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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Sin abejas no hay vida

Sin abejas no hay vida




Existe un consenso generalizado de que las abejas de todo el planeta tienen problemas. Hace unos años, los nidos de abejas domésticas comenzaron a experimentar muertes en masa, y también se encontraron anomalías en las abejas silvestres. Lo que no estaba claro es qué lo causaba. Los virus, los hongos y los pesticidas han sido destacados como posibles causas, pero encontrar una evidencia definitiva ha sido difícil de conseguir.

Ahora, dos nuevos estudios publicados en la revista Science proporcionan finalmente pruebas sólidas de que los plaguicidas populares llamados neonicotinoides son fatales para las abejas polinizadoras que mantienen en pie nuestro sistema de producción de alimentos.

Químicamente similares a la nicotina e inventados en los 80, se trata de los insecticidas más utilizados del planeta, pues actúan en el sistema nervioso central de los insectos.

Las pruebas definitivas se han encontrado no en experimentos de laboratorio, donde las abejas podrían recibir dosis irreales de pesticidas, sino en campo abierto, concretamente en regiones de Europa y Canadá y las conclusiones son malas, muy malas.

Para medir el daño potencial, un equipo de investigadores europeos estableció 33 lugares con cultivos de semillas de colza en Alemania, Hungría y Reino Unido asignados al azar para ser tratados con uno de los dos insecticidas más usados a nivel mundial o con ningún insecticida.

El equipo examinó abejas melíferas (abeja europea) y dos especies de abejas silvestres (abejorros y abejas solitarias). Los resultados diferían entre los lugares y las especies, pero en general se descubrió que las colmenas de abejas eran menos propensas a sobrevivir durante el invierno, mientras que las abejas silvestres se reproducían bastante menos. Los científicos encontraron que los pesticidas no mataban directamente a las abejas, pero sí las hacían más vulnerables, especialmente si existían otros factores o enfermedades ambientales que ya afectaban a la colmena.