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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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MEDIO AMBIENTE/// EL GUSANO DE CERA SE COME EL POLIETILENO, UNO DE LOS PLÁSTICOS MÁS RESISTENTES USADO PARA FABRICAR ENVASES Y BOLSAS.

Gusanos ¿superhéroes?

Gusanos ¿superhéroes?



Federica Bertocchini, investigadora en el Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (España), descubrió esta particularidad por casualidad y gracias a su afición a la apicultura. Así, al ver un día que sus pañales estaban llenos de gusanos decidió retirarlos e introducirlos en una bolsa de plástico de la que, al poco, los insectos habían escapado. “Comprobé que la bolsa estaba llena de agujeros. Solo había una explicación: los gusanos los habían hecho y se habían escapado por ahí. En ese momento, comenzó este proyecto”. Tras el hallazgo, y en coordinación con Paolo Bombelli y Chris Howe, investigadores de la Universidad de Cambridge, iniciaron los experimentos para constatar la eficacia de 

los gusanos de cera para degradar el polietileno. Y resultó que era mucha: un centenar de gusanos degradan en tan solo 12 horas hasta 92 miligramos de este plástico tan común como resistente.

“Es realmente muy rápido”, valora Bertocchini.

Durante la investigación se ha comprobado, además, que los propios capullos degradan el polietileno a través del contacto, por lo que ahora se están tratando de averiguar las razones de esta cualidad que, inicialmente, achacan a la similitud de la composición de la cera y del polietileno. “Aún desconocemos los detalles de cómo se produce la biodegradación, pero existe la posibilidad de que lo haga una enzima.

El siguiente paso es detectarla, aislarla, y producirla in vitro a escala industrial. Así podremos empezar a eliminar de forma eficaz este material tan resistente”.

Como avanza la investigadora, los gusanos podrían ofrecer una alternativa para acabar con estos restos, algo que hasta ahora se realiza con procesos de degradación largos que requieren del uso de ácidos corrosivos.

Frente a ellos, esta respuesta de la naturaleza puede contribuir a poner freno a los residuos de polietileno, un material del que anualmente se producen 80 millones de toneladas, muchas de ellas para bolsas de plástico.

Se calcula que cada uno de nosotros utiliza unas 230 al año. ¿Sabes cuánto tarda cada una de ellas en degradarse? Hasta 100 años las que están fabricadas con polietileno de baja intensidad y cuatro siglos en el caso de las bolsas más densas.