Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 13:26

JENNIFER HUDSON///LA ACTRIZ AFROAMERICANA CUENTA CÓMO SE ENFRENTÓ AL RACISMO EN SU VIDA DIARIA Y LOS PORMENORES QUE DEBE ATRAVESAR.

“Es todo por culpa de la ignorancia”

“Es todo por culpa de la ignorancia”



Aunque a lo largo de más de una década de carrera Jennifer Hudson ha participado en el concurso “American Idol”, ganado un Óscar por su papel en “Dreamgirls” y ahora trabaja simultáneamente como coach en las ediciones estadounidenses e inglesas de “The Voice”, en su vida diaria sigue enfrentándose a una serie de prejuicios que se justifican únicamente por el color de su piel, que muchos asocian con un estatus social bajo que no se corresponde con la realidad.

"Ha habido varias ocasiones en las que, al subirme al avión, la tripulación ha asumido que iba a viajar en la parte trasera del avión, eso ha sucedido a menudo. Y a mí me toca decir: “No, gracias, mi asiento está   en primera clase”, explica la intérprete.

Otro de los ejemplos que ha ofrecido Jennifer acerca de esas conductas o comentarios, que generalmente no son malintencionados pero que denotan el racismo que aún permanece latente en gran parte de la sociedad estadounidense, implica a uno de sus propios empleados, a quien suelen confundir con su jefe basándose en que él es blanco y ella negra.

“La gente también asume que mi vivienda es en realidad de mi chofer, Charles, que es blanco. Una vez estábamos llevando algunas cosas a la casa y los transportistas querían saber dónde tenían que ponerlo todo, y yo les dije dónde. Pero se quedaron parados. Cuando Charles entró por la puerta, le preguntaron otra vez: “¿Dónde quiere que dejemos esto?” Y le tocó contestarles: “Ella ya les ha dicho que lo quiere ahí. Se están equivocando de persona”, relata la actriz.

Tristemente, como artista, mujer afroamericana y madre soltera, Jennifer -que tiene un hijo de ocho años con su exprometido David Otunga- conoce de sobra lo que se siente al tener que soportar que los demás se formen opiniones de antemano sobre su persona sin conocerla.

“Ese tipo de cosas suceden en tu propio hogar. Yo desa-fío todas las convenciones al ser afroamericana y vivir en un barrio acomodado, y además soy una madre trabajadora.

Son demasiados conceptos extraños personificados

en un mismo individuo;

y es todo por culpa de la ignorancia. La raza es solo un aspecto más de esa discriminación, pero yo tengo que lidiar con todos ellos", lamenta.