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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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LECTURAS SUTILES

Marilyn Monroe y buscar la ayuda del psicoanálisis

Marilyn Monroe y buscar la ayuda del psicoanálisis



Ayuda, ayuda

Ayudarme a sentir la vida acercándose

Cuando todo lo que quiero hacer es morir.

(Poema escrito por Marilyn Monroe en 1958)

En la ciudad de los Ángeles, Estados Unidos, por el año 1926, nacía Norma Jean Mortenson. Si bien será reconocida por el gran público a partir de su carrera como actriz y cantante, el plato fuerte que ella ofrecía era su alto poder de seducción ante el ojo de la cámara y el de sus espectadores; como decía Sartre: “Ella no tiene luz, ella quema, hace arder las pantallas”; vendía una imagen hollywoodense que le permitió ser “otra mujer” y encarnar cierto ideal de “feminidad”. La cabellera rubia, vestido blanco, la voz sensual y el tan conocido “Happy birthday Mr. President” hacen que sea considerada un símbolo sexual y un verdadero ícono del pop, todo esto bajo el seudónimo de “Marilyn Monroe”, nombre artístico atribuido a ella por un productor (y por ella misma), puesto que “Monroe” era el apellido de soltera que utilizaba su madre.

Tras bambalinas: Una historia familiar confusa y sufriente

Marilyn representaba simultáneamente la belleza, la fama, el poder, el dinero, pero en cierta época de su vida y quizás intermitentemente se podía ver como impávidamente la famosa actriz se desmoronaba poco a poco .La novela familiar que traía Monroe hacían de ella una mujer frágil, dependiente y emocionalmente inestable. Posteriormente, se constató que ella sufría problemas de insomnio, tenía dificultades para concentrarse y consumía fuertes dosis de fármacos y alcohol para poder dormir.

El encuentro temprano que tiene con la muerte, hace que muchos biógrafos y estudiosos del caso empiecen a investigar, para poder explicar lo que pudo llevar al suicidio o asesinato de una mujer tan bella y famosa, cuando tenía tan solo 36 años.

Una mirada psicoanalítica nos permitirá ver el reverso, para esto debemos retornar a la pequeña infancia de “Norma Mortensen”.

Ella nació y creció sin saber con exactitud quién fue su padre, la mujer de cabellera castaña oscura, esa otra mujer que se ocultaba tras la imagen de Monroe, tenía una historia bastante desoladora, pues fue dada en adopción a las seis semanas de haber nacido.

Gran parte de su infancia transcurrió entre casas de familias adoptivas y orfanatos donde habría sufrido el abuso sexual de un padre y un hermano adoptivo. Su verdadero padre los había abandonado y su madre fue ingresada en un hospital para enfermos mentales con síntomas de depresión. Pero, la Monroe no se detendría ni conformaría con este sufrimiento, ella buscó ayuda, y la encontró, nada más ni nada menos, que en el psicoanálisis.

En una de sus frases conocidas decía:

“Estoy intentando encontrarme a mí como persona, a veces eso no es fácil de hacer. Millones de personas viven toda su vida sin encontrarse” (Marilyn Monroe).

Continuará…

NOTA: Para cualquier consulta o comentario sobre la columna, contactarse con Claudia Méndez Del Carpio al correo: [email protected]

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