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  • Diario Digital | jueves, 18 de abril de 2024
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Robert Redford: la despedida del gran mito del cine

El actor y director se despide de la interpretación a los 82 años. Su intensa carrera contrasta con la discreción con la que siempre manejó su vida privada
Robert Redford: la despedida del gran mito del cine


Cuando a Robert Redford le negaron el papel protagonista de “El Graduado” (1967) para dárselo a Dustin Hoffman, le dieron una contundente razón: era demasiado guapo. Ahí empezó a pensar que su belleza era más una carga que una bendición. Se empeñó en no depender de su cara bonita y lo logró. Directores como Steven Soderbergh, Quentin Tarantino o Kimberly Peirce le deben su carrera al Festival de cine de Sundance, que Redford impulsó en 1978 y que ha promovido hasta ahora. Ese legado durará más que su carrera, de la que se retira este año.

Pero sus seguidores aún pueden disfrutarlo en una nueva película, “Un ladrón con estilo”, que se encuentra en las salas de cine de nuestra ciudad. “Nunca digas nunca, pero he llegado a la conclusión de que este es el fin para mí, en términos de actuación. Voy a jubilarme después de esta película porque he estado ejerciendo mi trabajo desde que tenía 21 años. Creo que es suficiente. ¿Por qué no decir adiós con algo que es muy optimista y positivo?", explicó Redford.

También es cierto que el actor dijo algo similar ya en 2016, pero ahora parece definitivo. Salvo que otro proyecto emocionante se cruce en su camino, claro. Regrese o no a la interpretación su recorrido deja papeles, personas y recuerdos que quedan marcados como huella indeleble en el mundo cinematográfico.



INSPIRACIÓN Y AMISTAD

El legendario Paul Newman, 11 años mayor que Redford y fallecido en 2008, fue quien peleó para que le dieran el personaje de Sundance Kid en “Dos hombres y un destino”, película con la que arrasaron la taquilla en 1969. Cuatro años más tarde volvieron a aparecer juntos en “El golpe” (1973). “Él me ayudó a conseguirlo. Me puso en un nuevo territorio. Es una generosidad que no he olvidado”, dijo Redford durante un episodio de la serie “Iconoclastas” donde los entrevistaron juntos en 2005. “He aprendido de Paul a mantener el equilibrio como ser humano, sin dejar de actuar. A que si quieres seguir como individuo, hay que manejar la fama y no permitir que te absorba tu propia celebridad”, dijo entonces Redford.

Algunos dicen que incluso se fijó en él para vivir fuera de Hollywood y preferir Utah como lugar de residencia, como ya había hecho Newman cuando se mudó con su segunda esposa, Joanne Woodward, a Connecticut. Redford escogió la zona en la que había crecido su primera esposa, Lola van Wagenen, con quien estuvo casado 27 años y tuvo cuatro hijos, Scott, Shawna, James y Amy.



CONQUISTADOR: LUCES Y SOMBRAS

Sobre su vida sentimental también han corrido ríos de tinta, aunque el actor nunca se ha caracterizado por hacer de sus conquistas una bandera. Jane Fonda se confesó en la revista W en 2015: “Estaba tan enamorada de Bob... Nunca pasó nada entre nosotros, pero sí, era fabuloso besarlo”.

En 1967 coprotagonizaron “Descalzos por el parque” y su buena química les volvió a unir en varios filmes, entre ellos “El jinete electrónico” (1979) y “Nosotros en la noche” (2017).

Los papeles de Redford como galán lo llevaron a compartir la pantalla con estrellas de la talla de Barbra Streisand (“Tal como éramos”) y a rumores de romances con Natalie Wood o Daryl Hannah. Ninguno de ellos se confirmó. Su matrimonio fina-lizó en 1985, pero él no volvió a oficializar ninguna relación hasta que volvió a casarse con la artista Sibylle Szaggars en 2009.

Su sonrisa también ha tenido momentos de oscuridad porque ha vivido tragedias en su vida más personal. Su primer hijo, Scott, nació en 1959 y falleció por muerte súbita con cinco meses. Shawna cayó en una depresión después de que su mejor amigo matara a su novio en la Universidad de Boulder (Colorado) y durante ese período tuvo un accidente de coche en el que estuvo a punto de perder la vida. James sufrió una enfermedad a los 15 años que le afectó y tuvo que someterse a dos trasplantes. Una experiencia que llevó a Redford a dedicar muchos esfuerzos a una institución enfocada en trasmitir la importancia de la donación de órganos.l