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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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RIESGOS. ANTES DE LOS 25 AÑOS

¿Dejar de consumir lácteos?

¿Dejar de consumir lácteos?



Estudio revela que los jóvenes han disminuido el consumo  de la leche

Quizás influenciados por los consejos de algunos blogueros y gurús de la nutrición, cada vez más jóvenes están reduciendo el consumo de leche y productos lácteos en sus dietas. Pero hacerlo antes de los 25 años y sin reemplazar esos alimentos por otras fuentes alternativas de calcio puede ser perjudicial para la salud, advierten los expertos.

Una encuesta reciente de la Sociedad Nacional para la Osteoporosis, una organización británica sin ánimo de lucro, en la que participaron 2.000 adultos, halló que el 20 por ciento de los menores de 25 años había reducido o eliminado totalmente el consumo de lácteos en su dieta.

Y otro sondeo de la Agencia para los Estándares de la Alimentación británica encontró que casi la mitad de los jóvenes entre 16 y 24 años decía tener intolerancia a la leche y a los productos lácteos, comparado con apenas el 8 por ciento de los mayores de 75 años.

Pero sólo el 24 por ciento de quienes decían tener intolerancia a la lactosa contaba con un diagnóstico médico.

¿Una moda arriesgada?

 Eliminar totalmente los productos lácteos puede ser dañino para la salud, advierte la Sociedad Nacional para la Osteoporosis de Reino Unido, a menos que los nutrientes de los lácteos sean reemplazados con otros alimentos o suplementos.

Las dietas que eliminan el consumo de lácteos pueden ser "una bomba de relojería" para la salud de los huesos de la gente joven, advierten desde la organización británica.

La leche y los productos lácteos, como el yogur o el queso, son importantes fuentes de calcio, necesario para de-sarrollar unos dientes saludables y unos huesos fuertes.

Aunque eliminar los lácteos no es en sí mismo peligroso, si se sigue una dieta sin estos productos sí es importante asegurar que se ingiere el calcio suficiente a partir de otras fuentes, como el pan, los cereales, las nueces y almendras, las semillas de sésamo, las espinacas, las sardinas en lata (con espinas), el tofu, las habas o los higos, entre otros alimentos.

Antes de los 30 años, los huesos están en su punto más fuerte y más espeso en la edad adulta temprana y su densidad sigue creciendo hasta el final de la veintena.

Pero a partir de aproximadamente los 35 años se empieza a perder esa densidad, según el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido.

Y por eso la dieta en la edad adulta temprana es tan importante, según le dijo a la BBC la profesora Susan Lanham-New, directora de ciencias de la nutrición de la Universidad de Surrey, en Inglaterra.

“Para cuando llegamos a los últimos años de la veintena ya es demasiado tarde para revertir los daños causados por una mala dieta y por las deficiencias nutritivas, así que la oportunidad para desarrollar unos huesos fuertes ya pasó”, dijo Lanham-New, que además asesora a la Sociedad Nacional para la Osteoporosis.

Se estima que después de los 50 la mitad de las mujeres y uno de cada cinco hombres desarrolla osteoporosis, una enfermedad caracterizada por el debilitamiento de los huesos que facilita su fractura y puede causar dolorosas roturas de cadera, muñeca

o espina dorsal.

Fuentes de calcio alternativas

Los lácteos son considerados como una importante fuente de calcio, debido sobre todo a que nuestro cuerpo puede absorberlo muy fácilmente a través de esos productos. No obstante, ellos no son la única opción con la que contamos. Por el contrario, es importante conocer las mejores fuentes alternativas de calcio, ya que de esta manera no solo nos tendríamos que limitar a la leche y sus derivados.

Como bien sabemos, el calcio es un elemento muy importante para gozar de una buena salud. Entre otras cosas, es de gran ayuda para el corazón, los huesos, músculos, nervios y la sangre.

Por lo tanto, su consumo

es sumamente importante. De no ser así podemos sufrir problemas de salud como osteoporosis o cáncer de colon.

VEGETALES VERDES

La col o el repollo, así como las espinacas y el brócoli son una excelente fuente alternativa de calcio. De hecho, este tipo de productos naturales tiene una mayor cantidad de calcio que un vaso de leche. Crudas o ligeramente cocidas conservan su alto valor nutricional, además de que tienen mucho hierro, el cual también es muy importante para el correcto funcionamiento del organismo.

AVENA

Está comprobado que la avena aporta a nuestro organismo importantes cantidades de calcio. Se puede consumir en el desayuno, ya sea en forma natural o en hojuelas, así como combinada con frutas o en un batido.

SEMILLAS Y FRUTOS

También conocidas en algunas partes del mundo como ajonjolí, contienen una buena cantidad de calcio. Una simple cucharada de ellas puede ser útil. Además, se pueden mezclar con hojas verdes como la albahaca.

De esta manera obtendremos además hierro. De hecho,

algunos panes son elaborados con semillas de sésamo

o las tienen en su superficie.

Frutas secas como el higo, las almendras o avellanas son una gran fuente alternativa de calcio.