­En mayor o menor medida, beber agua es algo que hacemos todos. Sin embargo, no son pocos los mitos que rodean a este acto cotidiano. Aquí la respuesta a varias preguntas.

¿Hay que beber ocho

vasos de agua al día?

¿Quién no ha oído esto alguna vez? Esta famosa recomendación carece de base científica, pues entre la población no existe un déficit de hidratación que justifique este consejo. Los seres humanos requieren distintas cantidades de agua, según su edad y condición, y no todos pierden el mismo volumen a través de la transpiración y de las excreciones.

Por otro lado, el agua también está presente en los alimentos que consumimos, por lo que, estrictamente hablando, no es necesario beber ocho vasos de agua diarios.

¿Tomar mucha agua engorda o adelgaza?

Ni lo uno ni lo otro. En el primer caso, quizá sea de forma momentánea. El agua carece de calorías y, por lo tanto, ni aporta energía ni puede hacer engordar.

Por otro lado, también existe la creencia de que beber mucha agua adelgaza.

Si bien su ingesta entre

comidas ayuda a engañar al hambre -porque llena momentáneamente el estómago- no provoca que se coma menos ni que se adelgace.

¿Beber mucha agua retiene líquidos?

Muchas personas propensas a retener líquidos beben poca agua porque creen que así su cuerpo estará menos hinchado, pero se equivocan.

Ante la falta de agua, el cuerpo pone en marcha

un mecanismo de defensa para intentar retenerla.

Beber agua ayuda a limpiar el organismo y a eliminar toxinas, por ende, la retención de líquidos es menor.

¿Se puede ingerir agua

entre comidas?

Este punto genera bastante controversia y son muchos los que no se ponen de acuerdo, pero, se investigó que beber agua durante las comidas ayuda a digerir los alimentos y favorece la acción de los jugos gástricos. Así que no todo lo que damos por hecho es verdad, hay que ver el punto de vista científico.