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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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Los 12 ejercicios para poner en forma al cerebro

Los 12 ejercicios para poner en forma al cerebro



Este órgano prácticamente no descansa, pero aún así, necesita ser entrenado y desafiado. A continuación, le indicamos algunos ejercicios “neuróbicos” para fortalecer al cerebro y mejorar sus habilidades.

1. USE LA OTRA MANO

CepillE Sus dientes con LA mano no dominante

Investigaciones han mostrado que usar el lado opuesto del cerebro puede resultar en una rápida y sustancial expansión en las regiones de la corteza que controlan y procesan información táctil desde las manos. Así, ejecutar tareas tan elementales y rutinarias como cepillar los dientes o comer, saliendo del esquema usual, puede estimular bien su mente.

Instrucciones: Cepille sus dientes usando la mano no dominante (si es diestro, use la izquierda, si es zurdo, la derecha), tratando

de emular los movimientos de una limpieza normal, y enjuague usando esa extremidad también.

También, intente comer con la otra mano; si quiere hacerlo aún más interesante, trate usando palitos chinos.

2. cierre Los ojos

TINIEBLAS artificiales

Sin la ayuda de los ojos, la labor del aseo corporal recae principalmente en las manos, que deben esforzarse para encontrar los utensilios de higiene y recorrer el cuerpo con ellos. Esta acción estimula bastante al cerebro, ya que recibe mensajes de las terminales nerviosas de las manos, mientras ellas van reconociendo las variadas texturas y partes corporales que no suelen observarse en el día a día, lo que activa las neuronas.

Instrucciones: Después de ubicarse debajo del grifo, intente realizar todo su ritual de ducha

sin abrir los ojos, localizando los objetos que necesita, abriéndolos y cerrándolos sin mirar.

Ojo: no intente nada que represente un riesgo, como revisar alguna conexión eléctrica o voltaje con los ojos cerrados.

3. cambie La rutina

en orden diferente

Realizar tareas nuevas ejercita grandes y distintas regiones de la corteza cerebral. Esta reacción va disminuyendo a medida que la tarea se vuelve rutinaria y automática. De esta forma, mientras más novedad encuentre el cerebro, más estimulado se siente.

Instrucciones: Varíe lo más posible sus rutinas mañaneras, ya sea cambiando su orden o incorporando acciones diferentes (vístase después de haber desayunado o vea el noticiero de otro canal o estación de radio).

Otro ejercicio consiste en utilizar nuevas rutas; en vez de ir al trabajo o la escuela por las mismas calles y avenidas de siempre, intente llegar a su destino por otros caminos (en auto, bicicleta o a pie); así estimulará su sentido de la ubicación, eficiencia tiempo-espacio y memoria.

4. Mundo al revés

“patas arriba”

Cada día nos encontramos con objetos familiares, en el hogar, en el trabajo, hasta en la calle; cuando nuestros ojos los captan en su posición correcta, el lado izquierdo “verbal” del cerebro rápidamente los reconoce y redirige la atención a otra parte, sin prestarle más cuidado. Pero cuando esos objetos están volteados, al revés, las conexiones del lado derecho se activan, tratando de interpretar las formas, colores y relaciones de esas extrañas imágenes.

Instrucciones: Voltee, ponga de cabeza, las fotos familiares de su habitación o sala, los relojes de las paredes, incluso los calendarios. De esta forma, el cerebro no solo reparará en el hecho de que están “patas arriba”, sino que también trabajará extra para descifrar lo que indican.

5. dedos finos

adivine con el tacto

El ejercicio 2 ya le dio una idea de lo estimulante que es cerrar los ojos mientras hace algo. En este, le indicaremos lo útil que resulta al desarrollar tareas un tanto más desafiantes que asearse.

El esfuerzo de identificar mensajes sin uso de la vista incrementa la activación en áreas corticales que procesan información táctil y conduce a sinapsis más fuertes. De hecho, las personas que pierden la vista aprenden el lenguaje Braille porque sus cerebros dedican más vías neurales al procesamiento de datos por tacto.

Instrucciones: Consiga varias monedas, de distintos valores y nacionalidades, y colóquelas en un tarro. Durante cada momento libre, tome una moneda por vez, y sin mirarla, usando solo el tacto, trate de determinar sus inscripciones.

6. lea con alguien más

COMPAÑÍA SENSORIAL

Que leer es beneficioso para la agilidad mental no es noticia, pero lo que algunos no saben es que hacerlo en compañía activa de otra persona puede llevar el trabajo al siguiente nivel.

Cuando leemos en voz alta o escuchamos a otro leer, usamos circuitos cerebrales diferentes a los que utilizamos al leer por nuestra cuenta, en silencio.

Instrucciones: Escoja una lectura amena –novela o cuento del género de su preferencia– y lea en voz alta, con otra persona, intercambiando párrafos, asignando roles, etc. Esta actividad resulta más divertida y enriquecedora con los niños. Y si bien es posible que el avance sea más lento de esta manera, como compensación, el tiempo de calidad que pasará con ellos será invaluable.

7. abra La nariz

esas fragancias...

¿Ha notado que algunos aromas parecen traerle recuerdos de cierta persona especial, o transportarlo a pasajes puntuales de su vida? Probablemente no sabe exactamente por qué, pero sí ocurre, y es un hecho científico.

Al asociar un nuevo olor a un evento o situación, las vías neurales entran en alerta. Y aunque no se puede manipular totalmente el rumbo de una vida, sí se puede acompañarla de fragancias en particular.

Instrucciones: Sin importar su calidad–puede ser el más económico, solo es necesario que huela–, consiga un perfume nuevo y manténgalo cerca de su cama durante una semana. Cada mañana al despertar, ábralo e inhale; repita mientras se baña y viste.

Otra forma de estimulación olfativa consiste en exponerse a varios olores al mismo tiempo, lo que hace que el hipocampo, el área del cerebro que procesa los recuerdos, construya mapas mentales asociando varios elementos. Sin ir lejos, una visita al mercado La Cancha lo enfrentará a una diversidad de fragancias, sonidos y vistas.

8. Póngalo en papel

listas y croquis

Mucho antes de que se inventaran los celulares inteligentes, la gente solo podía recurrir a su memoria para recordar sus obligaciones pendientes o el lugar exacto donde quedaba la casa de un amigo. ¿Qué tal si simula regresar a este pasado “libre de apps” y anota todos los datos útiles en papel?

Instrucciones: Elabore listas; pueden ser de objetos comprados, de alimentos que faltan en la cocina, cosas que debe hacer o tareas que ya realizó en una semana. Después, memorice el listado y, una o dos horas después, intente recordar cada ítem. Mientras más largo y variado el detalle, más estimulación para la mente.

Otro ejercicio útil consiste en elaborar croquis (mapas) de cada nuevo lugar que conoció. Sea la casa de un familiar, la oficina de trámites, un restaurante, etc. Como se dará cuenta, para hacer esto deberá estar alerta cada vez que se encamine a un destino. Al llegar a casa, dibuje y anote los nombres de calles y puntos de referencia (tienda “Mengana”, estación de servicio “Fulano”), que ubican ese sitio.

9. paladar gourmet

sabores exóticos

Comer es una de las actividades más placenteras para los seres humanos –al menos, así debería ser– porque compromete la satisfacción de necesidades y la estimulación de más de un sentido. Solo el sistema olfativo puede activar combinaciones muy especiales de receptores sensoriales de la nariz.

Como explicamos anteriormente, existe un vínculo directo entre el centro emocional del cerebro y los aromas, pero también con los sabores, por lo que una combinación de estos dos –unidos a la vista– puede disparar las asociaciones y emociones.

Instrucciones: Experimente comiendo platos desconocidos o exóticos. Sí, la comida cochabambina es tan deliciosa que no necesita más, pero intente darle la oportunidad a otras tradiciones culinarias, como la japonesa, china, mexicana (un tanto similar a la nuestra), india, etc. Una vez frente al novedoso preparado, procure degustar cada bocado, intentando identificar cada ingrediente en él, incluyendo hierbas y condimentos.

10. aprenda algo nuevo

mente joven

Varios estudios han demostrado que aprender algo nuevo y complejo durante un periodo considerable de tiempo es ideal para mantener joven la mente, y, ¿qué mejor que se trate de una lengua extranjera? Como indica el portal heraldo.es, “aprender otro idioma supone adquirir mayor plasticidad cerebral, ya que mejora la concentración, favorece la capacidad del trabajador y es en conjunto una gimnasia cerebral que retrasa el envejecimiento y el desarrollo de enfermedades como el Alzhéimer”.

Y la edad no solo no es excusa, es motivo, ya que según indica Juan Antonio Planas, presidente de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía, al mencionado medio, “la edad no ha de ser un obstáculo para aprender lenguas como el inglés, porque los adultos cuentan con experiencia, conocen las estructuras gramaticales y les resultan más sencillas algunas lecciones".

Así, trate de inscribirse a cursos de idiomas (que estimulan el habla y escucha) o para aprender a tocar un instrumento musical, lo que también exige esfuerzo en el tiempo.

11. amigos diferentes

amplíe el círculo

En el primer día de escuela, del nuevo trabajo o en la discoteca, ¿cuáles son nuestros criterios habituales para elegir amigos? Seguramente, uno de los primeros es que se parezcan a nosotros, no necesariamente en apariencia, sino, sobre todo, en personalidad, gustos, intereses, habilidades y hasta carreras. Esto es muy bueno, ya que personas similares podrán comprendernos y apoyarnos mejor.

Sin embargo, esto también hace que nuestros estímulos sean predecibles, cómodos y seguros.

Por todo esto, es positivo que busque nuevas amistades, que salgan de este molde, intente conversar con gente con la que normalmente no entablaría una charla. Esta variedad en el círculo de conocidos abre su abanico mental a nuevas ideas, información y perspectivas; desafiando sus propias convicciones y haciéndolo más tolerante con las personas diferentes.

12. el mejor: meditación

CEREBRO

EN PAUSA

De todos los ejercicios mentales, la meditación tal vez sea el más desafiante y, definitivamente, el mejor.

Nuestros cerebros son máquinas de pensamiento que no paran, produciendo cerca de 70 mil pensamientos a diario –como señala el portal bebrainfit.com–, 95 por ciento de ellos repetitivo en el día a día. Así, entrenar a la mente a quedarse quieta puede representar un verdadero esfuerzo; pero con beneficios que incluyen: reducción del estrés, mejora de la memoria, mayor habilidad de aprendizaje, estados de ánimo equilibrados, incremento de la capacidad de enfocar la atención, e incluso, la reversión de la atrofia cerebral.

¿Cómo empezar? Si bien un curso introductorio es muy recomendable, nuestra ciudad no cuenta con muchas opciones en este campo, por lo que se sugiere optar por la asistencia de Internet, ya que portales enteramente dedicados a la meditación ponen a disposición videos y recomendaciones de manera gratuita, de modo que se pueda practicar este ejercicio en casa.