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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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PERFIL PRESIDENCIAL. HOY, FRANCIA ELIGE A LA PERSONA QUE DIRIGIRÁ SU RUMBO DURANTE LOS PRÓXIMOS CINCO AÑOS; UNA DE ELLAS PODRÍA SER ESTE JOVEN Y CARISMÁTICO POLÍTICO, CUYA CARRERA ES TAN COMENTADA COMO SU VIDA

Emmanuel Macron: lejos de su familia y sin amigos

Emmanuel Macron: lejos de su familia y sin amigos

Nadie sabe realmente quién es Emmanuel Macron, el candidato de En Marche! a la elección presidencial francesa. Más, después de leer el retrato personal que la periodista Anne Fulda revela en su último libro "Emmanuel Macron, un jeune homme si parfait" ("EM, un joven tan perfecto"), la duda, en lo personal, también crece. Maquiavélico e interesado, Macron sería un hombre sin auténticos amigos que ha dejado a su familia en un segundo plano para centrarse en las dos mujeres que han marcado verdaderamente su vida: su abuela Manette, fallecida en 2013, y su mujer, Brigitte.



UN NIÑO PRODIGIO

Emmanuel nació un año después de la muerte de la pequeña primogénita de la familia (...) Él fue un milagro, venido a este mundo con la tarea de tapar ese pozo de tristeza que había dejado el difunto bebé. Sus padres, agnósticos, cuentan incluso que el nombre de Emmanuel, hijo de Dios, fue escogido a propósito con la intención de definir ese milagro. Se entiende que, así, el candidato a la presidencia haya crecido en el convencimiento de ser "un hombre con un destino".

"Los que le conocen –o creen hacerlo– siempre han sentido en él una firme resolución, un imperceptible sentimiento de superioridad, una inquebrantable confianza en su destino, manifestación de un egocentrismo muy profundo y camuflado. Macron, desde su niñez, ha sido el elegido. Siempre designado y reconocido como el mejor. Ha encontrado siempre en los otros una mirada de admiración, de aliento, bondad", escribe Fulda. Sus dos hermanos, con los que la relación no parece especialmente fuerte, crecieron a la sombra de un niño prodigioso, amante de las letras y algo sabelotodo.

ALEJADO DE SU FAMILIA

A pesar de estar muy difundida, la historia de que su familia rechazó la relación de él con su profesora Brigitte (24 años mayor que él, de la que se enamoró a los 16 años cuando ella estaba casada y era madre de tres hijos) no sería cierta. Si bien no les sentó bien, en ningún caso lo mandaron a estudiar a París para alejarlo de ella; al contrario, parece que fue la propia Brigitte la que le incitó a postular en el mejor instituto del país, el famoso Henri IV.

Sus padres –Françoise y Jean-Michel– pensaban que el romance sería algo pasajero y prefirieron dejar que los rumores del pueblo se apagaran al ritmo de una relación imposible. "Manu", testarudo y orgulloso, no llegaría nunca a separarse de Brigitte, con la que se casó 15 años más tarde, en presencia de sus padres, cuyo intenso apoyo intelectual ha parecido desaparecer frente a las figuras políticas que han apadrinado año tras año a su niño

Show

Su padre, Jean Michel, también lamenta la "pérdida" de su hijo, al que ve en la pantalla como un "alien". Critica, con especial tesón, la exposición mediática de la vida privada de Emmanuel, misma que su hijo parece impulsar y disfrutar. "Del mismo modo que estoy más o menos de acuerdo con sus ideas, soy un poco alérgico a todo lo que es el show-biz”, declaró.

milagro: Michel Rocard, Ségolène Royal, Henry Hermand... hasta el presidente François Hollande, con quien Emmanuel dejó de sentirse en deuda en 2013, tras la muerte de su abuela Manette, posiblemente la única pariente con la que mantuvo contacto.

Hollande, a quien sus conocidos y exparejas describen a menudo como un personaje snob y frío, dio un desacertado pésame: “Es triste perder a una abuela, yo también estuve triste cuando perdí a la mía”. Esta seca reacción habría llevado a Manu a distanciarse del Mandatario. “No le deseo a nadie la reacción que tuvo François Hollande cuando supo de la muerte de mi abuela", dijo Macron a un colega.

Ahí empezaron los desplantes hacia el Presidente, movidos por el convencimiento de que la ayuda que este le había prestado no le convertían en "su obligado". Tiempo después empezaron las portadas en la prensa rosa y las declaraciones contra las leyes que divulgaban sus compañeros de gobierno. Macron seguía con su trabajo sin responder ante nadie más que Manette, cuya aprobación sigue buscando en cada uno de sus actos.

UN AMOR FUSIONAL

El libro también entra en su comentada relación de pareja. Desde que saltaran a la fama, Emmanuel ha pedido que no se insista en la diferencia de edades, sino, al contrario, en la fidelidad de una relación intelectual y emocional tremendamente excepcional, tanto como para que él haya renunciado a la idea de tener hijos propios. “Laetia Casta podría desnudarse delante de él y no le haría ningún efecto. Entre Emmanuel y Brigitte hay un amor completamente fusional", describe su propia madre.

Brigitte, que en 2015 dejó su pasión en la vida, su trabajo de profesora, para dedicarse en cuerpo y alma a la carrera de su marido, se ocupa de su agenda personal y piensa ya que sus tareas de primera dama podrían encontrar un sentido en materias como los derechos de la mujer y la cultura.

De ganar , Emmanuel Macron (39) se convertiría en el más joven líder de Francia desde que Napoleón fue coronado emperador a los 35 años.

El retrato personal pintado por Fulda resulta crudo por momentos, pero obedece a la observación de un hombre para el que la perfección es una exigencia, un líder que no ha llegado a desarrollar vínculos íntimos con nadie –salvo Manette y Brigitte–, y que ha utilizado a todos sus compañeros y padrinos políticos para llegar a su meta. Eso sí, todos ellos (así como los múltiples empresarios que conoció durante su carrera en lo privado) cayeron rendidos ante su encanto y no hay enfado que, tras varios meses de silencio, no le hayan perdonado por su carisma e inteligencia. Especial atención a los "viejos", con los que Manu suele entablar una relación de reconocimiento mutuo con bastante rapidez, según varios testimonios.

"Emmanuel es el hijo que todo el mundo querría tener", dijo de él François Hollande. No debió pensar, por aquel entonces, que este hijo ya contemplaba el asesinato político. Ni el propio Hollande parece ahora odiarle por ello. Tiene mérito.