El pasado 23 de agosto, la Cámara Departamental de Minería Cochabamba (Cademin) cumplió 70 años de servicio ininterrumpido en la región.

La historia de la institución se inició en 1947 y tiene un legado importante, en la que los miembros fundadores aportaron al desarrollo y a la estabilidad institucional de la minería regional.

Cademin se convirtió en una organización promotora de servicios de asesoramiento integral en el rubro, sin fines de lucro, que aglutina en su seno a los empresarios mineros que se dedican a las actividades de: explotación, extracción, industrialización y comercialización de minerales metálicos y no metálicos, quienes aún constituyen parte del segmento de operadores mineros legalmente establecidos en Cochabamba.

El actual presidente de esta institución, Luis Fernando Laredo Arellano, aprovechó la ocasión para analizar la situación actual, los problemas sociales y los proyectos que enfrenta Cademin.

Así: ¿Cómo recibe la Cámara Departamental de Minería Cochabamba este aniversario?

Luis F. Laredo Arellano (LLA): Definitivamente, contentos. Porque la minería fue, es y será el sotén económico del país. Nuestra organización sigue impulsando la actividad minera en el departamento. Cademin vivió la bonanza de los tiempos de holgura y soportó la época difícil del sector.

Ahora estamos encarando una nueva etapa, queremos mejorar nuestra institución y así volver a atraer a los miembros.

Hay que recordar que en la época de oro eran algo de 200 miembros, porque el Banco Minero obligaba a los empresarios a inscribirse en la Cámara; a la fecha no llegamos ni a 30 afiliados.

Así: ¿Qué situación motivó el alejamiento del 85 por ciento de miembros de Cademin?

LLA: Uno de los factores más lapidarios para el rubro de la minería fue la aplicación del Decreto Supremo 21060 en 1985, dictado por Víctor Paz Estenssoro.

Esa norma cambió el sistema de uno social a uno liberal, situación que muchas empresas mineras no supieron sobrellevar y se vieron obligadas a dejar la actividad. En esta etapa también desapareció el Banco Minero y, paulatinamente, los miembros de Cademin fueron disminuyendo.

Así: ¿Actualmente, cómo está el rubro de la minería en Cochabamba?

LLA: Muy buena, somos territorio virgen y listo para explotar.

Tenemos que aclarar, que siempre se identificó al concepto de “minería” con aquella actividad que se vincula a la extracción de metales; pero, también está la de no metales.

En esta segunda, Cochabamba cubre el 70 por ciento de extracción minera de yeso, cal, mármol, una amplia diversidad de arcilla, sodalita, sulfato de bario y calcita. Es importante explicar que estos materiales no solo son empleados en el área de la construcción, sino también en otros rubros, por ejemplo: la calcita se emplea en los ingenios azucareros o en el sector avícola.

Sí, podemos afirmar que contamos con mayor producción que en el oriente, hay mucho potencial; pero, el problema es la inseguridad juridica que tenemos los empresarios, se nota que hay tensión en varias comunidades mineras, hay mucho avasallamiento y de cierta manera eso no protege a nuestro rubro.

En el área de minería metálica debo mencionar que el departamento produce estaño, wolfrang, zinc, oro, plata, entre otros.

Así: ¿Somos un departamento que solo se dedica a la extracción minera?

LLA: No, la minería en la región no solo es eso, sino que los hombres dedicados al rubro extraemos el material, lo producimos y hasta lo comercializamos, de esta manera cumplimos con toda la cadena de producción. Esto nos coloca delante de otros departamentos y con más ventajas, ya que ellos solo sacan el mineral.

Así: ¿Cuáles son las principales demandas del sector?

LLA: Estamos atravesando por un gran momento, no en volúmenes, sino en el valor exportable es mucho mayor. Esta es la razón por la cual nosotros (los empresarios mineros) pedimos al Gobierno que nos dé preferencia para proponer mejoras en las normas que rigen la nueva Ley Minera 535. Sus 241 artículos regulan las actividades minero-metalúrgicas, establecen lineamientos para la otorgación, conservación y extinción de derechos mineros y para el desarrollo y garantizan la continuidad del sector.

Lamentablemente, esta norma está considerada para los metálicos y no así para lo no-metálicos; tropezamos con muchos inconvenientes, tenemos problemas hasta para comprar materia prima de terceras personas, porque no tenemos un proveedor que esté inscrito debidamente con la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM).

En caso de omitir esta norma podemos ser sancionados penalmente como empresa y también puede ser multado el transportista, ya que estaría vendiendo material que no está registrado. Esto nos frena.

Así: ¿Qué es lo que potenciaría al sector?

LLA: Por una parte, la modificación de la Ley 535 y por otra, todas las cámaras tenemos que agruparnos y hablar un solo lenguaje.

Hay que buscar la unidad del sector, porque estamos fraccionados, hasta antes de la emisión de la ley de 21060 toda la actividad minera tenía una sola representación nacional, después de esta ley, el rubro se ha fraccionado en cuatro sectores: Mineros medianos, la Cámara Nacional de Minería, los cooperativistas y la Asociación de Comerciantes de Minerales. Esta situación pone en evidencia la debilidad del sector, en el pasado se tenía una sola visión y hoy tenemos que integrarnos, tener una sola meta, que nos va a permitir definir políticas públicas a nivel nacional,

También debemos establecer un ambiente de confianza, que haya seguridad para nuestra actividad.