Los antibióticos revolucionaron el mundo de la medicina. Muchas enfermedades que antes se consideraban incurables ahora son tratadas con estos medicamentos. Un antibiótico es una sustancia química que mata o impide el crecimiento de microorganismos, que usualmente son bacterias, que enferman el cuerpo.

La mejor opción para los médicos tradicionales es utilizar antibióticos naturales que no produzcan alergias y cuya acción sea agresiva al organismo y además no produzca malestar. Hay muchos alimentos que por la combinación de compuestos que los forman y sus propiedades refuerzan el sistema inmune e incluso atacan enfermedades específicas. Muchos ya están incorporados en nuestra dieta, pero se deben utilizar más. Los más comunes son el ajo, el jengibre, la cebolla, la fresa, el romero y la tila.

La fresa, por ejemplo, tiene una función antiviral importante porque fortalece al sistema inmunológico naturalmente, haciéndolo resistente a varias infecciones. Esta fruta es buen complemento para tratamientos de enfermedades reumáticas.

Otro antibiótico es el romero. Este vegetal además de ser un excelente condimento tiene más de 20 propiedades antivirales. Un té de romero, además de ser rico, es excelente para evitar que gérmenes, que potencialmente pueden dañar la salud, se expandan en el cuerpo causando problemas. Una infusión tres veces por semana ayudará a prevenir infecciones y enfermedades.

La tila es un relajante natural. Como su principal atributo es mejorar el estado de estrés de las personas. Tiene propiedades antivirales y será un elemento activo para combatir cualquier infección en el organismo.