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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Retiran con éxito un tumor de 4.5 kilos

Emanuel, de 14 años, se recupera en un hospital de Miami. Una delicada cirugía le permitirá continuar su vida, que estaba en riesgo.
Retiran con éxito un tumor de 4.5 kilos





El adolescente cubano de 14 años Emanuel Zayas está en recuperación, después de que el 12 de enero le quitaran un tumor facial de 4.5 kilos.

“Emanuel está bien. A diario cambian sus vendajes y la hinchazón ya está empezando a disminuir ligeramente”, refiere una nota publicada en el perfil “Emanuel, el Josué de este tiempo”, administrada por amigos de la familia para recaudar ayuda e informar sobre la evolución del adolescente internado en el hospital Jackson Memorial de Miami, Estados Unidos.

El jefe de cirugía oral y maxilofacial del Sistema de Salud de la Universidad de Miami, Robert Marx, lo mantiene sedado durante unos días para contribuir a una mejor curación. Marx, al frente del procedimiento quirúrgico, declaró a los familiares que esta ha sido “la cirugía más complicada que haya hecho, pero que funcionó muy bien”, según el portal Cibercuba.

Antes de su cirugía, Emanuel apenas podía ver, tragar o respirar bien, porque el tumor le cubría la cara y le obstruía el campo visual, las vías nasales y la boca.

Este adolescente cubano, oriundo de la provincia de Villa Clara, en el centro de la isla, tampoco podía ya caminar, porque el peso del quiste le impedía mantener en equilibrio la cabeza y los médicos temían que, de seguir creciendo, pueda provocarle una fractura fatal de cuello. "Este episodio comenzó cuando Emanuel tenía 12 años. Le salió un granito en la nariz. Yo pensaba que era acné juvenil, pero hizo como un giro de irle desviando el tabique a la izquierda y le fue creciendo y creciendo hasta que se le puso así", contó a BBC Melvis Vizaino, la madre del menor.

Desde entonces, ella y su esposo, Noel Zayas, comenzaron a buscar posibles soluciones médicas en la isla para el problema de su hijo. "Es terrible ver a un hijo deformarse así. Nosotros estábamos desesperados por la impotencia de ver cómo se le estaba poniendo su carita y no poder hacer nada. Recorrimos todos los hospitales de Villa Clara y nada. Nos fuimos para La Habana, recorrimos todos los hospitales, pero nada", recordó Zayas.

Un grupo de misioneros estadounidenses que visitó la iglesia evangélica a la que acude la familia, en la que el padre de Emanuel oficia como pastor, les pidió autorización en 2013 para consultar el caso con especialistas de Estados Unidos.

Casi cuatro años después, dieron con el jefe de cirugía maxilofacial del Sistema de Salud de la Universidad de Miami, que había operado con anterioridad tumores similares. De hecho, se hizo reconocido en su campo por quitar un quiste de 7 kilogramos a una mujer haitiana y otro de casi 6 a una vietnamita.

Pero hacía más de 10 años que Marx no veía algo así, según contó en entrevista con BBC Mundo.

"Es un caso atípico y lleno de riesgos. Si el tumor seguía creciendo, podía terminar de obstruirle la boca, que es ahora la única vía de entrada de alimentos y aire para él. También el tumor, por su peso y tamaño, podría provocar una fractura de médula al nivel del cuello", explicó el cirujano maxilofacial.

Una rara enfermedad que mezcla tejidos y huesos

La larga carrera de hospitales, médicos, consultas y operaciones de Emanuel comenzó cuando tenía dos años. "A esa edad, el niño sufre una caída. Se quejaba mucho, no podía dormir bien, no quería estar sentado ni acostado de lado. Notamos que le molestaba como para caminar y decidimos llevarlo al médico", relató el papá Noel Zayas.

Tuvieron que acudir a muchos especialistas, pero finalmente una reumatóloga descubrió que el niño tenía un tumor alojado en la cadera izquierda.

Lo derivaron a un ortopédico, que decidió operarlo para extirpar la tumoración. Salió mal y la cadera sufrió una malformación y acortaron la pierna 5.5 centímetros. Querían volver a operar, pero la madre de Emanuel, Melvis Vizaino, lo llevó a La Habana. Después de muchas consultas, se estableció que Emanuel sufría una rara condición genética denominada displasia fibrosa poliostótica. Según el doctor Robert Marx, esa enfermedad lleva a que surja una mezcla de tejidos y material óseo donde debe crecer un hueso, lo que facilita las deformaciones de sus extremidades o la formación de tumores, generalmente benignos.

"Al cabo del tiempo, la malformación le fue aumentando. Se le empezaron a deformar las piernas y estuvimos mucho tiempo recurriendo al médico”, señaló Vizaino.

En Cuba, en aquel momento, comenzaron a tratarlo con sueros citostáticos para controlar la formación de nuevas tumoraciones.