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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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El glaucoma se frena si se lo atiende pronto

El glaucoma se frena si se lo atiende pronto


El glaucoma es una enfermedad del ojo que le roba la visión de manera gradual. Por lo general no presenta síntomas y puede derivar en la pérdida de la visión de manera repentina, de acuerdo al portal gluacomasearchfoundation.com.

Sin el control apropiado, el glaucoma puede llevar a la ceguera, pero con exámenes oftalmológicos periódicos, la detección temprana y el tratamiento puede preservarse la vista.

En la mayoría de los tipos de glaucoma, el sistema de drenaje del ojo se tapa y el fluido intraocular no puede drenar. Al acumularse, causa un aumento de presión en el interior del ojo que daña al nervio óptico que es muy sensible, llevando a la pérdida de la visión.

Hay millones de fibras nerviosas que van desde su retina al nervio óptico, las cuales se juntan en el disco óptico. Conforme aumenta la presión del fluido dentro de su ojo, daña estas fibras nerviosas que son muy sensibles y empiezan a morir. Al ocurrir esto, el disco óptico comienza a hacerse hueco rechazando las fibras del nervio óptico, el cual adoptará la forma de copa o curva. Si la presión se mantiene muy alta por demasiado tiempo se puede dañar el nervio óptico y puede terminar en la pérdida de la visión.

Una vez se pensó que la presión intraocular elevada era la causa principal del daño del nervio óptico. Aunque constituye claramente un factor de riesgo, ahora sabemos que deben intervenir otros factores, ya que las personas con presión intraocular “normal” también pueden sufrir de pérdida de visión por glaucoma.

La enfermedad suele estar presente en ambos ojos, pero por lo general la presión intraocular se empieza a acumular primero en uno. Este daño puede causar cambios graduales en la visión y, posteriormente, pérdida de la misma. Con frecuencia, la visión periférica (lateral) se afecta primero, por lo que inicialmente el cambio de su visión suele ser pequeño y usted no lo nota. Con el tiempo, su visión central (directa) también se empezará a perder.

Es importante conocer los síntomas. En la forma más común del glaucoma, la acumulación de la presión del fluido ocurre lentamente. Con frecuencia, no hay síntomas molestos o dolorosos. En las variedades menos frecuentes de glaucoma los síntomas pueden ser más severos. Estos son visión borrosa, dolor de ojos y de cabeza, náuseas y vómito, la aparición de halos color arcoiris alrededor de las luces brillantes y la pérdida repentina de la visión.

El glaucoma puede afectar a las personas de todas las edades, desde los bebés hasta los adultos mayores. Aunque todos estamos a riesgo, las personas con mayor riesgo para el glaucoma son los mayores de 60 años, los parientes de personas con glaucoma, las personas de ascendencia africana, los diabéticos, los que usan esteroides de manera prolongada y las personas con presión intraocular elevada (hipertensos oculares).

Los médicos recomiendan que la revisión para glaucoma constituya parte de los estudios oculares de rutina en niños, adolescentes y adultos.

Todas las personas deben hacerse exámenes integrales para despistaje de glaucoma alrededor de los 40 años.Posteriormente cada dos o cuatro años. Si usted posee mayor riesgo para desarrollar la enfermedad, debe hacerse el examen cada uno o dos años a partir de los 35 años.