Tiene 43 años y más de la mitad de su vida la dedicó al mundo de la moda. Marcelo Torrez celebró hace poco el primer año de la creación de su escuela de modelos Mannequin con nuevas ilusiones y expectativas.

Esta lugar se dedica a formar modelos profesionales con proyección europea. Por ello, se trabaja bastante la pasarela, la postura y el maquillaje, entre otros detalles más.

Por más de 20 años Marcelo radicó en Europa donde pudo formarse profesionalmente en el ámbito del modelaje. Durante su estadia en España organizó eventos de la talla del Top Model España, Miss Latina España, Miss Perú España y World Top Model Italia.

Esto le sirvió para adquirir experiencia y a su retorno al país realizar el World Top Model Bolivia.

“En la formación de modelos no hay capacitación ni especialización. Les da miedo abrirse a las cosas nuevas. Eso falta”, afirma Marcelo, quien a través de Mannequin busca subsanar estas falencias.

El ancla que lo trajo de vuelta a su tierra de origen fue el fallecimiento de su mamá y luego el pedido de su papá.

“Cuando debía retornar a Europa mi padre me pidió que no me vaya, entonces me replantee qué hacer en Bolivia y lo único que sé hacer es moda” cuenta Marcelo. De esa forma, surgió esta nueva opción para todas aquellas personas que desean incursionar en este mundo tan diverso.

Pero no todo fue fácil, el cambio motivó a Marcelo a asumir retos innovadores y trabajar duro por mejorar cada día. “Estoy contento porque estoy en mi casa. Aprendo cada día algo nuevo”, expresa feliz.

El apoyo de su esposo, Daniel Arroyo, ha sido fundamental durante todo el proceso de adaptación y cambios que vivieron ambos al dejar todo en España y venir a Bolivia a iniciar proyectos nuevos.

Después de un año de intenso trabajo, Marcelo califica como “positivo” el crecimiento de Mannequin y espera continuar con la organización de eventos y la formación de profesionales de la moda en Bolivia.