Los profesionales en salud tienen la tarea de enseñar a sus pacientes acerca de cuándo pueden automedicarse. Además, deben aconsejar sobre el uso de los tratamientos, es decir, para qué sirven los fármacos, las dosis necesarias y la frecuencia de administración, los efectos adversos, la duración del tratamiento, la hora del suministro, qué hacer si no hay mejoría o si la enfermedad se agrava.

Es importante que enseñen sobre qué hacer en otras situaciones similares, qué fármacos puede o no puede tomar, los signos de alarma la hora de tomar un fármaco.

Se debe entender un medicamento como un instrumento de salud y no como un bien de consumo.

01

DuraciÓn limitada

El consumo de los fármacos debe tener una duración limitada. Si los síntomas no mejoran, aparecen otros nuevos o empeoran, se debe consultar con el médico.

Es importante leer y conservar el prospecto de todos los medicamentos.

Se tiene que conservar las medicinas en su embalaje original. Además, es importante prestar atención a información clave como la fecha de caducidad y el modo de conservación. El embalaje protege al medicamento y garantiza su adecuada conservación.

02

evitar el consumo

de alcohol

Evite el consumo de alcohol cuando esté tomando medicamentos porque puede afectar a su capacidad de reacción, por ejemplo en la conducción de vehículos y en la realización de actividades peligrosas.

En caso de embarazo, lactancia materna, enfermedades crónicas o si se trata de niños, debe consultarse siempre al médico antes de tomar cualquier medicina.

03

Informe al mÉdico

si estÁ tomando medicinas

Debe informarse al médico sobre todos los medicamentos que se toma o se ha tomado. También si se trata de hierbas medicinales, vitaminas, suplementos dietéticos o acerca de tratamientos de homeopatía.

Otra recomendación es pedir consejo al farmacéutico en caso de necesitar medicamentos que no requieren de receta médica para su dispensación.