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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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¿Debería alarmarnos la caída del cabello?

Si la perdida excede más de 4 o 5 meses y vemos zonas de las entradas muy despobladas, deberíamos prestarle atención y acudir a un profesional.<BR>
¿Debería alarmarnos la caída del cabello?



Perder cierta cantidad de pelo al día es normal, consecuencia natural de la renovación del tejido epitelial, pero cuando la caída del cabello deja sus marcas en el peine, la ropa, el baño... y poco a poco vamos encontrando espacios calvos en nuestra cabeza, entonces el asunto puede ser delicado, no solo por el cuidado de la estética personal, sino puede ser el primer síntoma de alguna enfermedad.

Existen varios factores que por los cuales se cae el cabello, como: el proceso de envejecimiento, la genética, la pérdida y el aumento de peso constantes, los desbalances hormonales. En muchos casos se puede tratar de una situación transitoria.

De acuerdo con HarvardHealthPublications.com, la revista de la escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, la caída del cabello se debe a diferentes razones:

Efluvio telogénico agudo:

"Esta forma común de pérdida de cabello sucede dos o tres meses después de una situación en la que el cuerpo ha estado sometido a un estrés intenso como una enfermedad prolongada, una cirugía importante o una infección grave. También sucede después de un cambio repentino de los niveles hormonales, especialmente tras dar a luz. Cantidades moderadas de pelo se caen desde toda la extensión del cuero cabelludo y puede evidenciarse en la almohada, en la ducha o en el cepillo".

Efectos secundarios por el consumo de un fármaco:

"La pérdida de cabello puede ser un efecto secundario de ciertos medicamentos que contienen litio, beta bloqueadores, warfarina, heparina, anfetaminas y levodopa", así como también como consecuencia de los fármacos usados en tratamientos contra el cáncer como la quimioterapia.

La caída del cabello puede responder a enfermedades como el lupus, la sífilis, un desorden tiroideo como el hipotiroidismo o el hipertiroidismo. También puede ser un síntoma de una deficiencia de proteína, hierro, zinc o biotina.

Existen tres tipos de alopecias:

-La alopecia androgenética se produce a lo largo de varios años, en los que el cabello literalmente se miniaturiza, se queda débil y se cae muy poco a poco.

-La alopecia areata tiene un factor genético que se hereda. Se diferencia porque va apareciendo calvicie del tamaño de una moneda aproximadamente que, si no se trata, puede formar grandes placas.

-En la alopecia nerviosa el cabello se cae de forma difusa y homogénea en cuestión de 8 o 10 días en los que el estrés personal es mayor, después el pelo vuelve a nacer por sí solo. Pero si una persona que padece de base la enfermedad de alopecia areata, tiene en un momento dado de su vida alopecia nerviosa, esta se manifestaría también con calvicie y habría que tratarla como areata (con productos tópicos).

Las frutas y las verduras de color verde, aliadas para fortalecer la cabellera



Las especialistas de Dolores Marín, experta en Nutricosmética de los laboratorios Innéov, recomiendan la ingesta de kiwi, lima, uvas verdes, pimiento verde, y brócoli porque "contienen vitamina C que permite estimular la microcirculación capilar, favoreciendo la oxigenación de la fibra capilar para que reciba una mayor cantidad de nutrientes". Según Marín, estas frutas y verduras están especialmente indicadas para los cabellos teñidos, ya que "la acción de las sustancias químicas empleadas en los tintes puede contribuir a la pérdida de humedad y modificar el pH". En estos casos destaca "la importancia de una dieta que contenga ácidos grasos esenciales como los omegas del pescado azul, los aminoácidos y las proteínas procedentes de las carnes magras y los huevos, y la vitamina A, presente en las acelgas y las zanahorias".

Otros alimentos que aconseja son la palta, el pepino, las aceitunas y las espinacas porque "son ricos en vitamina E, un poderoso antioxidante que contribuye a la protección de las células frente a la acción de los radicales libres, responsables del envejecimiento cutáneo".

Para estimular la producción de queratina, la proteína que interviene en la estructura del pelo y las uñas, Marín apuesta por incluir en la mesa "manzanas verdes, espárragos y espinacas ricos en zinc, un mineral esencial en la producción de queratina". A esta lista de productos verdes añade las ostras, los cangrejos y la ternera, que tienen un alto porcentaje de este activo.

La experta de Innéov insiste en que "seguir una dieta equilibrada es fundamental y, cuando no se consumen las suficientes frutas y verduras, recurrir a la nutricosmética puede ser interesante para compensar el déficit de vitaminas y minerales derivado de una mala alimentación". Para Marín, "el objetivo de estos compuestos es restablecer las sustancias que el cuerpo no puede fabricar o cuya producción es insuficiente".