Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
  • Actualizado 00:00

El mal humor se vuelve con el que lo lleva

El mal humor se vuelve con el que lo lleva


Solemos replicar el modo en que nos tratan y, según la psicóloga Elisa Múgica, eso se debe a que las neuronas espejo nos incitan a actuar de la misma forma en que lo hacen con nosotros. Estas famosas e interesantes neuronas son las responsables del bostezo contagioso, de que sonriamos cuando nos dedican una sonrisa o de que nos pongamos de mal humor cuando alguien enfadado se dirige a nosotros.

Por lo tanto, todos los insultos que salen de nosotros acaban encontrando el camino de vuelta, haciendo estragos en nuestro equilibrio personal y emocional. El mal humor es como estar en resistencia con uno mismo, con los demás y con las situaciones que nos pasan.

Una de las explicaciones que se contempla para explicar por qué algunas personas están constantemente de mal humor, pese a que la vida les ha dado fortuna, es que tienen un ego demasiado grande. Poco o nada les parece bien y piensan que la realidad tiene un empeño especial en que no se cumplan sus expectativas, de ahí su constante mal humor. En este sentido, el humor atormentado es el estado de ánimo que nos hace al mismo tiempo pequeños y esclavos.

El desencadenante del mal humor puede ser cualquier circunstancia. Algunos expertos concluyen que las, expectativas no cumplidas, por ejemplo, nos hacen mas propensos a tener pensamientos desajustados y eso es lo que termina poniéndonos de mal humor.

Tal Ben Shahar, profesor de Psicología Positiva en la Universidad de Harvard, asegura que el enfado tiene su función, es como una válvula que cuando se abre alivia la presión a la que está sometida una persona ante una circunstancia que le afecta.

Si alguien es despedido del trabajo, puede ser más productivo para uno mismo aceptar el enfado que produce tal circunstancia que negarlo.

El mal humor también puede ser explicado, siempre que no haya trastornos neurológicos, como un estado de ánimo en el que generalmente se produce una negación de la realidad. Las personas que continuamente están mal humoradas, rara vez están conformes con lo que tienen. Sus desajustadas expectativas les producen una gran frustración que se traduce en enfado y mal humor, haciendo que vean la situación de una forma más negativa de lo que realmente es o puede ser.

Estar continuamente mal humorados nos causa malestar psicológico y un desgaste emocional que ataca nuestro sistema inmunológico. Aumenta el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares y es un hábito nocivo para la función de los pulmones, según un estudio de la Universidad de Harvard.

La persona mal humorada tiene sentimientos de irritación, enfado y rabia. Enfoca su atención en los obstáculos externos que le impiden conseguir sus objetivos, a los que responsabiliza de su frustración. Además, el mal humor nos genera la necesidad de actuar física o verbalmente de modo intenso e inmediato.

En el plano fisiológico, este estado de ánimo activa el sistema nervioso, eleva la frecuencia cardíaca y la presión arterial, y a la vez reduce el volumen sanguíneo y la temperatura periférica. También hace que aumente la tensión muscular y la secreción de adrenalina, preparando al organismo para esfuerzos intensos.

Es fundamental identificar los motivos por los cuales sentimos mal genio, al tener la capacidad para detectar qué es lo que te afecta puedes corregirlo y así evitar caer de nuevo en una incómoda situación.

Debemos enfocar nuestra concentración en algo que sea realmente de gran agrado, pues existen muchas actividades que puedan gustarte, debes explorarte para conocer qué es lo que más te gusta. Al tenerlo claro puedes invertir parte de tu tiempo para aprender a realizarlo. Algunas actividades pueden ayudarte, siendo significativamente muy fáciles, además están a disposición de todos como salir a caminar o escuchar música.

Al ser seres sociales tendemos a ser influenciados por nuestras relaciones más cercanas, no debes dudar de que el peor error que puedes cometer al presentar mal genio es encontrarse cerca de otra persona malhumorada, lo más seguro es que termines igual de enojada o más que ella, y presentándose el peor caso, una disputa.