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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Cómo no volverte loca con la vorágine laboral

Las pausas en la jornada diaria son la clave para arrancar y cerrar el día sin estar totalmente estresada. No hacer nada es difícil, pero hay que intentarlo.
Cómo no volverte loca con la vorágine laboral



Los días de la semana son una vorágine que a veces nos sepulta. Hay días en los que ya nos levantamos con mucha prisa, saltamos unos segundos a la ducha, nos encargamos de que los niños tengan todo lo que les hará falta en la escuela y salimos, pensando mil cosas mientras cerramos la puerta, a veces incluso sin tomar el desayuno.

La noche no siempre es mejor. Cuántas veces llegamos rendidos y apenas sí nos queda energía para un momento de tranquilidad. Pues bien, malas noticias. Todos lo sabemos, pero los especialistas lo confirman: llevar ese ritmo de vida te arruina.

La agencia DPA consultó a una experta y su respuesta fue clara. Es fundamental hacer una pausa entre el trabajo y el sueño, tanto por la mañana, antes de salir, como por la noche, antes de irte a la cama.

Cada uno tiene sus propios tiempos. No existe una regla general sobre cuánto debe durar esa "pausa", pero cada uno sabe muy bien cuánto tiempo necesita para arrancar o cerrar el día sin estar totalmente estresado.

Otro detalle no menor es evitar que la mente esté en el trabajo antes de llegar allí. Y no solo por cuestiones de salud. El rendimiento también es totalmente distinto. Si uno tiene una reunión ni bien llega a la oficina, pero ya antes estuvo lidiando con los primeros asuntos por mail, los ánimos con los que entrará a esa reunión serán totalmente distintos.

Lo mismo sucede a la inversa, en los efectos que tiene el estrés sobre el sueño. A uno le gustará hacer algo de deporte, al otro jugar con los niños y a otro recostarse un rato en el sofá. No hacer nada es difícil, pero hay que intentarlo. Un ratito por día hace muy bien.

La siesta reduce el estrés y la tensión arterial según un estudio del Allegheny College de Pensilvania (Estados Unidos). La Universidad de Berkeley asegura que fomenta la positividad, la concentración y facilita el aprendizaje. Además, la siesta estimula la creatividad y facilita la resolución de problemas según la Universidad de Georgetown y la Harvard Medical School. Hasta la NASA hizo una prueba con 747 pilotos que demostró que con una siesta diaria de 26 minutos, estos mejoraban sus reflejos y cometían un 34 por ciento menos de errores.

La Universidad de Georgia encontró que los entrenamientos moderados y de baja intensidad aumentan los sentimientos de energía, por lo que hacer ejercicio después de un día pesado, te hará sentir mejor.

Auge del siesta bar

En Londres, París, Bruselas, Tokio, Buenos Aires y Madrid existen locales para dormir un poco tras una comida. En Madrid, Siesta&Go ofrece espacios de dos por dos metros. Hay un espejo a la altura de la cara, una mesita de luz que sostiene una maceta con una planta falsa verde, dos lámparas, una de pie y otra tipo flexo sujeta al cabecero de la cama de 90 centímetros de largo. Las sábanas son grises y las tres almohadas negras, describe Santi Carneri en Univisión.

Ritmo circadiano

Los ritmos circadianos, que son oscilaciones de las variables biológicas en intervalos regulares de tiempo, no coinciden con la demanda laboral. Los horarios de sueño irregulares, la luz de los dispositivos electrónicos y la exposición a la luz natural también pueden afectar el ciclo. Esta es la razón por la cual las personas que trabajan en el turno de noche tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud, según el portal SDP.

DORMIR 20 MINUTOS ayuda a la eficiencia



El investigador Chris Bailey determinó cuáles son las horas donde el cuerpo humano presenta las mayores señales de cansancio y que afectan el desempeño de los empleados durante su trabajo.

Bailey trazó su motivación y niveles de energía durante 21 días para descubrir que estos bajan entre las 7:00 y 8:00; a las 11:00 y a las 24:00, así como entre 18:00 a 19:00, horarios que el cuerpo presenta el rendimiento más bajo, según MiMorelia.

Bailey sugirió dormir siestas de 20 minutos a lo largo del día, ya que el reloj corporal debe recuperarse para reanudar las actividades.

La hora más complicada del día para mantenerse despierto es a las 14:00, debido a que es después de la comida, cuando el cuerpo hace la digestión, se relaja, y da pie al llamado “mal del puerco”.