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  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
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Lecturas sutiles: La violencia solo pertenece a la especie humana

Lecturas sutiles: La violencia solo pertenece a la especie humana

Albert Einstein, el científico, se interroga sobre la devastación humana en la guerra, y llega a través de varias cartas, hasta Sigmund Freud (el padre del psicoanálisis) para que le explique sobre los actos violentos de la humanidad y la necesidad devastadora e inexplicable de resolver los conflictos casi siempre luchando en batallas (1932). La pregunta “¿Qué podría hacerse para evitar a los hombres el destino de la guerra?”, moviliza en el físico una cuestión que todos nos preguntamos en algún momento: el origen de la violencia que provoca acciones bélicas y cómo se puede evitar las guerras si la naturaleza humana es violenta. En otras palabras, podemos mencionar que Freud a lo largo del texto ¿Por qué la guerra?, propone un antagonismo muy singular entre el “Derecho” y la “Violencia”; lo cual nos hace pensar que los seres humanos no estamos separados de estas dos tendencias: la guerra y la paz. Freud habla sobre las pulsiones y las separa en pulsiones de vida (Eros) y pulsiones agresivas o destructivas (de muerte). Y al parecer estas fuerzas son el origen de eso que nos hace humanos. Freud atribuye al instinto (pulsión) de destrucción de los humanos que insita al origen de toda guerra, batalla, pelea y toda forma de agresión hacia los nuestros semejantes. Está por otro lado ese instinto (pulsión) de vida que permite la creación de leyes para mantener el lazo pacífico entre los hombres. Pero es también esa creación de leyes de convivencia que atentan contra la paz de una comunidad. Podemos comprender que los hombres que transgreden esas leyes que supuestamente nos vinculan, son a la vez excluidos de manera violenta de esa comunidad. Einstein también se pregunta por qué parece que a muchos soldados que van a la guerra les gusta, no solo la idea de pelear, sino que realizan esta guerra con placer y Freud explica que si bien tenemos los impulsos de vida muy fuertes tambien poseemos los instinto de destrucción dentro de nosotros y esta contradicción causa el placer en la violencia y el displacer a veces en tiempos de paz.

Paradójico, pero muy lógico, si vemos desde el punto de vista psicoanalítico para explicar no solo la violencia intrínseca, sino toda la vida, las relaciones humanas, y las relaciones con todos los objetos del mundo real donde estas dos fuerzas están en constante movimiento para hacernos dar cuenta que no todo es color de rosas. Este curso es de carácter esencial si vamos a comprender un poco más los dos aspectos. El lado de las víctimas y de los victimarios basándonos en teorías psicoanalíticas que son las

que explican mejor al ser humano y su dualidad.

Somos humanos, dice Jacques Lacan (psicoanalista francés); por el lenguaje que nos separa de otras especies. Sin embargo es el mismo lenguaje (que debería unirnos) lo que separa a los seres hablantes. Vale decir que nacemos, crecemos inmersos en la palabra y es la palabra que no llega y si llega tiene muchos malos entendidos lo que causa un malestar en las sociedades.



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Méndez Del Carpio, al correo

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