El asma es una afección inflamatoria y crónica de los bronquios. Generalmente, tiene un origen alérgico y afecta aproximadamente al 7 por ciento de la población mundial. Se manifiesta a través de crisis puntuales de tos, silbidos en los pulmones, dificultades respiratorias y jadeos. Esta enfermedad es relacionada a una reacción anormal de las vías respiratorias debido a diversos elementos como ser alérgenos aéreos, humo, ciertos alimentos, infecciones, ejercicio físico, emociones fuertes, ácaros, entre otros. Para evitar sufrir estos ataques de asma, es importante alejarse de los factores que los provocan.

Las causas de este padecimiento son genéticas y ambientales. La inflamación de las vías respiratorias se traduce por la producción de mucosidad dentro de los bronquios, lo que traba la circulación del aire. Asimismo, los músculos cercanos se contractan, lo que acarrea las dificultades para respirar.

En algunas personas, las crisis de asma son poco frecuentes y no tienen repercusiones graves en la vida cotidiana. En otros casos, los ataques son regulares y se acompañan de síntomas intensos, lo que impide el sueño, limita las actividades diarias y requiere la utilización de inhaladores varias veces por día. A veces, es necesario hospitalizar al paciente.

Reduce la exposición a ciertos factores

ÁCAROS

Debes luchar contra los ácaros en tu casa, principalmente en la habitación. Aspira regularmente el polvo, reduce la humedad y la temperatura. También debes ventilar tu cuarto y cama a diario. Si tus crisis de asma son frecuentes e intensas, cubre las almohadas y colchones con fundas especiales antiácaros. Asimismo, existen productos en aerosoles que puedes aplicar sobre la cama y alfombras cada 6 meses.

ALERGIAS

Cuando el asma tiene un origen alérgico, debes controlar todos los irritantes respiratorios que se encuentran en tu casa. El moho suele concentrarse en las habitaciones húmedas y aisladas del hogar. Para combatirlo, es importante ventilarlas. Algunas personas sufren de alergia a los pelos de las mascotas. En este caso, es esencial conocer cuál animal provoca el asma. Por otro lado, debes evitar que el polen se introduzca donde vives. Puedes colocar mallas a las ventanas y cerrar adecuadamente las puertas.

ESTRÉS

La ansiedad puede provocar crisis de asma. Intenta practicar actividades que te relajan como ejercicios de respiración profunda, masajes, yoga, entre otras. Asimismo, existe una serie de alternativas que permiten evacuar el estrés. Es el caso de la acupuntura e hipnosis.

EJERCICIO FÍSICO

Las personas asmáticas pueden tener dificultades cuando realizan una actividad física. Para no tener una crisis, es importante efectuar ejercicios de calentamiento durante unos minutos antes del esfuerzo, particularmente cuando hace frío. Evita los deportes que se practican al aire libre cuando la contaminación es alta o si las temperaturas son muy bajas. Asimismo, no dudes en acudir a tu médico, ya que existen diferentes medicamentos que puedes tomar antes de hacer una actividad deportiva. De manera general, debes limitar la práctica de deportes muy intensos.

MEDICAMENTOS

Algunos medicamentos pueden provocar ataques de asma en las personas asmáticas. Es el caso del ácido acetilsalicílico, conocido como la aspirina, el cual es utilizado para aliviar el dolor y la fiebre. Asimismo, ciertos remedios prescritos en casos de enfermedades cardíacas o hipertensión arterial son desaconsejados para los asmáticos. Por lo tanto debes tener cuidado en no ingerir ningún medicamento sin previo aviso médico. También puedes pedir consejos a tu farmacéutico.

CIGARRO

Los asmáticos deben alejarse al máximo del humo del cigarro, ya que consiste en un irritante que agrava considerablemente el asma. Debes incentivar a los fumadores de tu entorno a dejar de fumar cuando estás presente para preservar tu salud.