Las aftas son pequeñas úlceras superficiales que se forman en las mucosas bucales, particularmente en la parte interna del cachete, lengua, labios y encías. Son frecuentes, ya que aproximadamente el 17 por ciento de la población mundial las padece durante su vida. No son contagiosas y suelen ser causadas por heridas en la boca, cansancio, alergias, carencia alimentaria, tabaquismo, infecciones o algunos medicamentos como antiinflamatorios.

Durante el ataque de afta, la ingesta de alimentos puede ser dolorosa. Sin embargo, es importante consumir comidas equilibradas y tener un aporte nutricional adecuado. Para comer cuando tienes aftas, es necesario licuar los alimentos. Se sugiere tomar sopas totalmente líquidas, ingerir purés de verduras y compotas de frutas. Privilegia la calabaza, calabacín y vainitas, ya que contienen muchos nutrientes diferentes. Para acompañarlas y tener un aporte en proteínas, opta por un pescado blanco o una pechuga de pollo. También debes añadir feculentos a tu comida. En este caso, se recomiendan las papas y fideos. Coloca todos tus alimentos en la licuadora para tener un puré homogéneo.

LISTA DE PRODUCTOS QUE DEBES EVITAR

si padeces esta afecciÓn

Las personas que sufren de aftas bucales no deben ingerir algunos alimentos, ya que incrementan los dolores y pueden multiplicar las úlceras. Es el caso de los frutos secos como las nueces y avellanas. También es importante limitar el consumo de frutillas, piñas y cítricos. Además de mariscos, chocolate, tomate y alimentos condimentados. En cuanto a los quesos, se sugiere reducir su ingesta, particularmente la del gruyere. Toma en cuenta que algunas personas son más sensibles que otras al dolor. De esta manera, en ciertos casos, es conveniente pelar las frutas, ya que la cáscara puede provocar molestias. Para beber, se debe privilegiar el agua mineral y disminuir las gaseosas, el alcohol y la cafeína.

¿Qué?

Prevención

LIMITA SU APARICIÓN

Para evitar el desarrollo de aftas en la boca, es primordial tener una higiene bucal impecable. Cepíllate los dientes dos veces por día. Ten cuidado en no dañar tus encías. Se aconseja frotar suavemente tu dentadura. Utiliza hilo dental y enjuague bucal cotidianamente. Por otro lado, no consumas alimentos muy salados, ácidos o condimentados.