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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Dormir en habitaciones frías estimula el metabolismo

Ante la llegada de la nueva estación, muchos optan por descansar bajo sábanas solamente, una decisión que la ciencia apoya por varios motivos.
Dormir en habitaciones frías estimula el metabolismo


Cuando pensamos en “un descanso reparador”, nuestra mente suele remitirnos a una cama caliente y acogedora. Tal vez debamos modificar un poco este esquema.

De acuerdo a un artículo del portal rd.com (Reader’s digest) dormir en una habitación con una temperatura entre 18 y 20 grados centígrados puede estimular el metabolismo de manera casi instantánea.

De hecho, un estudio publicado en la revista Diabetes encontró que las personas que durmieron en cuartos con temperaturas de 19°C quemó más del 7 por ciento más de calorías que aquellos que descansaron en espacios más cálidos. Igualmente, el estudio añadió que este hábito podría proteger al cuerpo de enfermedades metabólicas como la diabetes.

¿Por qué? Los investigadores explican que en lugares fríos nuestros cuerpos deben trabajar más para subir la temperatura del núcleo al nivel normal de 37°C. Más trabajo se traduce en más calorías quemadas.

Pero, perder kilos no es la única ventaja. Al ser consultado por Reader’s Digest, Christopher Winter, director del centro de Neurología y Medicina del Sueño de Charlottesville, indicó que dormir en una habitación con una temperaturas sobre los 21°C de hecho interrumpe el ciclo de sueño del cuerpo.

En el otro extremo, una buena noche de sueño conduce a una serie de otros efectos saludables, como proteger el cerebro de la enfermedad de Alzheimer y elevar la productividad durante el día.

El tejido adiposo

PARDO



Nuestros cuerpos tienen dos tipos de tejido adiposo: el blanco (que tiene varias funciones, entre ellas almacenar energía) y el pardo (que, sobre todo, se encarga de mantener una temperatura corporal confortable).

Mientras que un incremento de tejido adiposo blanco produce obesidad, el incremento de tejido adiposo pardo puede elevar el gasto de energía, y de esta forma, en combinación con una dieta hipocalórica, favorecer la pérdida de masa corporal.

Como explica el portal nutricion.ucl.cl, estimular la actividad del tejido pardo (durmiendo en cuartos no muy calientes, por ejemplo) durante la adultez impone un desafío energético, ya que “al existir mayor superficie expuesta, se requiere oxidar más combustible (grasa y glucosa) para producir el calor necesario”, lo que se traduce en gasto de calorías.