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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Lecturas sutiles Problemas de aprendizaje: la otra cara de la moneda

Lecturas sutiles Problemas de aprendizaje: la otra cara de la moneda

Los problemas de aprendizaje actualmente representan una de las mayores preocupaciones de la sociedad, es por ello que existe un creciente interés en varias disciplinas, como ser la medicina, pedagogía, psicología y demás, cada una tiene una propuesta diferente acerca del diagnóstico, el tratamiento y sus posibles consecuencias. Hoy pretendo hacerles llegar una lectura diferente a esta problemática, tomando como referencia el psicoanálisis.

Cuando los problemas de aprendizaje se manifiestan, los padres (o responsables) en primera instancia recurren a profesoras de apoyo; cuando el problema persiste tratan de darle alguna explicación acudiendo a la ciencia médica, generalmente a la neurología, que después de un par de pruebas biológicas tendrá como resultado un diagnóstico.

Una vez que se tiene el diagnóstico se procede – en la mayoría de los casos, por no decir todos – a medicar; esta medicación es una solución rápida (y no por ello efectiva) que deja de lado lo primordial: el sujeto – niño. Es relevante e imprescindible preguntarse ¿Cuál es el otro lado de la moneda? ¿Qué se esconde tras ese niño etiquetado y medicado por x o z motivo? Pues bien, debemos tomar en cuenta que los problemas de aprendizaje son la manera en que los algunos niños (no todos) han encontrado para poder de-mostrar aquello que en ellos no marcha bien. Detrás de cada etiqueta dada a un niño, hay un sujeto con un síntoma que le provoca malestar y angustia, pero aún no cuenta con los recursos necesarios para poder elaborarlos o asimilarlos, y a través de esta conducta está tratando de expresar algo.

Hablemos del síntoma, este es un término que se usa bastante en psicoanálisis y tiene diversas vertientes; hoy tomaremos el síntoma como sustitución, en este sentido el síntoma viene a sustituir un evento traumático y con mucha carga emocional inconsciente, la cual es causante de angustia y desequilibrio en el sujeto (el divorcio de los padres, el cambio de colegio, el fallecimiento de alguien cercano, el nacimiento de un nuevo hermano, etc.)

Tomando en cuenta que el síntoma viene en lugar de otro elemento, debemos prestar bastante atención a lo que ese síntoma está tratando de decir, el mensaje que quiere darnos. Lastimosamente en la mayoría de los casos se cree que con la medicación es suficiente, pero en realidad solo se está poniendo un velo que tarde o temprano caerá, ya que al no trabajar y poner en palabras aquello que angustia este seguirá persistiendo y mostrándose de diferentes maneras, ya decía Freud “la voz del inconsciente es sutil, pero no descansa hasta ser oída”

Por otro lado, es innegable la acción y el efecto inmediato de la medicación a nivel biológico y en algunos casos es realmente necesario, pero el fármaco en sí no tiene efectos terapéuticos, si bien reduce la conducta indeseada esta se desplaza a otro plano, o bien si se suspende la medicación esta retorna; no olvidemos que es importante “hacer hablar” al síntoma, no solo medicarlo y callarlo, ya que en el momento en que ese síntoma va siendo nombrado va dando pautas de aquello que inconscientemente está provocando la represión del aprendizaje.

A manera de concluir, es menester mencionar, que en estos casos un trabajo integral e interdisciplinario – rescatando la singularidad del sujeto, su historia y por ende su síntoma – es muy recomendado, además que el fracaso escolar no solo tiene causantes, sino también tiene efectos que afectan al niño en su totalidad, es decir, afecta a nivel social ya que muchas veces son segregados, señalados y desvalorizados, y consecuentemente a nivel personal, provocando inseguridades, depresión, conductas agresivas, entre otros.

NOTA: Para cualquier consulta o comentario, contactarse

con Claudia Méndez Del Carpio, Responsable de la columna,

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