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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 03:42

Técnicas para cambiar

Técnicas para cambiar
REGLA DE LOS DOS MINUTOS

Aunque pueda parecer simple, esta regla es tremendamente efectiva. Consiste en que si una tarea o deci-sión la puedes hacer/tomar dentro de los próximos dos minutos —quien dice 2, dice 3, 5 o 10— hazla/tómala ya, aunque no sea urgente ni prioritaria en ese momento.

Esta regla, que aparece en el libro “Getting things done” de David Allen (consultor e instructor de productividad), te ayuda a ir eliminando tareas de tu lista e ir cogiendo ritmo al sentirte activo y no evasivo.

Parte de la idea de que una vez que empezamos a hacer algo es más fácil continuar haciéndolo. Por ejemplo, si tienes que leer un libro para hacer un trabajo que no te apetece demasiado, y te dices a ti mismo “leeré las tres primeras líneas”, comenzando su lectura en los minutos poste-riores a la decisión tomada, ¿qué sucederá? Pues lo más seguro es que sigas leyendo al menos hasta acabar la página que has empezado o el primer capítulo. Esta regla invita a la acción y esta, a su vez, motiva a enfocarnos en lo que de verdad importa en ese momento concreto, leer.

EVITA LAS DISTRACCIONES

Debo ponerme a estudiar pero en lugar de hacerlo ojeo las redes sociales, miro el móvil, llamo a un amigo, me acerco a la nevera para ver si hay algo que se me antoja… ¿te suena este comportamiento? Pues esto también es procrastinación.

La mente es adicta al placer, por lo que busca satisfacer tal necesidad haciendo actividades sencillas que demanden poco esfuerzo; pero si una característica la define es que es plástica. ¿Esto qué quiere decir? Que entrenándola se adapta a lo que queramos. Aprender a disciplinar nuestra mente y reestructurarla para conseguir “domar” tales pensamientos evasivos será la clave del éxito para conseguir dejar de procrastinar.

LAS COSAS DE UNA EN UNA

Cuando no sabemos ni por dónde empezar, tendemos a procrastinar. Si partes de un objetivo grande, trata de dividirlo en varios más peque-ños y fáciles de manejar, porque te resultarán mucho más asequibles.

Si pese a todo, no sabes cómo hacer-lo, no importa, ponte a hacer algo que tenga que ver con el objetivo, la inspiración te encontrará trabajando.

ORGANIZA TU TIEMPO

Una de las características más reconocibles de las personas procrastinadoras es la de disfrutar el placer de la recompensa inmediata, se mueven por impulsos, lo que les lleva a pos-poner las responsabilidades hasta el último momento. Creer que funcionan mejor bajo presión y que rinden más cuando se acerca el plazo final, es un autoengaño.

Ponerse una fecha límite y convencerse de que esta es improrrogable ayuda a organizar mejor el tiempo sin correr el riesgo de dejarlo para más tarde.

Seamos claros, la persona que dice que no tiene tiempo, miente. No tiene tiempo porque siempre dice que no lo tiene, esa es la realidad. ¿Eres una de ellas?