Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 10:33

Alojamientos caseros, nueva tendencia en Cochabamba

La plataforma de hospedaje en casa Airbnb transformó la idea tradicional de hotelería y ya está presente en Bolivia <BR>
Alojamientos caseros, nueva tendencia en Cochabamba



El turismo es uno de los mayores placeres de la vida. Viajar y conocer nuevos lugares se convierte en una experiencia única. Para lograr el éxito de esta aventura es necesario combinar a la perfección el viaje con el hospedaje, en cuanto a comodidad y costos se refiere.

De la mano de la tecnología, hace 10 años, los norteamericanos Brian Chesky, Joe Ge-bbia y Nathan Blecharczyk decidieron brindar alojamiento en su casa a unos turistas que llegaban para una conferencia de diseño en su ciudad, San Francisco. De esa forma, nació Airbnb, una abreviatura de airbed y breakfast (colchón inflable y desayuno) que eran los servicios con los que iniciaron.

Después de esta experiencia, los tres diseñaron una plataforma de internet que revolucionó por completo la idea del alojamiento y se convirtió en una alternativa al hospedaje convencional. La idea central radica en que las personas puedan alquilar un departamento o habitación por periodos de tiempo no muy largos al igual que un hotel.

Actualmente, Airbnb se encuentra en 191 países, alrededor de 65 mil ciudades con más de 200 millones de usuarios y está valuada en 30 mil millones de dólares.

LLEGADA A BOLIVIA

Si bien la plataforma tiene una década de funcionamiento, en Sudamérica el crecimiento se dio los últimos años, después de una serie de problemas que atravesó la compañía en la parte asiática y europea del mundo. Bolivia, también se sumó a esta tendencia y sus beneficios.

“La gente lo utiliza por dos motivos: porque quiere disminuir los costos de su hospedaje […] y por la experiencia de vivir en la casa de una persona de la ciudad a la que uno va”, afirma Mónica Delgadillo, quien utilizó el servicio de Airbnb varias ocasiones, en diferentes partes del mundo.

Rubén Darío Justiniano, proveniente de Trinidad, llegó a Cochabamba en compañía de su familia. Gracias a la recomendación de un primo conoció a Diego Villagómez quien alquilaba su departamento a través de esta plataforma. “Me quedé por cuatro días. Muy cómodo todo y el anfitrión muy amable y atento”, asegura el huésped, quien después de pasar la noche en un hotel optó por esta opción. “Me salió mucho más económico y más cómodo que un hotel”, recalcó.

Actualmente, Airbnb cuenta en Bolivia con más de 300 alojamientos en cada ciudad del eje troncal del país. En Cochabamba se tiene un registro de 2.200 evaluaciones de huéspedes que usaron este servicio. En Santa Cruz la cifra supera las 4.200 evaluaciones y en La Paz alcanza las 8.000, convirtiéndose en la ciudad que más utiliza esta plataforma en el país.

HUESPEDES Y ANFITRIONES

Diego Villagómez y su esposa, Andrea Claure, conocieron la plataforma después de sus viajes a Miami y Puerto Rico. Experimentaron como huéspedes y quedaron fascinados con las ventajas económicas que ofrece Airbnb. Después de varias malas experiencias alquilando su departamento en la zona norte de la ciudad de Cochabamba, hace tres meses decidieron probar suerte como anfitriones de este servicio, y no se arrepienten.

“La plataforma es muy amigable, te va guiando paso por paso. La comisión de servicio se hace después de que alguien contrata tu servicio”, explica Andrea.

Hasta la fecha recibieron a personas de Colombia, Perú y Trinidad, con las que mantienen una relación amigable.

Entre las principales ventajas que destacan sus usuarios, además del tema económico, es la comodidad de un hogar. “Mucha gente que viaja frecuentemente está usando este servicio porque llega a un lugar que no es tan frío como un hotel, llega a su segunda casa”, asegura Mónica.

Para utilizar este servicio, los usuarios deben ingresar a la página web de Airbnb (airbnb.com) y obtienen una amplia gama de opciones entre departamentos completos o habitaciones, dependiendo de la cantidad de personas que utilicen el servicio. Los costos varian entre los 10 dólares hasta los 70 aproximadamente, dependiendo de los servicios que ofrezcan.

El departamento de Diego y Andrea cuenta con sala, comedor, baño, cocina, dos habitaciones, wifi, televisión por cable, teléfono fijo y acceso a piscina, gimnasio y parrilla.

El costo es de 30 dólares por noche; si se hacen reservas superiores a una semana se descuenta entre el 5 y 10 por ciento cuando es igual o mayor a un mes.

Cada anfitrión decide cuáles serán las reglas dentro de su propiedad al momento de recibir huéspedes. En el caso de esta pareja está prohibido fumar, traer mascotas y hacer fiestas. Aunque la plataforma realiza sugerencias a los propietarios al momento de inscribirse, la decisión final la establece cada dueño.

Uno de los principales beneficios que resaltan la mayoría de los anfitriones es el pago adelantado que reciben por su servicio.

“La aplicación toma los datos de la tarjeta con la que va a pagar la persona que alquila. Del monto total, la plataforma nos transfiere menos el 3 por ciento que es la comisión por el servicio”, indica Andrea Claure.

Pero, no todo es favorable para ambas partes. En el caso de los huéspedes, existen experiencias negativas sobre el uso de Airbnb. “Tomé el servicio para un departamento que estaba en Alemania. Mi vuelo se atrasó y, cuando llegué, el hombre no me atendió […] tuve que ir a buscar un hotel en la madrugada”, afirma Mónica Delgadillo, quien recuerda esa mala experiencia en uno de sus diversos viajes.

En el caso de los anfitriones, también existe una serie de vivencias negativas, como destrozos de los ambientes fruto de fiestas u otras actividades. En este tipo de situaciones, la plataforma, cuenta con un seguro por daños dependiendo de la situación.

AMENAZA A LA HOTELERÍA

La rápida expansión de Airbnb puso en alerta a las cadenas hoteleras a nivel mundial, debido a que esta práctica se convirtió en su competencia directa.

En países como Estados Unidos, México, Barcelona, Madrid y Japón, los gobiernos comenzaron a regular el funcionamiento de la plataforma a través del pago de impuestos que asciende al 3 por ciento de cada reserva, igual a la suma que pagan los hoteles al Estado.

En Bolivia, el servicio todavia es poco conocido, pero ya captó la preocupación de los hoteleros.

Según el presidente de la Cámara Hotelera de Cochabamba, José Miguel Escalera, los perjuicios se hicieron evidentes este año en fechas como el Corso de Corsos, la Feria Internacional de Cochabamba (Feicobol) y los Juegos Suramericanos, teniendo una baja del casi 45 por ciento en las reservas habituales.

“Rechazamos por completo este tipo de plataformas porque abren las puertas a la ilegalidad […] nosotros cumplimos una serie de requisitos que nos exigen para mantener nuestros hoteles, entre los que está el pago de impuestos al Estado, además de la licencia ambiental y la licencia de sanidad”, asegura Escalera.

Sin duda alguna, la plataforma Airbnb revolucionó por completo la idea tradicional de hotelería y creció a pasos agigantados en estos 10 años de vida.

Al igual que cualquier otro servicio, Airbnb posee ventajas y desventajas, dependiendo del punto de vista del que se observe; pero lo que sí es seguro, es que millones de personas en el mundo la utilizan y aportan a su crecimiento diario.

Actualmente, París es uno de los mercados más grandes en números con 76.000 anuncios de anfitriones. Le sigue Londres con 47.000 casas o departamentos disponibles.

Las ocho ciudades siguientes en la lista son: Nueva York (46.000), Río de Janeiro (33.000), Los Ángeles (26.000), Barcelona (23.000), Roma (23.000), Copenhague (20.000), Sidney (20.000) y Amsterdam con 17.000 anuncios.

En Bolivia, las cifras son mucho más bajas, pero están aumentando al pasar los días. l