Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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CONSTANTINO KLARIC/// EL EXPERTO EN AERONÁUTICA CIVIL, CON 47 AÑOS DE TRABAJO EN LÍNEAS AÉREAS, ASEGURA QUE FUE UNO DE LOS IMPULSORES PARA LA CREACIÓN DE RUTAS EN BOLIVIA.

“Soy creador de rutas aéreas”

“Soy creador de rutas aéreas”



El cochabambino Constantino Klaric Feleris, más conocido como “Costo”, por sus familiares y amigos, es uno de los personajes más experimentados en el campo de la aeronáutica civil de Bolivia. Su historia

de vida tiene anécdotas que provocan admiración, sorpresa y hasta incredulidad, pero como él mismo relata “todo lo tiene fielmente documentado”,

por lo que está en condiciones que sostener sus

aseveraciones.

Constantino Klaric, actual director de proyectos especiales de la línea aérea Amaszonas, acaba de cumplir 85 años, de los cuales 47 ha trabajado en diferentes empresas aéreas,

aunque nunca dejó su

casa matriz el Lloyd Aéreo Boliviano (LAB).

Durante esos años, el experto fue uno de los mayores gestores de apertura de nuevas rutas aéreas, experiencia que fue reconocida el año pasado por la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (DINAC) del Paraguay, por su incansable colaboración en el desarrollo de la aviación civil.

“No me lo esperaba, ya que es la primera vez que el Dinac distingue a un extranjero”, asegura.

Durante el acto de reconocimiento, el presidente de DINAC, Luis Manuel Aguirre, destacó los logros de Klaric en cuanto a la ayuda que brindó a la aeronáutica de su país: “Si el Paraguay tiene alas es gracias a la labor de Constantino Klaric”.

EXPERIENCIA

Cuando egresó del colegio Anglo Americano de Oruro se fue a la Argentina para estudiar Motores. Cuando retornó a su tierra ingresó a prestar servicios como jefe de Mantenimiento

de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol).

Esa experiencia fue la que paulatinamente lo llevaría a tomar contacto con la línea aérea LAB.

En aquel tiempo lo buscaron de “Punto Cuarto” (instancia de cooperación de EEUU) y le solicitó presentarse en el LAB, porque requerían sus servicios. “Me presenté el año 1985, más o menos y nunca más pude dejar el tema de la aviación, para mi es como una droga”, manifiesta el entrevistado.

Otro golpe de fortuna para Constantino fue la compra de una mina, en 1965, que era rica en zinc y antimonio, a la que llamó “Asientos Cerro Grande Verenguela”, la cual explotó por más de ocho años.

“Entramos en sociedad, fue una suerte. Eso me permitió seguir trabajando en las empresas aéreas”, dice. Posteriormente, una oferta de compra, lo desvinculó del rubro minero, aunque le dejó una considerable cantidad de dinero, que le permitió seguir en aquello que siempre fue su pasión.

“Mi misión siempre fue abrir rutas, llegar a acuerdos y firmar convenios

internacionales”, afirma Klaric.

Después de comenzar a trabajar en el LAB, colaboró con JAT, (Jugoslovenski Aerotransport, línea aérea yugoslava).

“Tomé contacto con esa empresa para arreglar un problema con el LAB y de ahí ellos me dijeron que necesitaban alguien en Sudamérica y me propusieron ser su director. Después de eso pasé a ser funcionario de la Dirección General de Aeronáutica Civil de Bolivia (DGAC), aunque nunca dejé de trabajar para la línea bandera del país”, enfatiza.

El mismo trato tuvo con las empresas aéreas Air France, Varig y Delta.

Uno de los episodios más tristes en su carrera profesional fue el cierre de funciones del LAB.

Luego, “A pesar de que en mi profesión, siempre había hecho algunas observaciones a AeroSur, de propiedad de Humberto Roca, me llamó para trabajar con él y acepté”, recuerda el experto en aviación, que sin ser piloto comercial tiene 9.000 horas de vuelo acumuladas.

Posteriormente, el Transporte Aéreo Militar (TAM) y, finalmente, Amaszonas.

Entre risas, comenta algunas de sus anécdotas, que evidentemente son difíciles de creer, pero que él guarda los documentos que lo respaldan, como aquella vez que el Gobierno de Estados Unidos acudió a él para solicitarle el préstamo de 500 dólares, “No es el monto, pero yo les presté plata”, manifiesta, mientras sostiene el documento privado que hizo con dicho representante gubernamental. O la vez que en medio de

una negociación obtuvo permiso para que el LAB vuele de Miami a Cuba. “Fuimos el único país latinoamericano que logró abrir esa ruta. Verdaderamente fue único”.

Actualmente, a pesar

de su edad, continúa

viajando por el mundo abriendo rutas, esta vez para Amaszonas.

Constantino Klaric, la enciclopedia de la aviación nacional es el hombre de las rutas aéreas nacionales.