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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Adultos mayores y los males crónicos

Adultos mayores y los males crónicos

Las enfermedades con mayor incidencia en los adultos mayores son la demencia, diabetes, las dolencias neurodegenerativas y cardiovasculares. Así lo explica a SALUD el neurólogo Lucio Óscar Gonzales Cuchallo, presidente de la Sociedad Boliviana de Neurología, filial Cochabamba.

El experto en neurociencia, geriatría y gerontología dice que más del 75 por ciento de los fallecimientos se da por enfermedades crónicas y no por infecciones propias de la tercera edad. “Por lo tanto, es indispensable cuidar la salud de los jóvenes y adultos hasta los 55 años con medidas preventivas”.

Las dolencias más recurrentes son la hipertensión arterial, miocardiopatías, arritmias cardíacas y trombosis venosa, entre otras. El especialista también señala dolencias del corazón, tumores malignos, diabetes, neumonía y bronquitis. “La mayoría de las enfermedades se presentan por discapacidad y dependencia de terceros”.

El médico señala que la esperanza de vida de las personas es de 86 años y si alguien fallece antes, es una muerte prematura. Los adultos mayores necesitan un control médico continuo, alimentación adecuada y afecto.

La nutricionista Angye Zapata explica que necesitan los mismos nutrientes (proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales) que los jóvenes, pero en cantidades diferentes. Algunos pueden ser más necesarios que otros. Además, la fibra es esencial para mejorar la digestión y evitar el estreñimiento.

CON CUIDADO ADECUADO

HAY MÁS AÑOS DE VIDA

El neurólogo Lucio Óscar Gonzales Cuchallo realizó una investigación sobre el maltrato a los adultos mayores como un problema de salud pública.En el documento denominado El maltrato al Anciano señala que hay cuatro pilares fundamentales del ser humano el bio, psico, socio y cultural que deben estar en armonía porque repercuten en su calidad de vida y en el modo en que enfrenta al medio.

Por lo tanto, el bienestar de las personas de la tercera edad depende de las interacciones sociales y, sobre todo, las familiares.

El experto dice que le cuesta más que a otros presentar una

queja de maltrato, “ya sea por orgullo o por las

represalias que pudieran surgir o por el temor al abandono completo”.

El maltrato al

anciano ocurre en ambos sexos, se presenta en

cualquier estrato socioeconómico y grupo religioso. De igual manera, en personas sanas y competentes o enfermas y discapacitadas, siendo

mayor su frecuencia en las últimas.

El maltrato al anciano se define como la acción única o repetida o la falta de respuesta apropiada, que ocurre dentro de cualquier relación donde exista una expectativa de confianza, la cual produzca daño o angustia a una persona

anciana.

Puede presentarse de diferentes maneras: abuso físico, psicológico, sexual o financiero; negligencia física, psicológica o autonegligencia.

Se toma en cuenta el maltrato en la familia, en las instituciones como las residencias,

hospitales, centros de salud y asilos.

También se da en reparticiones del

Estado, en la comunidad y por la pareja.

El especialista lamenta la falta de políticas públicas para el cuidado de los adultos mayores.