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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Reírse de uno mismo crea bienestar psicológico

Las personas con sentido del humor conocen mejor sus limitaciones, las aceptan y no anhelan el reconocimiento de los demás.
Reírse de uno mismo crea bienestar psicológico



Investigadores de la Universidad de Granada (UGR) en España, pertenecientes al Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento, proporcionan nuevos datos sobre las consecuencias de hacer uso de un tipo de humor u otro, y presentan evidencias que enfatizan la necesidad de explorar el papel de las diferencias culturales en la investigación psicológica del humor.

La capacidad para reírse de uno mismo es el mayor signo de inteligencia emocional, pues permite expresar los afectos que a uno le parecen inconfesables sin dañar al otro. Se liberan todo tipo de emociones de una forma cortés y creativa.

Es la mejor válvula de escape para decir lo que no nos gusta, para escapar de lo que no queremos o para responder a una agresión que nos han hecho.

¿Cómo manejamos el sentido del humor? Si pensamos en ello, descubriremos cosas que ignorábamos sobre nosotros mismos y quizá después apreciemos más las virtudes de este magnífico calmante psicológico.

El humor es un síntoma que muestra un alto grado de salud mental, porque se produce cuando la persona ha aprendido a reírse de sí misma y a expresar lo que desea bajo una fórmula aceptable.

La primera condición significa que se trata de un individuo que se conoce y se acepta con sus limitaciones y carencias; se estima, pero no es narcisista; se quiere, pero no es prepotente ni engreída.

Cuando a uno no le importa reírse de sí mismo es porque no depende de la opinión de los otros, ni pide continuamente reconocimiento porque sabe identificarse y está feliz con lo que ha descubierto.

La segunda condición que cumple el propietario de un buen sentido del humor es la de decir lo que realmente quiere envuelto en una fórmula, por lo general verbal, que no produce daño y que libera emociones acompañadas de una de las mejores medicinas para el psiquismo: la risa.

Desdramatizar los conflictos aumenta la estabilidad emocional, ya que matizar los problemas y aliviar las tensiones convierte al humor en uno de los mejores instrumentos psíquicos para encontrarse realmente bien.



Humor agresivo

Las personas que tienden a utilizar el humor agresivo o de autodenigración manejan peor situaciones de ira o enfado. En particular, el humor agresivo se asocia predominantemente a la expresión de la ira hacia los demás y a una mayor propensión a experimentar ira en la vida cotidiana.

A través de este humor se manifiesta la rabia, sentimiento de superioridad y odio entre otros.

Humor prosocial

El humor adaptativo como el humor prosocial, dirigido al fortalecimiento de las relaciones sociales, o el de automejora, referido a la capacidad de mantener una perspectiva humorística ante situaciones potencialmente estresantes o adversas, son relacionados positivamente con indicadores de bienestar psicológico como la felicidad, la satisfacción con la vida y la esperanza entre otros.

¿Qué ves cuando te miras en el espejo?

Defectos o virtudes

Ser capaz de mirarse a uno mismo y aceptar quien eres, con lo bueno y la malo, es un ejercicio necesario para ser feliz. Y ser capaz de reírse de uno mismo es una buena estrategia para conseguirlo.

Esto ayuda a tener una autoestima sana, un autoconcepto elevado y la capacidad de aceptación de quien es uno.

Es bueno recordar que el humor nace de la humildad y de la modestia, pues solo desde ahí puede uno reírse de sí mismo y solo desde la modestia puede reconocer sus fallos y aceptarlos.

El humor no se puede desarrollar con facilidad en alguien que es muy narcisista ni en quien tiene

mucho miedo a sus impulsos y carencias.Tampoco en las personas dominadas por un carácter rígido e intolerante.

Reirse además es uno de los mejores analgésicos contra el dolor y los conflictos que nos encontramos en la vida.

El sentido del humor se aprende desde la infancia. Los padres que saben relativizar los contratiempos transmiten a sus hijos más instrumentos para defenderse de la adversidad, que aquellos otros que buscan enseguida a los culpables de los

conflictos porque se angustian ante las dificultades.