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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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Las hormigas pueden ser futuras fuentes para crear antibióticos

Estos insectos tienen la capacidad de producir de manera natural sustancias que pueden destruir bacterias y hongos. Esto implica la creación de nuevos medicamentos que ayuden a tratar las infecciones humanas.
Las hormigas pueden ser futuras fuentes para crear antibióticos


La Organización Mundial de la Salud (OMS) lleva ya años advirtiendo que la resistencia a los antibióticos constituye "una crisis sanitaria global que supone uno de los mayores desafíos para la salud". Y es que la cifra de especies bacterianas que desarrollan resistencia a los antibióticos es cada vez mayor. Una situación, además, que parece que se agravará, y mucho, en un futuro próximo. Más que nada porque el número de estudios en marcha para desarrollar nuevos antibióticos es nimio. Entonces, ¿qué se puede hacer? Pues buscar aquellos antibióticos ‘naturales’ que se encuentran en la Naturaleza y que vienen siendo utilizados desde tiempo inmemorial por los seres vivos para hacer frente a las bacterias. Por ejemplo, por las hormigas, que llevan sobre el planeta más de 100 millones de años. De hecho, como muestra un estudio dirigido por investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte en Raleigh (EE UU), muchas especies de hormigas producen antibióticos muy potentes que podrían ser utilizados para tratar las infecciones bacterianas en los humanos, muy especialmente aquellas que ya han desarrollado resistencias a los antimicrobianos actualmente disponibles.

Los humanos no somos, ni mucho menos, únicos organismos proclives a ser colonizados por las bacterias –ya sea para bien, como sucede con las bacterias que conforman nuestra flora intestinal, o para mal–. Y es que todos los seres vivos, en general, podemos ser víctimas del ataque de las bacterias –incluidas las propias bacterias–. Pero, dado que la fabricación de fármacos antimicrobianos es exclusiva del ser humano, ¿cómo se la han apañado el resto de organismos para sobrevivir a las infecciones bacterianas? Pues produciendo sus propios antibióticos. De manera totalmente natural. Y así lo hacen, entre otros muchos seres vivos, las hormigas.

En el estudio, los autores evaluaron las propiedades antimicrobianas asociadas con 20 especies de la familia ‘Formicidae’. O lo que es lo mismo, de hormigas. Y para ello, rociaron a los insectos con un disolvente especial para recoger todas las sustancias presentes en su superficie. Así, y una vez obtenido el líquido o ‘solución’ con todas estas sustancias, lo vertieron en una placa de laboratorio con un cultivo de bacterias.

La premisa era que si el cultivo bacteriano ‘contaminado’ con la solución de las hormigas crecía menos que los cultivos en los que no se había añadido nada, era porque la solución contenía agentes activos con efecto antibiótico. ¿Y qué pasó? Pues que los resultados mostraron que 12 de las 20 especies evaluadas portaban antimicrobianos en sus exoesqueletos. Incluidas algunas especies de las que no se tenía constancia de que produjeran sus propios antibióticos. Es el caso de la hormiga ladrona (‘Solenopsis molesta’), cuyos antimicrobianos acabaron con todas las bacterias presentes en los cultivos.

Resistencia

* La resistencia a los antibióticos es hoy una de las mayores amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo.

* Puede afectar a cualquier persona, sea cual sea su edad o el país en el que viva.

* La resistencia a los antibióticos es hoy una de las mayores amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo.

* Puede afectar a cualquier persona, sea cual sea su edad o el país en el que viva.

* Es un fenómeno natural, aunque el uso indebido de estos fármacos en el ser humano y los animales está acelerando el proceso.

*Cada vez es mayor el número de infecciones —por ejemplo, neumonía, tuberculosis, gonorrea y salmonelosis— cuyo tratamiento se vuelve más difícil debido a la pérdida de eficacia de los antibióticos.