, presidente del programa de Psicología en la Universidad de Winsconsin-Green Bay (Estados Unidos) explica que "el sistema nervioso simpático, el sistema de lucha y de huida se activan cuando una persona se enoja. Aumenta el ritmo cardíaco, la respiración y se empieza a sudar. También se ralentiza el sistema digestivo".

Todo esto, dice Martin, es una reacción fisiológica del cuerpo que busca llenarse de energía para responder a cualquier situación que se te presente.

Y el cerebro también hace su parte.

"Sabemos que cuando las personas sienten algo de forma muy intensa, sus pensamientos tienden a ser un poco más compartimentados", dice Martin. "Están más centrados en la supervivencia" o "en la venganza".

Es una forma de adaptarse a la situación que provoca la ira, porque la persona no piensa en otras cosas si trata de responder a lo que le enoja.

La ira puede volver a la persona más agresiva física, verbalmente y hasta en las redes sociales. Pero, hay que aprender a controlarla y usarla en nuestro propio beneficio, aseguran los expertos. “Podemos usarla para enfocar nuestra mente y darnos la energía necesaria para actuar cuando lo necesitamos”, añade Martin.

La ira no es mala en sí misma, solo se necesita ejercer control sobre esta emoción tan poderosa y difícil de manejar para canalizarla de manera efectiva. “De esta manera evitamos abocarnos a una espiral sin fin de ira y agresión”.

Ventaja evolutiva

SobRevivencia

El profesor de Criminología Aron Sell afirma que “la ira dio una ventaja evolutiva a nuestros ancestros”, frente a los que no se enojaban ni se metían en peleas. "Las personas que tenían un tipo particular de ira fueron más fuertes que las que no, quienes fueron robadas y maltratadas causándoles incluso la muerte", asegura. Los que sobrevivieron fueron aquellos que amenazaron con retirar la cooperación, recordando a los demás todo el bien que hacen.

"La ira le dio a estos humanos una ventaja evolutiva", finaliza Sell.

Tips para control de la ira

 La ira es una emoción normal, e incluso sana, pero es importante afrontarla de forma positiva. La ira descontrolada puede afectar tanto tu salud como tus relaciones.

1. Piensa antes de hablar. Tómate unos momentos para ordenar tus pensamientos antes de decir algo.

2. Una vez que te tranquilices, comunica tus preocupaciones y necesidades de manera clara, sin herir a los demás.

3. Haz un poco de ejercicio.La actividad física puede reducir el estrés.

4. Tómate un tiempo para reflexionar.

5. Identifica las posibles soluciones.

6. Mantén tus comentarios en primera persona.

7. No guardes rencor. El perdón es una herramienta poderosa.

8. Usa el humor para aliviar la tensión. Sin embargo, evita el sarcasmo.

9. Practica técnicas de relajación.

10. Busca ayuda si tu ira parece estar fuera de control.

Fuente: Mayo Clinic