Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 00:24

SUTILES RESPUESTAS. DAR EL PRIMER PASO PARA EMBARCARSE EN UNA RUTINA DE EJERCICIOS ES ALGO QUE LE CUESTA A LA MAYORÍA DE LAS PERSONAS. PARA JUSTIFICAR UNA VIDA SEDENTARIA HAY MUCHAS RESPUESTAS CON FUNDAMENTO, (O POR LO MENOS ALGUNAS DE ELLAS) Y PU

Por qué nos cuesta tanto hacer ejercicio (o solo es por flojera)

Por qué nos cuesta tanto hacer ejercicio (o solo es por flojera)



Si eres de los que no hace ejercicio puede que no sea totalmente tu culpa. Es posible que la razón por la que te cueste tanto estar activo físicamente no pase por tu falta de voluntad, sino por el simple hecho de cómo eres.

El punto es que no puede ser sim-plemente casualidad que pese al bombardeo de información sobre

los numerosos beneficios que brinda el ejercicio, tanto para la salud como

para el estado de ánimo, todavía

haya una mayoría de la población que no hace ningún tipo de entrenamiento físico.

"Por experiencia se debe a una condición o predisposición genética ligada al somatotipo de cada persona", le explicó a BBC Mundo Juan Francos Marco, licenciado en ciencia deportiva del centro Alto Rendimiento.

"Para alguien endomorfo es mucho más difícil cualquier actividad física que para una persona del grupo ectomorfo o mesomorfo, y eso hace que tengan más predisposición a llevar una vida más perezosa. Si hacen ejercicio es más por una recomendación médica".

Nuestros ancestros

Para el profesor David Lieberman, experto en la evolución biológica del ser humano, la explicación puede remontarse incluso hasta nuestros ancestros.

En un trabajo que realizó en 2015, "¿Realmente es el ejercicio una medicina? Una perspectiva evolutiva", el profesor de Harvard explica cómo nuestros antepasados tenían la tendencia de reposar y guardar energía cuando no estaban obligados a someter al cuerpo a exigentes jornadas de caza o se trasladaban de un lugar a otro. "Es natural y normal ser físicamente flojos", aseguró.

"Nuestro instinto ha sido siempre ahorrar energía. Durante la mayor parte de la evolución humana eso no tenía relevancia porque si querías poner comida en la mesa tenías que trabajar realmente duro", en referencia a que en aquellos tiempos no resultaba fácil encontrar las cantidad de alimento necesaria para balancear las calorías que se quemaban cuando se salía en cacería.

En una entrevista con el diario The Washington Post, Lieberman explicó que en la vida moderna no se necesita el mismo esfuerzo físico ya que las máquinas y la tecnología nos hacen la vida mucho más fácil, pero que "heredamos sus instintos" de reposar cuando no es necesario estar en movimiento.

En el mismo artículo, el profesor Bradley Cardinal, de la universidad estatal de Oregon, escribe que no cree que todo se deba a un tema biológico y que hay un aspecto social que tiene un efecto negativo en las personas.

En ese sentido, se refirió al hecho que en muchos círculos de la vida en los que nos desenvolvemos, sea con amigos o profesionalmente, está mal visto no hacer ejercicio y no se entiende que la actividad física se debe llevar como algo natural, incluso cuando se decide no hacerla.

Zona de confort

Para Sherry Pagoto, profesora de medicina de la universidad de Massachusetts, en un artículo publicado en el portal Psychology Today, lo más difícil es poder superar el rechazo psicológico que se genera a raíz de las muchas situaciones incómodas que se experimentan del propio ejercicio físico.

Sudar, pasar frío, sentirse sin aliento, los dolores musculares o el sacrificio que implica son elementos que juegan constantemente con la mente, que suele entrar a menudo en una confrontación con la voluntad de las personas.

Pagoto considera que la incomodidad de esas situaciones es algo temporal y que el cuerpo humano se adapta a las nuevas experiencias, lo que abre un abanico de posibilidades y

recompensas.

Para ello también es importante entender la realidad en la que cada persona ha vivido.

"La cultura y la educación toman un aspecto relevante a medida que se va creciendo", indicó el profesor Juan Francos Marco, del centro Alto Rendimiento en España.

"Si nunca se ve a nadie de tu familia o de tu entorno practicar deporte o hacer ejercicio será difícil que se sienta atraído a hacerlo. En caso contrario el niño lo incorpora como algo implícito para el resto de su vida", explicó.

"Otro factor que condiciona es la motivación", siguió Marco.

"La gente quiere resultados rápidos porque asocian que hay un sufrimiento que requirió mucha voluntad y disciplina".

"Si no ven la recompensa aparecen las dudas y cuestionan si está valiendo la pena el esfuerzo".

Según el preparador físico español, lo más recomendable es entender que se trata de un proceso lento, que si bien requiere voluntad y dedicación, con el tiempo se obtendrá la recompensa.

Y que no hay nada reprochable con el hecho de que algunas per-sonas son simplemente más pe- rezosas y otras por naturaleza son más activas.

Más datos

Por lo general, las personas que hacen ejercicio, comienzan a comer mejor y a ser más productivos. Ellos fuman menos y muestran más paciencia con los colegas y familiares. Ellos usan sus tarjetas de crédito con menos frecuen- cia y dicen que se sienten menos estresados. El ejer-cicio es un hábito clave que desencadena un cambio generalizado”.

-Charles Duhlig

Salud

Disciplina. La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda mínimo 30 minutos diarios de actividad física y para empezar a tener el hábito de hacer ejercicio puedes arrancar con mucho menos de este tiempo.