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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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LECTURAS SUTILES

El “problema” de ser diferentes

El “problema” de ser diferentes
¿Cuál es el gran problema de la humanidad? El hecho de que todos los seres humanos seamos diferentes.

Jean-Claude Maleval plantea que lo único claro en sus 30 años como

psicoanalista, es que todos somos distintos, “Pero, sobre todo, vivimos en mundos diferentes. Cada uno se construye el suyo. Y he visto que el mundo insólito del otro no tiene nada que ver con el tuyo. Por eso, comunicar nuestros mundos parece una ilusión y, por eso, la normalidad solo es otra ilusión”.

Si algo nos queda claro es que lo único que compartimos en común los seres humanos son nuestras diferencias, ojo que ser diferentes no se refiere a agruparse a discursos sociales o grupos que permiten reivindicar dicha afirmación, es -más bien- la concepción clara de que somos distintos en nuestra singularidad, en lo íntimo de nuestra posición frente al diario vivir.

Los lazos sociales suelen establecerse a través del planteamiento de que los demás lleguen a ser “complementarios” o “iguales” a nosotros, reafirmando o resolviendo nuestro propio pensar y accionar; sin embargo, esta ilusión es rota ante el encuentro con las diferencias que conlleva la relación con otra persona.

Es ahí donde aparece la intolerancia al otro, se presenta tanto en el rechazo, como en el querer imponer algo en él; pero es en el campo del desencuentro, en los límites (tanto con uno, como con el otro) donde se puede hallar un encuentro menos iluso, menos imaginario. Pues los limites permiten ubicar posibilidades de una forma distinta de relación.

¿Y si nos atrevemos a ser diferentes, a romper con la costumbre sempiterna de querer que los demás vean, sientan, piensen y hagan lo mismo que uno? Cada persona tiene su ritmo, sus momentos, una forma particular de ver la vida y ante todo sus propios “problemas” y es que, cada uno lleva la marca de la vida que le tocó, pero esos signos son elementos con los que se puede construir algo, no son el destino, ni un camino.

El primer derecho de una persona es hacerse cargo de sus marcas y hacer algo nuevo con ellas. Al fin de cuentas, el problema con ser diferentes está en no aceptar que las personas somos distintas, y que si algo hay que aclarar es que, no es el otro el del problema o el que debe hacerse cargo

o implicarse en algo, sino uno mismo. Y en lo que respecta a los demás, pues habrá que ir encontrando formas

de lidiar con las diferencias.

Un viejo amigo me decía: “Por último podemos estar de acuerdo, en estar en desacuerdo”.

El escuchar a las personas, nos enseña que algunos nombran ciertas situaciones que le pasan en la vida, con la palabra "problema", pero: ¿qué uso le estamos dando a esta palabra?

En ocasiones uno se adhiere a la lógica que ubica a los demás, los otros, como quienes generan las dificultades y nos pone en el camino de la victimización, sin embargo, suele pasar que lo que llamamos “problema” solo es un acontecimiento, efecto, contingencia, que sucede por cosas que se van decidiendo, construyendo o que aparecen de manera imprevisible.



NOTA: Para cualquier consulta o comentario contactarse con la responsable de esta columna, Claudia Méndez Del Carpio (psicóloga),

al correo electrónico [email protected]

o al celular/ WhatsApp 62620609.

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