Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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LECTURAS SUTILES

Nuevas normalidades

Nuevas normalidades
La expresión “nueva normalidad” (the new normal) se ha convertido en un sintagma corriente en el discurso neoliberal. A fuerza de repetirse en innumerables y diferentes contextos, se busca que los ciudadanos introyecten y asuman como un estado natural lo que en principio debería despertar una conmoción social y una revuelta contra el agravio a las condiciones de vida.

“La nueva normalidad” pretende exactamente eso: normativizar de-cisiones políticas que obedecen a los intereses del poder como si fuesen acontecimientos que caen del cielo, o que resultan de transformaciones irremediables a las que no tiene sentido alguno oponerse, ya que “suceden” por acción de fuerzas misteriosas.

Una no-identidad es el objetivo último del nuevo paradigma sociopo-lítico, que es al mismo tiempo el de una ideología que solo funciona mediante el binario “lo mío-lo ajeno”, siendo lo ajeno lo que evidentemente amenaza con apropiarse de lo mío.

Una no-identidad se construye mediante una retórica que hace de

la globalización una suerte de lengua universal despojada de historia, y fundamentalmente desarraigada de toda adherencia libidinal a su propia historicidad. El reverso de este proceso es el auge reactivo de los nacionalismos, que ofrecen una suerte de compensación identitaria a aquellos que no logran asimilarse a la espiritualidad algorítmica.

La cínica pero progresivamente admitida fórmula de que la inestabilidad es en verdad un estímulo para la innovación, que trasladarse de empleo en empleo, de ciudad en ciudad, de especialización en especialización, es en realidad un proceso de “crecimiento personal”, “enriquecimiento vivencial”, una oportunidad para hacer nuevos lazos, desembarazarse de las ataduras de lo rutinario, emprender una vida renovada, constituye una retórica a la que los sujetos deben habituarse para contemplar el mundo desde una perspectiva positiva.

La trayectoria laboral en episodios no puede imponerse solo mediante la fuerza bruta ejercida sobre las nuevas generaciones de trabajadores. Es preciso implementar una narrativa capaz de convertir el pragmatismo de los hechos (que se presentan bajo la modalidad

de cadena rota) en una maravillosa oportunidad para descubrir otras avenidas que conducen a desafíos desconocidos, pero que prometen una “reinvención” subjetiva.

Innumerables expertos y asesores ofrecen sus servicios de coaching para ayudar a que las personas puedan crear un argumento capaz de dar sentido a los movimientos migratorios del sujeto mercantilizado. Uno de los aspectos más interesantes de toda esta fantasmagoría

necesaria para la adecuada digestión de la “nueva normalidad”, es

la progresiva sustitución de las técnicas cognitivo-conductuales por

el coaching inspirado en las filosofías orientales.

En los Estados Unidos, las grandes corporaciones emplean cada

vez más a gurús que imparten talleres y seminarios de espiritualidad budista y zen. Las compañías de internet que ofrecen esta clase de servicios (trending en el área de Silicon Valley, pero que van extendiéndose por doquier) se han multiplicado por centenares en los últimos años. Nada como un buen batido de algoritmos y mindfulness para reponer fuerzas en la apasionante “carrera no-lineal”.

NOTA: Para cualquier consulta o comentario, te puedes contactar

con Claudia Méndez Del Carpio (psicóloga), responsable de la columna, al correo electrónico [email protected] o al teléfono/whatsApp 62620609. Visítanos en Facebook : LECTURAS SUTILES